Carta al hermano cet¨¢ceo
Una playa de Santander fue tu ¨²ltimo destino. El amor y el esfuerzo de los humanos que intentaron salvarte, la mejor despedida. Pudiste morir en alta mar, pero has venido a mostramos un lado muy oscuro de nuestra historia. Cincuenta kilos de consumismo salvaje en tus entra?as nos hacen culpables de tu muerte y de la lenta agon¨ªa de ese mar que nos cobija. Clarificas nuestra indiferencia ante otros humanos que nada tienen, y, como si eso no fuera suficiente, contaminarnos los mares y esquilmamos sus recursos pesqueros.Nos confirmas que estamos destruyendo el presente, pero tambi¨¦n el futuro, que no nos pertenece. Ahora que has vuelto a la luz, aquella que te trajo hace muchos a?os, en un lugar de ese mar todav¨ªa azul que tambi¨¦n es nuestro, quiero que sepas que tu tr¨¢gica muerte ha valido la inmensa pena. Nos has dejado un poso de sabidur¨ªa. Muchos hemos entendido tu mensaje. Descansa en paz, hermano-
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