Una bacteria que come explosivos
Espa?a desarrolla una versi¨®n de la 'pseudomona putida' modificada gen¨¦ticamente para devorar trilita
Hasta hace tres a?os, las Fuerzas Armadas espa?olas empleaban un sistema tan simple como poco higi¨¦nico para vaciar sus polvorines de la munici¨®n caducada: verterla al mar. Entre 1993 y 1994 se fondearon en el golfo de C¨¢diz y frente a las costas gallegas un total de 8.500 toneladas de explosivos militares. Desde 1995, la convenci¨®n de Londres prohibe confundir el mar con un basurero, y el Ej¨¦rcito espa?ol, como sus hom¨®logos de todo el mundo, ha empezado a buscar formas menos nocivas para desprenderse de sus excedentes.Aparte de la guerra y las maniobras, s¨®lo hay un m¨¦todo disponible para destruir la munici¨®n. Consiste en desbaratar los proyectiles, reciclando los componentes aprovechables e incinerando los dem¨¢s. Claro que el desbaratamiento resulta caro y peligroso, mientras que la incineraci¨®n tiene mala fama entre los ecologistas. Tambi¨¦n se est¨¢n desarrollando procedimientos de destrucci¨®n qu¨ªmica (hidr¨®lisis alcalina o hidrogenaci¨®n catal¨ªtica), pero la trilita, el explosivo militar m¨¢s abundante, se resiste a ellos.
Por eso, la f¨¢brica de La Mara?osa (Madrid), del Ministerio de Defensa, y el centro del Zaid¨ªn (Granada), del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), bajo la direcci¨®n del profesor Juan Luis Ramos, han decidido hacer la guerra bacteriol¨®gica a la trilita (el trinitrotolueno o TNT).
Despu¨¦s de tres a?os y me dio de trabajo, est¨¢ punto de concluir la fase de laboratorio de un experimento revolucionario: conseguir una bacteria cuyas ins¨®litos h¨¢bitos culinarios la convierten en una consumidora voraz de TNT.
El teniente coronel Fernando Mourenza, jefe del Departamento de Defensa NBQ (nuclear, bacteriol¨®gica y qu¨ªmica) de La Mara?osa, matiza que "no hemos creado ninguna bacteria; la pseudomona putida, como todas, est¨¢ en la naturaleza". Lo que han hecho es modificar su dieta, someti¨¦ndola a un severo r¨¦gimen de trilita como ¨²nica fuente de nitr¨®geno, e introducirle mediante manipulaci¨®n gen¨¦tica dos pl¨¢smidos: uno (el Tol) que rompe el anillo arom¨¢tico del TNT y otro (el TR5), denominado suicida, que asegura su autodestrucci¨®n cuando ha consumido el explosivo.
La fase industrial del proyecto, que se abordar¨¢ en 1999 si hay presupuesto para ello, incluye la construcci¨®n de tres biorreactores, de 20.000 litros cada uno, capaces de procesar una tonelada de TNT cada tres d¨ªas. Para destruirla, la trilita debe estar disuelta en agua y en condiciones de ausencia de aire, ya que de lo contrario pueden generarse residuos t¨®xicos.
Los investigadores aseguran que su m¨¦todo no s¨®lo carece de impacto ecol¨®gico, sino que tiene aplicaciones positivas para el medio ambiente, al permitir la limpieza de suelos y aguas contaminados por trilita; por ejemplo, en las proximidades de polvorines o antiguas f¨¢bricas de armas.
"Se trata", concluye Mourenza, "de una investigaci¨®n espec¨ªficamente espa?ola, protegida por patentes. Muchos pa¨ªses trabajan en la misma l¨ªnea, pero Espa?a est¨¢ en una posici¨®n de vanguardia".
Los pacifistas pueden desenga?arse: no hay riesgo de que una plaga de pseudomona putida devore los arsenales de todos los ej¨¦rcitos del mundo.
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