La derecha francesa arremete contra la ley de inmigraci¨®n para restar apoyos a Le Pen

La derecha democr¨¢tica francesa volvi¨® ayer a la carga en el debate parlamentario sobre la inmigraci¨®n, decidida a presentar un perfil duro que, a unos meses de los comicios regionales y cantonales, le permita soslayar el peligro de que el Frente Nacional (FN) de Jean-Marie Le Pen socave su base electoral. Ayer, en una sesi¨®n tormentosa, similar en el tono y las actitudes a las que caracterizaron los recientes debates sobre el c¨®digo de la nacionalidad, los diputados de la oposici¨®n arrojaron una aut¨¦ntica monta?a de enmiendas, hasta 1.500, sobre el texto socialista.

Sus portavoces presentaron adem¨¢s tres recursos de procedimiento, reiteraron sus apelaciones a un refer¨¦ndum, sobre la inmigraci¨®n y amagaron con una moci¨®n de censura contra el Gobierno. Derecha e izquierda se enzarzaron en la disputa por tratar de demostrar cual de los dos hac¨ªa m¨¢s el caldo gordo a la extrema derecha. La ofensiva lanzada por los dos partidos de la derecha, el gaullista la Agrupaci¨®n por la Rep¨²blica (RPR) y la liberal Uni¨®n Democr¨¢tica Francesa (UDF) en el delicado terreno de la inmigraci¨®n tiene efectivamente el efecto de generalizar y agudizar la pol¨¦mica siempre latente sobre la inmigraci¨®n y subraya, inevitablemente, el papel del Frente Nacional.Fuera de micr¨®fonos, los dirigentes de la derecha explican su posici¨®n no s¨®lo por el rechazo pol¨ªtico a una reforma que consideran negativa sino tambi¨¦n por la necesidad de evitar el desplome de su partido, singularmente el RPR, en aquellas ¨¢reas en las que el FN les pisa los talones. Es un argumento que la izquierda contesta subrayando que cuando los electores perciben que una cuesti¨®n es vital se inclinan generalmente por apoyar a aquellos que expresan su posicion en tono m¨¢s alto y sin matices, una competici¨®n en la que el FN acostumbre a ser imbatible.

El polvo de la pol¨¦mica difumina las posiciones de los aliados comunistas y verdes del Gobierno socialista, pero no hasta el punto de ocultar el malestar por un proyecto de ley que en contra de la promesa electoral se limita a reformar la legislaci¨®n establecida por los ministros de Interior conservadores Pasqua y Debr¨¦.

La expl¨ªcita disposici¨®n del actual ministro de Interior, Jean Pierre Chev¨¨nement, a incorporar algunas de las enmiendas de los partidos de la izquierda plural" francesa permite contar con el apoyo de algunos de los diputados comunistas pero, por el momento, no hay signos de que esta actitud venza el recelo de los verdes, m¨¢s comprometidos con los movimientos ciudadanos de respaldo a los sans papiers (los indocumentados).

Con todo, el proyecto de ley sobre inmigraci¨®n remueve alguno de los obst¨¢culos para el asentamiento de los inmigrantes en Francia y se sit¨²a en un punto de equilibrio entre la rigidez de la legislaci¨®n actual y lo que Jean Pierre Chev¨¦nement define como la actitud "ang¨¦lica" de aquellos que "pretenden ignorar los desequilibrios demogr¨¢ficos, econ¨®micos y pol¨ªticos del mundo". El texto que complementa al c¨®digo de nacionalidad aprobado el lunes ¨²ltimo mantiene la "doble pena", esto es: la posibilidad de devolver a sus pa¨ªses de origen a los extranjeros que han cumplido condena en Francia, si bien la Administraci¨®n se obliga en este caso a considerar "la situaci¨®n personal y familiar".

Menos requisitos

El proyecto suprime el requisito de haber entrado legalmente en suelo franc¨¦s que se exige ahora para poder obtener los permisos de trabajo pero con la reserva de que ninguna autorizaci¨®n ser¨¢ concedida en los casos en los se considere que el extranjero puede suponer una amenaza para "el ¨®rden p¨²blico" o incurrir en la poligamia. A cambio, facilita el reagrupamiento en Francia de las familias ya parcialmente instaladas y elimina los criterios econ¨®micos que condicionaban ese reagrupamiento familiar.El texto incorpora dos nuevas formas de derecho de asilo en beneficio de las personas perseguidas en raz¨®n de su lucha por la libertad y de todos aquellos que puedan acreditar que corren el riesgo de ser sometidos a "tratos inhumanos, degradantes o a males mayores" si regresan a su pa¨ªs.

"La inmigraci¨®n ha sido diabolizada como fuente de todos los males pero el prop¨®sito del proyecto de ley", dijo Chev¨¨nement, "es la integraci¨®n de todos aquellos que enriquecen la diversidad del pueblo franc¨¦s. Queremos acoger en el seno de Francia a aquellos j¨®venes que llevan en el rostro el signo de su diferencia pero que quieren tambi¨¦n unirse a una comunidad de ciudadanos liberada de la mitolog¨ªa de los or¨ªgenes", indic¨®.