C¨®mo calzarse adecuadamente
Una de cada seis personas tiene problemas en los pies
La funci¨®n de los zapatos es la de proteger el pie mientras andamos. La moda ha desempe?ado un importante papel tanto en la fabricaci¨®n de zapatos como tambi¨¦n en el ¨¦xito de cierto tipo de calzado. La evoluci¨®n de los zapatos ha ido desde las zapatillas de cuero de los primeros humanos hasta el calzado m¨¢s r¨ªgido, frecuente en la sociedad occidental de hoy.La aparici¨®n de problemas en el pie entre las personas que usan zapatos es relativamente alta. Las investigaciones realizadas demuestran que donde no se usan zapatos hay una escasez de problemas en los pies, como se ha podido ver en estudios realizados en poblaciones de ?frica y Am¨¦rica del Sur.
Se ha estimado que una de cada seis personas tiene problemas en los pies. De hecho, en una consulta normal de traumatolog¨ªa, de cada cuatro consultas, una es por un problema del pie o del tobillo, y de ¨¦stas, la mitad son por deformidades originadas por el uso del calzado. Su preponderancia aumenta en personas que tienen m¨¢s de treinta a?os.
En la sociedad occidental, en la que se considera poco est¨¦tico que las mujeres tengan un pie muy grande, hay un deseo de hacer que ¨¦ste parezca m¨¢s peque?o, estrecho y estilizado. Los zapatos con tacones altos tienden a hacer que el pie parezca m¨¢s peque?o, porque ponen a ¨¦ste en una posici¨®n m¨¢s vertical. Asimismo, la mayor¨ªa de los zapatos estrechan la anchura del pie por lo menos de 1,5 a 2,5 cent¨ªmetros, haciendo que ¨¦ste parezca m¨¢s fino. El uso de este tipo de calzado puede producir deformidades del pie al cabo de varias d¨¦cadas.
Los varones se libran
En general, el zapato masculino es m¨¢s parecido en tama?o y forma al pie; el uso de zapatos da forma al pie, haci¨¦ndolo m¨¢s estilizado que un pie que no los haya utilizado nunca. La frecuencia de problemas del pie producidos por el uso de zapatos en varones occidentales es relativamente baja. En contraste, el t¨ªpico zapato de tac¨®n alto usado por la mujer es m¨¢s estrecho que las medidas externas del pie. Los efectos deformantes de los zapatos muy estrechos, actuando sobre un pie normal, frecuentemente pueden conducir a la aparici¨®n de deformidades en los dedos.Un tac¨®n de dos cent¨ªmetros de alto incrementa la presi¨®n un 22% en el antepie (zona que comprende los dedos del pie); cuando el tac¨®n es de cinco cent¨ªmetros aumenta la presi¨®n hasta un 57%, y si se usa una altura de ocho cent¨ªmetros, el aumento de la presi¨®n es del 76%, compar¨¢ndolo con un pie que usa un zapato sin tac¨®n. Tambi¨¦n se ha comprobado c¨®mo una puntera muy estrecha produce presi¨®n lateralmente sobre el primer dedo y medialmente sobre el quinto dedo. Por lo que se puede deducir que el uso de zapatos muy estrechos y de tac¨®n alto provoca importantes fuerzas sobre el pie que dan lugar al cabo del tiempo a cambios en la forma del antepi¨¦. Cuando uno mira la forma rectangular del pie y la forma triangular de la puntera de los zapatos con tac¨®n es obvio que los dedos se deben comprimir para meterse en el zapato. Con el paso del tiempo, las fuerzas actuantes llegan a producir la aparici¨®n de deformidades.
Las principales deformidades y lesiones que provocan los zapatos son los juanetes, los dedos en martillo, juanetes de sastre en el dedo peque?o, neuromas y callosidades en las plantas de los pies, que provocan dificultad y dolor al andar. En una consulta de traumatolog¨ªa se ha realizado una revisi¨®n de los pacientes que fueron operados de deformidades del antepi¨¦ en un periodo de ocho a?os. En este tiempo, la preponderancia de juanetes (hallux valgus), dedos en martillo, neuromas interdigitales y juanetes de sastre en mujeres era sumamente alta en comparaci¨®n con los hombres, estimando que, de cada 20 pacientes operados, 19 eran mujeres y uno era var¨®n. No hubo aumento de las deformidades de los pies con la edad en hombres. En cambio, en las mujeres, la frecuencia aument¨® dram¨¢ticamente en pacientes de 40, 50 y 60 a?os de edad. Estas deformidades se corrigen por medios quir¨²rgicos, pero es mejor actuar preventivamente para que no aparezcan.
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