El maestro y las derechas
"El maestro es siempre de derechas", dec¨ªa alguien con bastante gracia en una tertulia radiof¨®nica, de las pocas que se pueden o¨ªr, refiri¨¦ndose al contraste, dig¨¢moslo as¨ª, entre los padecimientos del partido socialista por su financiaci¨®n irregular y la m¨¢s o menos sosegada situaci¨®n de otros grupos pol¨ªticos que est¨¢n a su derecha. ?Y por qu¨¦ son las cosas as¨ª? ?Por qu¨¦ unos son m¨¢s pecadores que otros? En modo alguno se trata de justificar lo injustificable; lo que est¨¢ mal hecho lo est¨¢ siempre, h¨¢galo quien lo haga. Pero no creo equivocarme si, volviendo a las preguntas anteriores, apunto al mismo partido socialista como causa inmediata de lo que est¨¢ sucediendo. Al abandonar el poder despu¨¦s de 13 a?os de gobierno no hab¨ªa acometido las reformas a fondo que el entero aparato del Estado necesitaba.En pro del voto centrista, de la moderaci¨®n, de la sinton¨ªa con la clase empresarial, de la armon¨ªa con la Iglesia, del respeto a los derechos adquiridos de la oligarqu¨ªa funcionarial (porque funcionarios ha habido contra los que se arremeti¨® sin remilgos), en pro de todo eso, digo, las reformas que se llevaron a cabo fueron superficiales. No es cierto que, al margen de alguna metedura de pata, se hiciera una televisi¨®n sectaria; despu¨¦s del programa del 20-N queda claro que se hizo una televisi¨®n ang¨¦lica.
Durante a?os se ha resbalado sobre lo que fue el franquismo porque hab¨ªa que superar la guerra civil, seg¨²n se proclamaba. Peligroso sofisma: la guerra civil y sobre todo la posguerra no se superan con la amnesia. El franquismo fue un r¨¦gimen oprobioso que tuvo en la miseria al pa¨ªs durante m¨¢s de veinte a?os, que nos aisl¨® de Europa, que estableci¨® una dictadura chata y vulgar sobre la libertad de pensamiento y las costumbres, que persigui¨® al contrincante con sa?a y no baj¨® la guardia hasta el fin, seg¨²n acreditan los fusilamientos del 27 de septiembre. Pues bien, esto hab¨ªa que hab¨¦rselo recordado a los espa?oles de modo sistem¨¢tico y coherente. Porque no se hubiera hablado de la guerra del abuelo, sino de la posguerra de pap¨¢ y mam¨¢ y de los t¨ªos e incluso de alg¨²n primo mayor. Ya se est¨¢n viendo las nulas contemplaciones que tienen los enemigos de la democracia, vayan de franquistas o de ultraizquierdistas.
Si toc¨¢ramos otros ¨®rdenes del aparato del Estado, la situaci¨®n no cambiar¨ªa demasiado. Algo se hizo, pero poco para 13 a?os. Y por eso nos encontramos con que un partido conservador se financia irregularmente y siempre hay una triqui?uela legal para salvarlo. Que si las grabaciones no hab¨ªan sido obtenidas correctamente, que si hubo falta pero ya hab¨ªa prescrito, que si... El resultado es que, al final, a la c¨¢rcel van siempre los mismos, aunque se trate de los hijos de quienes tambi¨¦n fueron en su momento. En este punto s¨ª es verdad que el franquismo no ha muerto. Por eso, gente que aprob¨® sentencias de muerte despu¨¦s de procesos sin las necesarias garant¨ªas jur¨ªdicas se pasea tranquilamente por la calle y en algunos casos con coche oficial, escolta y parafernalia presidencial. Y en cambio, las siglas m¨¢s coherentes de toda la historia pol¨ªtica de Espa?a son escupidas, vilipendiadas o malfotografiadas, que para el caso da igual. C¨®mo buscaban esas fotos; ya las han conseguido. Pol¨ªticamente han alcanzado los objetivos que persegu¨ªan. Como en el ominoso parte, el ej¨¦rcito rojo est¨¢ -otra vez- cautivo y desarmado.
Algunos acusaban al Gobierno anterior de no respetar la libertad de prensa y se invocaba al PRI; no s¨¦ lo que habr¨ªa que decir de ¨¦ste. En realidad, ha tenido que decirlo la Comisi¨®n de la UE, que no se vio por cierto obligada a corregir a aquel Gobierno por ninguna ley en la materia. Ahora hemos visto hasta a un alto cargo acometer en el Parlamento contra una empresa de comunicaci¨®n. Aza?a dec¨ªa que no debe haber libertad para los enemigos de la libertad, pero entre nosotros la ha habido ad nauseam. El anterior presidente del Gobierno fue insultado, befado, escarnecido en t¨¦rminos que ninguna sociedad verdaderamente democr¨¢tica puede admitir, porque el voto popular ha de ser siempre y en cualquier caso respetado. A Gonz¨¢lez le dec¨ªan que se fuera, pero, por fortuna, no se fue por esas apelaciones, sino porque las urnas as¨ª lo dictaminaron. Lo otro hubiera sido traicionar a la democracia. La ingenuidad en esta vida se paga y el progresismo espa?ol est¨¢ pagando un precio alt¨ªsimo. Lo que ahora est¨¢ ocurriendo debe servir para extraer conclusiones y no repetir, en el futuro, los mismos errores. Mientras el maestro sea siempre de derechas -o de la derechona, para distinguirla de la derecha civilizada-, no habr¨¢ nada que hacer. Pero para terminar con estas situaciones hay que olvidarse de los pa?os calientes, porque se enfr¨ªan muy pronto y no sirven para nada. Espa?a, dijo Ortega, se repite. Es f¨¢cil controlar las repeticiones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.