Un sector que languidece

En esta regi¨®n tan moderna, industrializada y urbanista est¨¢ visto que lo de la producci¨®n lechera carga con los prejuicios de todo lo que huele a extempor¨¢neo. El sector se ha desinflado con estr¨¦pito en los ¨²ltimos a?os: frente a las 1.600 explotaciones lecheras que funcionaban en 1986, ahora s¨®lo quedan 198, y la cifra contin¨²a desplom¨¢ndose sin remisi¨®n. "Y eso que con el vacuno de leche se est¨¢ ganando un buen dinerillo", confiesa, Manuel Carl¨®n, presidente de una de las principales asociaciones ganaderas madrile?as. "Pero la gente termina, retir¨¢ndose por ese influjo tan enorme y poderoso que ejerce la gran ciudad".Junto a las referidas 198 fincas bovinas sobreviven en la Comunidad unas 600 explotaciones de vacuno de carne, 108 de cabreros y 325 de ganado ovino. Estas dos ¨²ltimas tambi¨¦n han sido objeto de los an¨¢lisis de los veterinarios de la Comunidad, con resultados menos sanguinolentos que en el caso de las vacas. De las 124.000 ovejas censadas ha habido que deshacerse, de s¨®lo 1.600 (un 1,3%), un destino f¨²nebre que han compartido con unas 200 cabras, el 6,7% del total de la caba?a (30.000 piezas).

De esas 433, fincas ovinas y caprinas han obtenido el visto bueno sanitario cerca del 80%, un resultado del que Adolfo Cazorla, director regional de Agricultura se siente muy satisfecho. "Los propios ganaderos me confesaron que superar el 50% era como para darse con un canto en los dientes", revel¨®. Agricultura ha invertido durante todo el a?o 1997 unos 110 millones en esta profunda revisi¨®n faun¨ªstica.