La sentencia del Supremo

La sentencia del Tribunal Supremo que absuelve a 27 subasteros y condena s¨®lo a 15 a penas leves ha dado todav¨ªa m¨¢s vuelos a los pujadores profesionales. La Audiencia Provincial de Madrid conden¨® en junio de 1995, tras un juicio, que dur¨® cinco meses, a penas de entre 3 y 12 a?os de c¨¢rcel a 42 personas por actividades relacionadas con las subastas de pisos en la plaza de Castilla. Quince de los condenados eran funcionarios judiciales. Fueron condenados por delitos de maquinaci¨®n para alterar el precio de la cosas, coacciones, cohecho...Los condenados recurrieron la sentencia ante el Supremo, ¨®rgano que el pasado 7 de noviembre dict¨® otra sentencia en la que reduce a 10 meses de prisi¨®n los 12 a?os que la Audiencia de Madrid hab¨ªa impuesto, por ejemplo, a Jaime Llanos Alvarado, el principal implicado.

Para los otros 14 procesados, el Supremo tambi¨¦n ha reducido dr¨¢sticamente las penas, por lo que ninguno de ellos, salvo que tenga antecedentes penales, deber¨¢ ir a prisi¨®n. La sentencia, muy garantista con los procesados, reduce las penas por varios motivos: falta de pruebas, intervenciones telef¨®nicas irregulares...

La sentencia de la Audiencia conten¨ªa un apartado que en su d¨ªa: fue calificado de muy innovador: prohib¨ªa a los condenados participar en pujas durante el tiempo que durase la condena. El Supremo no ha revocado esa prohibici¨®n, aunque eso s¨ª, el veto temporal se limita a las nuevas penas impuestas: entre cinco y diez meses. Lo que quiere decir que, al menos los 15 condenados no podr¨¢n participar en las pujas durante el periodo que dure su condena.

En realidad, el resultado de ese veto va a cambiar pocas cosas en los juzgados. Pues cada d¨ªa son m¨¢s los subasteros que frecuentan las pujas, por un lado, y los antiguos han hecho tanto dinero con el ama?o de pujas que ya disponen de sociedades instrumentales y act¨²an a trav¨¦s de ellas. A trav¨¦s, en definitiva, de testaferros.