"El tema de ETA influye en la gesti¨®n de la universidad"
Catedr¨¢tico de Filolog¨ªa Vasca, Pello Salaburu Etxebarria est¨¢ al frente de la Universidad p¨²blica del Pa¨ªs Vasco, con casi 70.000 alumnos, encuadrada uno de los puntos m¨¢s conflictivos del pa¨ªs. Opina que la Universidad debe medirse en el plano internacional. Sabe que su centro ha experimentado en los ¨²ltimos a?os un crecimiento por encima de la media de la Universidad espa?ola en materia de investigaci¨®n y que es una de las que m¨¢s ha cuidado los acuerdos con las universidades extranjeras: s¨®lo en Europa est¨¢n relacionados con m¨¢s de doscientas.Pregunta. Existe la convicci¨®n de que la nueva generaci¨®n vasca de estudiantes quiere ir a la universidad sobre todo a estudiar.
Respuesta. Es as¨ª. Porque nosotros no podemos parar el p¨¦ndulo de la historia. Y el p¨¦ndulo va por ah¨ª. De hecho, es muy curioso examinar las protestas de la mayor¨ªa de los j¨®venes de nuestra universidad. Son protestas de tipo acad¨¦mico: contra los nuevos planes de estudio, la sobrecarga lectiva o la excesiva especializaci¨®n. Algo est¨¢ cambiando.
P. ?Sigue siendo un problema el biling¨¹ismo?
R. Tanto por mi propia convicci¨®n personal como por la normativa legal, la universidad est¨¢ obligada a ofrecer la ense?anza biling¨¹e, y se han hecho grandes esfuerzos en este sentido. Claro que el proceso es lento, porque tenemos fuertes restricciones econ¨®micas y porque debemos preocuparnos de traer gente buena, que tenga el nivel suficiente para, ense?ar en la universidad, ya que no basta con que sepa euskera. El bilinguismo no debe ser motivo para convertir esta Universidad en una de cuarta categor¨ªa. Sin embargo, quiero subrayar que la calidad de la docencia que se imparte en euskera no desmerece de la que se imparte en castellano.
P. Se habla mucho de la necesidad de una Universidad de excelencia. Pero, ?qui¨¦n carga con los menos dotados?
R. Es un tema complicado. Los centros p¨²blicos carecemos de autonom¨ªa para escoger los alumnos. Lo que para una privada es normal, para nosotros ser¨ªa un delito. La sociedad nos dice: ah¨ª tienen ustedes 70.000 alumnos, ens¨¦?enles. Pero si yo llegase a la conclusi¨®n de que lo mejor para la sociedad vasca fuera que la universidad, en vez de 70.000 alumnos, tuviera 20.000, no podr¨ªa hacerlo. Mientras no exista una formaci¨®n profesional seria, es bueno que el mayor n¨²mero de j¨®venes pase por la universidad. Los dragones asi¨¢ticos est¨¢n despegando porque su sociedad entr¨® masivamente en la Universidad.
P. Pero, as¨ª y todo, ?puede una universidad renunciar a la calidad?
R. No, y por eso nosotros, aun acogiendo a todos, debemos intentar crear igualmente centros de excelencia y apoyar a todos los grupos que est¨¢n metidos en programas de calidad.
P. ?Qu¨¦ le pasa a este Gobierno con la Universidad, que no la entiende o que la quiere a su imagen y semejanza?
R. Una serie de decisiones que se hab¨ªan tomado en el Consejo de Universidades y con las que los rectores est¨¢bamos de acuerdo han acabado abortadas por gente del entorno de la ministra, que ha influido para que dichos acuerdos se rompieran. Eso ha producido un enfrentamiento serio con los rectores.
P. ?Es que la ministra no les escucha?
R. Yo tengo la impresi¨®n de que la ministra no conoce la Universidad ni sus mecanismos, y entonces se toman decisiones sin pensar en las consecuencias que eso puede tener. Y hay cosas que hay que pensarlas dos veces antes de decidir.
P. Hay quien dice que el precio que ha pagado la Universidad espa?ola para su pacificaci¨®n despu¨¦s del franquismo ha sido el de perder garra, mientras que cualquier universidad deber¨ªa ser un centro de sana subversi¨®n.
R. Lo ha sido en la universidad p¨²blica, no en la privada. Como si en la privada todo estuviera permitido, sin dar motivo a protestas, mientras que en la p¨²blica todo puede y debe ser discutido. Yo estoy de acuerdo en que la Universidad tiene que ser un foco de discusi¨®n, pero, sobre todo, el lugar donde los j¨®venes estudian y se preparan su futuro para tomar las riendas de la sociedad. Y para todo esto yo no conozco ninguna otra receta mejor que la de hincar los codos.
P. ?Le falta algo a la Universidad espa?ola para ser plenamente europea?
R. No; yo creo que, en t¨¦rminos generales, puede compararse con las otras europeas. Se pueden equiparar en la formaci¨®n docente, pero no, ciertamente, en los recursos que las otras sociedades europeas dedican a la Universidad. S¨¦, por propia experiencia, que los alumnos de nuestras universidades salen tan preparados o mejor que los de muchas universidades norteamericanas de gran prestigio.
P. Aparece cada vez m¨¢s claro que existe una correlaci¨®n entre la Universidad y el desarrollo econ¨®mico de un pa¨ªs. ?Es as¨ª?
R. Es fundamental. La Universidad y la empresa deben caminar de manera conjunta y no d¨¢ndose la espalda. Es un mensaje que no me canso de lanzar a los cuatro vientos. En general, los pol¨ªticos tienden, a considerar a la Universidad como algo a parte. Razonan diciendo: vamos a darles cien millones m¨¢s a esos pesados y que nos dejen en paz, sin darse cuenta de que para el desarrollo econ¨®mico de un pa¨ªs la Universidad es lo m¨¢s fundamental. No tengo dudas de que el desarrollo de Espa?a dentro de 20 a?os va a ser lo que sea la Universidad de hoy.
P. ?El problema de las humanidades es un falso debate?
R. Aunque es un tema que me aburre creo que nadie puede negar ciertas realidades. No se puede negar la realidad de Europa, ni la de Francia, ni la de Espa?a, ni la del Pa¨ªs Vasco como una realidad hist¨®rica y sociol¨®gica. Yo creo que es un tema de sentido com¨²n.
P. ?Le da miedo la perspectiva de una Universidad virtual?
R. No, no. Poner barreras en esta cuesti¨®n es in¨²til y lo que debemos hacer es amoldarnos a las nuevas tecnolog¨ªas. Dentro de unos a?os el mercado dir¨¢ si la Universidad virtual es buena o mala. Poner barreras es in¨²til. Nosotros, este a?o, pondremos en marcha tres aulas virtuales, pero mi idea es ir mucho m¨¢s lejos.
P. ?Piensa que el problema de ETA y del terrorismo quita cierta tranquilidad a la acci¨®n puramente acad¨¦mica de su universidad?
R. S¨ª, por supuesto. Aqu¨ª el problema de ETA tiene mucha influencia en la gesti¨®n diaria desde el punto de vista de los ¨®rganos rectores. Desgraciadamente, la sociedad vasca -aunque cada vez menos- ha estado bailando al son que le marca ETA, y eso no puede ser. Hemos perdido muchas energ¨ªas, que ten¨ªan que haberse destinado a otras tareas, preocupados por el ¨²ltimo comunicado de los terroristas. Y lo peor es que cuando se dan movimientos reivindicativos dentro de la propia universidad, que pueden ser muy razonables desde el punto de vista acad¨¦mico, acaban siendo aprovechados por otros sectores para darles otro matiz, y eso crea intranquilidad, acarreando a veces problemas personales.
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