El presidente surcoreano y su sucesor acuerdan amnistiar a dos ex jefes de Estado encarcelados

El presidente surcoreano, Kim Young-sam, y su sucesor electo, Kim Dae-jung, ambos antiguos disidentes, han acordado perdonar y poner en libertad a sus predecesores Chun Doo-hwan y Roh Tae-woo, encarcelados por mot¨ªn, traici¨®n y soborno, seg¨²n anunci¨® ayer el portavoz presidencial. La medida calificada por los analistas de "valiente paso hacia la reconciliaci¨®n nacional" fue r¨¢pidamente criticada por un destacado grupo coreano de defensa de los derechos humanos. Los generales-presidentes fueron responsables del encarcelamiento y posterior exilio del ahora reci¨¦n elegido jefe del Estado.

"El presidente Kim Young-sam ha decidido conceder un perd¨®n especial que facilite, el clima para una gran reconciliaci¨®n nacional", anunci¨® Shin Woo-jae, portavoz de la Casa Azul (residencia presidencial), en una declaraci¨®n televisada. Los ex presidentes Chun (1980-1988) y Roh (1988-1993) "ser¨¢n amnistiados y se les restituir¨¢n sus derechos civiles. El presidente electo Kim Dae-jung ha respaldado esta decisi¨®n", a?adi¨® Shin.El comunicado, difundido poco despu¨¦s de la primera reuni¨®n entre los dos Kim, precisaba que Chun y Roh quedar¨¢n en libertad el lunes, junto con otros 23 antiguos colaboradores. Todos ellos fueron encarcelados en relaci¨®n con un turbio esc¨¢ndalo econ¨®mico, as¨ª como por el golpe de Estado de 1979 y la matanza desencadenada por el Ej¨¦rcito un a?o despu¨¦s. De hecho, seis de sus colaboradores ya se encuentran en libertad, aunque no han recobrado sus derechos civiles. El perd¨®n no incluye las multas de 220 millones de wons (19.500 millones de pesetas) y 263 millones de wons (24.000 millones de pesetas) a que fueron condenados Chun y Roh, respectivamente.

"La amnist¨ªa ser¨¢ efectiva el 22 de diciembre tras el refrendo del Gabinete", aseguraba el comunicado que explicaba la decisi¨®n como un intento de impulsar la unidad nacional en el actual momento de crisis econ¨®mica. La aprobaci¨®n gubernamental es una mera formalidad, pero el objetivo de promover la unidad nacional puede resultar m¨¢s dif¨ªcil de conseguir.

De momento, ayer, un centenar de personas se congreg¨® en la estaci¨®n de Se¨²l para mostrar su descontento. Adem¨¢s, uno de los principales grupos coreanos de defensa de los derechos humanos, Mingahyup, lanz¨® duras cr¨ªticas contra la medida. "?Por qu¨¦ existen las leyes si no sirven para castigar a los peores criminales?", se pregunt¨® Lim Ki-ran, una portavoz de Mingahyup, que record¨® que a¨²n hay en Corea del Sur muchos presos de conciencia encarcelados por los ex presidentes ahora anmistiados.

"Es un buen paso hacia la armon¨ªa nacional", manifest¨®, sin embargo, Moon Jung-in, un profesor de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Yonsei de Se¨²l. "El perd¨®n a los ex presidentes deber¨ªa ayudar a demostrar la voluntad de Kim Dae-jung de acabar con el regionalismo", a?adi¨®. En opini¨®n, de este profesor, el gesto le ayudar¨¢ a reducir la desconfianza que genera en la derecha surcoreana.

"La reconciliaci¨®n de nuestra sociedad se ha convertido en una tarea muy importante", declar¨® por su parte Han Sang-jin, un soci¨®logo de la Universidad Nacional de Se¨²l. Para ¨¦l es necesario eliminar los enfrentamientos sociales entre las regiones y entre conservadores y progresistas para "abrir una nueva era". "En ese sentido", a?adi¨®, "apoyo la medida".

Aunque es previsible la buena acogida de la medida entre los conservadores, lo ser¨¢ mucho menos en la ciudad suroccidental de Kwangju, principal cantera de apoyo a Kim Dae-jung y escenario de la matanza de 1980, en la que murieron centenares de personas. La acci¨®n militar provoc¨® un amargo y duradero resentimiento de la regi¨®n hacia el Gobierno central.

Profunda brecha

La reciente elecci¨®n presidencial ha puesto en evidencia la profunda brecha que existe en el pa¨ªs entre el Oeste, que vot¨® a Kim Dae-jung, y el Este, que vot¨® a Lee Hoi-chang, del hasta ahora gobernante Gran Partido Nacional. Mientras Kim recib¨ªa el 97% de los votos en su ciudad natal de Kwangju y por encima del 90% en las dos provincias colindantes del Cholla, s¨®lamente alcanzaba entre el 11% y el 15% de los votos en el Sureste, y en especial en las grandes ciudades de Pusan -segunda del pa¨ªs-, Ulsan y Taegu.El futuro presidente surcoreano, que jurar¨¢ su cargo el pr¨®ximo 25 de febrero, result¨® elegido por apenas 390.000 votos de diferencia (un 1,6% del total) sobre Lee. Kim hizo de la reconciliaci¨®n nacional el eje de su campa?a. Los dos Kim, el presidente saliente y el electo, tambi¨¦n acordaron durante su reuni¨®n de ayer respetar las condiciones impuestas a su pa¨ªs por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para facilitarle un pr¨¦stamo de 60.000 millones de d¨®lares. Para ello se comprometieron a mejorar la transparecia en los asuntos nacionales de forma que puedan contar con la cooperaci¨®n de los ciudadanos. Adem¨¢s, los tres principales partidos pol¨ªticos hab¨ªan aceptado con anterioridad aprobar la pr¨®xima semana en el Parlamento 13 leyes sobre reformas financieras.