Cat¨¢logo de ciudadan¨ªa
EL MAYOR acierto de las monarqu¨ªas contempor¨¢neas es el de conectar con la vida com¨²n y los problemas de los ciudadanos. A ello se han dedicado tradicionalmente los discursos del Rey de Espa?a en Nochebuena. Y han demostrado siempre esa capacidad de sintonizar con la sociedad a la que se dirigen. Si se repasan los mensajes navide?os desde la transici¨®n hasta hoy de don Juan Carlos se hallar¨¢n varios hilos conductores que se repiten -la defensa y la profundizaci¨®n de la democracia; la insistencia en los derechos sociales de los espa?oles como corolario de los derechos pol¨ªticos- y una lamentaci¨®n, con distintas graduaciones, del terrorismo que acosa y tanto hace sufrir a los espa?oles.La alocuci¨®n del rey Juan Carlos ha sido este a?o un cat¨¢logo de ciudadan¨ªa marcado por cierto esp¨ªritu regeneracionista, adecuado al a?o en el que se va a celebrar un centenario, el del 98, de alto valor simb¨®lico para Espa?a: "Ser¨¢ una buena ocasi¨®n para volver la vista a nuestro pasado y, desde la plataforma de un presente muy distinto, enorgullecernos del camino que hemos recorrido". El Rey pidi¨® en Nochebuena que las divergencias y tensiones entre las fuerzas pol¨ªticas en una sociedad democr¨¢tica, leg¨ªtimas y reflejo del pluralismo, se apliquen a resolver los problemas del presente y mejorar la convivencia, sin reabrir viejas heridas, quiz¨¢ a¨²n no cicatrizadas del todo.
La necesidad de acercar la pol¨ªtica a los ciudadanos, el respeto a los derechos humanos, la defensa de los valores ¨¦ticos de la democracia, la estabilidad pol¨ªtica imprescindible para conseguir el bienestar econ¨®mico, son algunos de los valores de ese mensaje de regeneraci¨®n tan expl¨ªcito en el discurso del Rey. Remarc¨® en varias ocasiones el inter¨¦s de los ciudadanos en que el Estado de derecho responda mejor a las exigencias de nuestros preceptos constitucionales, cuando se cumple el vig¨¦simo aniversario de la promulgaci¨®n de la Carta Magna. Los ciudadanos, la Constituci¨®n, el Rey, son las instituciones de la Espa?a de fin de siglo que reflejan, mucho m¨¢s que otras, los valores vigentes de la Ilustraci¨®n y, lo que quiz¨¢ sea m¨¢s elocuente para muchos, el sentido com¨²n y el noble deseo de conciliaci¨®n.
La segunda parte del mensaje navide?o se refiri¨® a los aspectos m¨¢s presentes en la actualidad espa?ola. Hubo un llamamiento al respeto de la Justicia, uno de los poderes centrales del Estado de derecho que no pasa precisamente por sus mejores momentos. Tambi¨¦n aludi¨® el Monarca al impulso a la educaci¨®n como f¨®rmula de cohesi¨®n social, a?adi¨¦ndose as¨ª a las corrientes pol¨ªticas m¨¢s modernas que han colocado el factor educacional como prioridad de prioridades. La preocupaci¨®n porque los avances en materia econ¨®mica o cultural no benefician al mundo del trabajo con la intensidad necesaria y porque no se creen los empleos suficientes para j¨®venes, mujeres y grupos de mediana edad tambi¨¦n quedaron reflejados en el discurso.
El Rey apel¨® de nuevo a los criterios de solidaridad. Sin hacer un discurso moralista, se pregunt¨® qui¨¦n o qu¨¦ va a sustituir a los lazos familiares, que en nuestro pa¨ªs han sido una especie de cemento integrador frente a la adversidad del paro o la exclusi¨®n social, si ¨¦stos se diluyen por efecto de la modernidad. En este sentido, reivindic¨® el papel sustitutorio y necesario de las organizaciones no gubernamentales (ONG), que tan r¨¢pidamente han adquirido en nuestro pa¨ªs un protagonismo en encauzar los esfuerzos de esta solidaria sociedad.
Cuando hace un a?o don Juan Carlos se dirigi¨® a los ciudadanos, Ortega Lara a¨²n estaba en las manos de sus torturadores y no conoc¨ªamos el zulo auschwitziano en el que se tuvo encerrado a esta v¨ªctima del secuestro m¨¢s largo de ETA. Estos d¨ªas, el ex funcionario de prisiones ha pasado las fiestas entre los suyos, pero faltan Miguel ?ngel Blanco y Jos¨¦ Luis Caso, entre otras muchas v¨ªctimas del terror in¨²til y gratuito de ETA. El Rey conden¨®, de nuevo, el terrorismo con los principios que comparten la mayor¨ªa de los espa?oles: "La vida y la libertad, en apariencia tan fr¨¢giles, siempre vencen a quienes las niegan". El esp¨ªritu de Ermua tambi¨¦n estuvo la Nochebuena en el mensaje del Rey. Don Juan Carlos volvi¨® a demostrar una sinton¨ªa con la sociedad espa?ola que se le desear¨ªa a muchos pol¨ªticos cuya locuacidad los induce a pronunciar muchos m¨¢s mensajes pero menos clarificadores.
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