"?sta es la Navidad m¨¢s triste de nuestra vida"
El pasado jueves 25, d¨ªa de Navidad, las 45 v¨ªctimas de la matanza -entre ellas, cuatro mujeres embarazadas- fueron enterradas en Acteal, en el mismo lugar en donde cayeron asesinadas. Tres camiones trasladaron los ata¨²des de las 20 mujeres, nueve hombres, 14 menores y un beb¨¦ de nueve meses desde la comunidad de Polh¨® hasta el pante¨®n de la comunidad de Acteal.Acompa?¨¢ndolos, cientos de tzotziles recorrieron a pie los cinco kil¨®metros de distancia que separan ambos poblados. Iban cargados con flores y velas.
Fue precisamente durante la marcha del cortejo f¨²nebre cuando algunos de los familiares y amigos de los muertos reconocieron a varios agresores. Viajaban en dos camiones en sentido contrario.
La polic¨ªa, que resguardaba la comitiva, intervino para evitar incidentes y detuvo a los 23 supuestos asesinos. Eran vecinos de Los Chorros y otras comunidades cercanas de la zona.
En medio de escenas desgarradoras, el obispo de San Cristobal de las Casas Samuel Ruiz ofici¨® la misa. "Esta es la Navidad m¨¢s triste de nuestra vida", dijo. A los asesinos, los llam¨® a abandonar las armas y a "buscar la paz con Dios". A los deudos les inst¨® a "no tropezar con la piedra del odio o de la venganza".
Hermosas palabras, pero qui¨¦n sabe si efectivas, conociendo la din¨¢mica en la que viven las comunidades de los Altos y el Norte. A la vista del deterioro que sufre la regi¨®n, cada vez m¨¢s voces se alzan pidiendo el desarme en el Estado de Chiapas.
En este sentido se han pronunciado, entre otros, el nuncio del Vaticano en M¨¦xico, el espa?ol Justo Mullor; la Conferencia Episcopal y el conservador Partido de Acci¨®n Nacional (PAN). Todos insisten en que el desarme alcance a todos los grupos, incluyendo al Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN).
De momento, unos 1.500 miembros del Ej¨¦rcito mexicano y 460 efectivos de diversos cuerpos policiales se ha desplegado en el municipio de Chenalh¨® para evitar nuevos brotes de violencia.
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