Presupuestos y transparencia
La soberan¨ªa econ¨®mica es uno de los conceptos m¨¢s castigados por la globalizaci¨®n. Cada vez con m¨¢s frecuencia, las decisiones sobre el bienestar de los ciudadanos de una naci¨®n se toman fuera de sus fronteras, y muchas veces por agentes que no conocen en profundidad la realidad socioecon¨®mica del pa¨ªs en cuesti¨®n. Por eso los Presupuestos del Estado adquieren una significaci¨®n a¨²n mayor. Si las grandes magnitudes econ¨®micas nos vienen dadas desde fuera (por ejemplo, por la convergencia hacia el euro), la asignaci¨®n de recursos ser¨¢ la que diferencie la naturaleza de los Gobiernos nacionales y su ideolog¨ªa. No es lo mismo invertir en educaci¨®n que en defensa, inyectar el dinero de las privatizaciones en infraestructuras que amortizar la deuda p¨²blica, aumentar los gastos corrientes o las pensiones.El debate presupuestario debe ser el centro de la pol¨ªtica econ¨®mica nacional, para que el ciudadano extraiga sus conclusiones sobre quienes nos gobiernan y conocer las opciones de quienes aspiran a hacerlo. Por ello son tan inquietantes las denuncias de varios partidos de que el PP ha utilizado su mayor¨ªa absoluta en el Senado. para colar enmiendas que desvirt¨²an el esp¨ªritu del Presupuesto y de la Ley de Acompa?amiento.
Aquello que se aprueba en el Senado s¨®lo puede ser admitido o rechazado en bloque en el Congreso, sin modificar una sola coma. En el debate final en esta ¨²ltima C¨¢mara se incide en las valoraciones generales; de ah¨ª que existan asuntos tratados en el Senado a los que se les da una menor trascendencia p¨²blica o se pretende la aprobaci¨®n m¨¢s r¨¢pida de los mismos. Socialistas, IU y nacionalistas vascos han acusado al Gobierno de beneficiar en el Senado a grupos de presi¨®n, una cr¨ªtica de mucha trascendencia.
No es la primera vez que se orilla al Parlamento de algunas decisiones econ¨®micas de importancia. El pasado mes de septiembre el Consejo de Ministros liquid¨® la Agencia Industrial del Estado e integr¨® las empresas con p¨¦rdidas multimillonarias en la Sociedad Espa?ola de Participaciones Industriales (SEPI) con el argumento de que el nuevo grupo empresarial ser¨ªa autosuficiente y quedar¨ªa desvinculado del Presupuesto. No se trata ahora de comentar la medida en s¨ª, pero lo cierto es que con ella se configura un sistema empresarial aut¨®nomo, con financiaci¨®n propia, alejado del control parlamentario y, por tanto, de la fiscalizaci¨®n directa. Supon¨ªa un claro retroceso en la transparencia que los gestores p¨²blicos deben a los representantes p¨²blicos.
En la carta que el director general de la Energ¨ªa de la Comisi¨®n Europea dirig¨ªa al Gobierno espa?ol a finales de noviembre sobre el Plan del Carb¨®n, tambi¨¦n hab¨ªa una referencia a este asunto cuando demandaba que las ayudas a Hunosa y Minas de Figaredo (alrededor de 100.000 millones de pesetas) "est¨¦n consignadas en los Presupuestos p¨²blicos o incluidas en mecanismos estrictamente equivalentes" para que su transparencia sea absoluta. Se trata de subterfugios contables a trav¨¦s, de mecanismos paralelos a los presupuestarios. Si un ente aut¨®nomo se endeuda, lo hace el ente, no se emite deuda p¨²blica. Si un organismo gasta, no existe gasto presupuestario.
Durante el franquismo, los Presupuestos sol¨ªan ser muy cortos. La intervenci¨®n del Estado no se centraba, como en el resto de Europa, en los Presupuestos, sino que exist¨ªa una larga tradici¨®n de intervencionismo a trav¨¦s de regulaciones normativas, poco sujetas a trasparencia. Se hac¨ªa con el Bolet¨ªn Oficial del Estado en la mano, lo que daba como resultado un presupuesto escaso, con una mara?a de concesiones otorgadas por el poder pol¨ªtico al margen de las cuentas oficiales.
No son acciones an¨¢logas, pero hay que devolver a los Presupuestos el papel central que tienen en la asignaci¨®n de recursos y aprobado por los representantes pol¨ªticos.
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