Ni?os solidarios, lectortes y deportistas

Cuentos de, todas las ¨¦pocas, mucho deporte y aventuras solidarias conforman un principal ramillete de las ofertas que durante 10 d¨ªas ha puesto al alcance de los m¨¢s j¨®venes la feria m¨¢s popular entre los ni?os madrile?os. De hecho, la 18? edici¨®n de Juvenalia, que atrae a 40.000 visitantes todos los d¨ªas, seg¨²n sus organizadores, se ha dedicado a la literatura. Bajo el lema Entre libros, uno de los dos pabell¨®nes de los que consta esta edici¨®n ha querido trasladar una gran biblioteca con diversos apartados. Dentro, los infantes aprenden a encuadernar y a hacer grabados o escritura medieval.La caseta central del primer pabell¨®n pertenece a la Comunidad. Reproduce diversos escenarios en los que los ni?os asisten a cuentacuentos en directo o a historias narradas por actores profesionales y aficionados. Los corsarios conviven en ese escenario a escasos metros de las novelas ¨¦picas o de los detectives cl¨¢sicos de la fama de Sherlock Holmes. Ninguna de estas historias ten¨ªa nada que ver con el primer libro que ley¨® Julio Anguita (Fausto, de Goethe), tal y como refleja la galer¨ªa de primeras obras a las que se acercaron personajes famosos.

Los ni?os solicitan participar sobre todo en los talleres donde aprender oficios que est¨¢n, en su mayor¨ªa, en v¨ªas de extinci¨®n. Los que optaron por la caligraf¨ªa de la Edad Media ten¨ªan que adaptar su atuendo. Una capa de monje medieval ambientaba a los novatos escribanos. Los que quisieron saber c¨®mo se fabricaba papel de forma tradicional no lograron impedir mancharse las manos y ver c¨®mo su obra, tras ser una pasta, ten¨ªa que secar hasta m¨¢s de media hora despu¨¦s de ser prensada

Otra gran apuesta la forman las actividades solidarias. En este aspecto, uno de los m¨¢s importantes es el puesto del Instituto de la Juventud (Injuve). Su novedad consiste en que los ni?os se conviertan durante su recorrido en inmigrantes reci¨¦n llegados de Marruecos, China o Per¨², o en una familia andaluza de gitanos. Los participantes tienen que rellenar un pasaporte con su nueva identidad. En el trayecto interno de la caseta deben ir localizando la moneda y el nombre y el r¨ªo de la capital de su nuevo pa¨ªs. Tambi¨¦n tienen que convencer a un aduanero para que les deje traspasar la frontera de la naci¨®n en la que quieren vivir. Tras reconocer a cuatro personajes mundiales que han luchado por la igualdad entre los hombres -Gandhi, Martin Luther King, Rigoberta Mench¨² y Teresa de Calcuta-, el recorrido termina con el paso por un laberinto en el que un rapado les insulta y les intenta echar de su nuevo hogar. Los chicos que superan todas las pruebas pasan a escribir un fragmento de historias que tratan sobre los problemas que sufren los extranjeros en un pa¨ªs nuevo. Al final reciben un libro infantil. "Creernos que, al final de la feria, el Injuve publicar¨¢ las mejores historias", explic¨® un monitor del puesto.

Junto a las posibilidades de la lectura, la otra gran demanda de participaci¨®n la acapara el deporte. Grandes pistas de todas las modalidades se dan cita en e 1 segundo pabell¨®n, el n¨²mero 4. Deportes populares como el f¨²tbol o el baloncesto se unen a otros hasta ahora m¨¢s desconocidos como la esgrima o el tiro ol¨ªmpico.

La oferta es tan variada que a tan s¨®lo cuatro metros de distancia -la anchura de algunos pasillos- se pueden o¨ªr chillidos de ¨¢nimo de equipos de contendientes totalmente diferentes, tales como el f¨²tbol sala o el balonmano. Medios de comunicaci¨®n han apostado por la misma actividad que la Direcci¨®n General de Deportes regional para atraer a los peques.

Toda la feria sufre ante todo grandes colas para poder acceder a las actividades programadas. Algunas han llegado a superar las dos horas. Los chicos, en estos casos, suelen aburrirse, irse a otros puestos o cansar a sus padres. Estos, en general, soportan bien las esperas: narran historias a sus hijos, se turnan en visitar la feria o se ponen a leer los peri¨®dicos en las guarder¨ªas para adultos que ha preparado, por ejemplo, el Ministerio de Cultura. A la oferta se a?ad¨ªan juegos de mesa como el domin¨® o el parch¨ªs. Precisamente se han buscado formulas para tratar de evitar tan largas estancias. El campo de actividades del Ej¨¦rcito, como otros, reparte n¨²meros a distintas horas. Suele tener una media de 60 j¨®venes a la hora. Sus previsiones eran de la mitad. "Estamos desbordados. Pretend¨ªamos atender a 300 ni?os cada jornada y estamos rondando una media de 600, y si por ellos fuera llegar¨ªamos a los 3.000", comenta el teniente Bah¨®n, de la Unidad Especial de Reconocimiento de Profundidad de Alcal¨¢ de Henares. Esta caseta invita a los m¨¢s j¨®venes a entrenarse en el reconocimiento militar ¨¢ereo.

Juvenalia. Parque ferial Juan Carlos I. Campo de las Naciones. Pabellones 2 y 4. Hasta ma?ana, 29 de diciembre, de 10.00 a 20.00. Gratuito.