C¨®mo no ense?ar historia de Espa?a
El art¨ªculo que publica en EL PA?S del 19 de diciembre don Josep Fontana, catedr¨¢tico de Historia de la Universidad Pompeu Fabra, da ciertamente una serie de claves de c¨®mo ense?ar historia de Espa?a. Sin duda ninguna, don Santiago Ram¨®n y Cajal, reconocido histori¨®logo mundial, no historiador, ten¨ªa en parte raz¨®n al desear que se volvieran a escribir algunos textos de la historia de Espa?a. Hay que suponer que a ¨¦l no le hubiera importado figurar entre los cient¨ªficos m¨¢s destacados del siglo XIX, en aquellas obras en donde se citaran espa?oles ilustres en el campo de la ciencia. ?O lo excluir¨ªa tambi¨¦n el se?or Fontana? ?Es v¨¢lido citar a los premios Nobel espa?oles?Efectivamente, el recuerdo de una guerra civil que afortunadamente la mayor¨ªa de los espa?oles est¨¢ decidida a enterrar, el se?or Fontana no est¨¢ obviamente por la labor, no constituye una buena metodolog¨ªa para la ense?anza de la historia. Por ello precisamente no se puede contestar aqu¨ª con las aberraciones y cr¨ªmenes del otro bando. Quiz¨¢ convendr¨ªa recordarle al se?or Fontana aquellas bellas palabras de don Manuel Aza?a, recomendando, ante la posibilidad de que volviera a surgir la intolerancia, los destellos de aquellos muertos invocando paz, piedad y perd¨®n. Se conoce que sufri¨® mucho el ilustre catedr¨¢tico al tener que tragarse aquella funesta asignatura de afirmaci¨®n del esp¨ªritu nacional; lamentable y mucho m¨¢s si supiera que la mayor¨ªa de los universitarios y alumnos de las escuelas especiales no asistimos a dichas clases, ni nos examinamos y obtuvimos los t¨ªtulos, sin este requisito que dej¨® de impartirse ante la falta de concurrencia y obligatoriedad pr¨¢ctica.
As¨ª pues, para ense?ar historia de Espa?a o de cualquier otra naci¨®n es necesaria la objetividad, el realismo y dar naturalmente el m¨¢ximo protagonismo al pueblo espa?ol de toda clase y condici¨®n, sin dejar de mencionar a aquellas figuras que, para bien o para mal, estuvieron al frente de su destino.
Parece ciertamente dif¨ªcil, despu¨¦s de leer el art¨ªculo del se?or Fontana, que ¨¦l sea la persona m¨¢s cualificada para impartir una asignatura que requiere un equilibrio que no est¨¢, evidentemente, entre las virtudes del catedr¨¢tico de la prestigiosa Universidad Pompeu Fabra-
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