Descubierto un micr¨®fono en una residencia que el Papa utilizar¨¢ en su viaje por Cuba
, El descubrimiento de un micr¨®fono oculto en una dependencia eclesi¨¢stica que podr¨ªa utilizar el Papa durante su pr¨®xima visita a Cuba, entre el 21 y el 25 de este mes, provoc¨® una fuerte tensi¨®n entre las autoridades de La Habana y el Vaticano, seg¨²n fuentes relacionadas con la preparaci¨®n del hist¨®rico viaje del Pont¨ªfice al ¨²ltimo pa¨ªs comunista de Occidente. El Vaticano protest¨® por v¨ªa diplom¨¢tica, pero las dos partes dieron carpetazo final al incidente despu¨¦s de que Fidel Castro decidiera que el pasado d¨ªa de Navidad fuese jornada festiva en la isla, por primera vez desde 1968.
"La visita del Papa es una etapa en un proceso de mejora de las relaciones con el Estado", declaraba a finales de diciembre el arzobispo de La Habana, monse?or Jaime Ortega.Los preparativos de la estancia de Juan Pablo II en cuatro ciudades cubanas, del 21 al 25 de enero, han estado, sin embargo, rodeados por momentos de alta tensi¨®n entre la Iglesia y el r¨¦gimen de Fidel Castro. El m¨¢s grave se produjo en los ¨²ltimos d¨ªas de octubre, coincidiendo con la estancia en La Habana de una delegaci¨®n del Vaticano encabezada por el portavoz del Papa, el espa?ol Joaqu¨ªn Navarro Valls.
De forma casual, mientras se realizaban obras de acondicionamiento, las autoridades religiosas encontraron un micr¨®fono oculto en una dependencia de la Iglesia de una ciudad de provincias que tiene previsto visitar Juan Pablo II. Se barajaba la posibilidad de que el Papa descansase en dicho edificio, en el que se celebraron varias reuniones preparatorias del viaje.
El micr¨®fono estaba en perfecto estado de funcionamiento y quienes lo encontraron sospecharon de inmediato que hab¨ªa sido colocado por el servicio secreto cubano para seguir de cerca las actividades de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica relacionadas con la estancia papal.
El hallazgo fortuito provoc¨® la indignaci¨®n de las autoridades eclesi¨¢sticas cubanas y de la Nunciatura en La Habana. La Secretar¨ªa de Estado del Vaticano (equivalente al Ministerio de Asuntos Exteriores de la Santa Sede) present¨® a la Canciller¨ªa cubana una dura nota de protesta en la que amenaz¨® con la posibilidad de replantearse la visita papal.
Paralelamente, la diplomacia vaticana comprob¨® que no exist¨ªan m¨¢s micr¨®fonos en otras dependencias eclesi¨¢sticas por las, que pudiera pagar Juan Pablo II durante su viaje.
La Canciller¨ªa cubana reconoci¨® en su respuesta al Vaticano que efectivamente pod¨ªa haber un micr¨®fono en el edificio, pero aleg¨® que "hab¨ªa sido colocado en tiempos del dictador Fulgencio Batista", a quien el comandante Fidel Castro derroc¨® en 1959. Los expertos que examinaron el aparato consideraron que, aunque relativamente vetusto, no ten¨ªa desde luego 39 a?os de antig¨¹edad.
La contestaci¨®n de las autoridades cubanas a la protesta es casi exactamente la misma que proporcionaron hace dos a?os, cuando tambi¨¦n fue descubierto un aparato de caracter¨ªsticas similares en la sede de la Nunciatura en La Habana.
El incidente del micr¨®fono increment¨® el recelo del nuncio en La Habana, Bieniamino Stella, hacia sus interlocutores del Gobierno cubano. Frecuentes brotes de tensi¨®n salpicaron a partir de entonces los preparativos del viaje de Juan Pablo II como, por ejemplo, los que rodearon la custodia del papam¨®vil. Autoridades y Nunciatura pugnaron hasta principios de diciembre por guardar y vigilar el autom¨®vil acristalado, que fue desembarcado en la isla el pasado 20 de diciembre procedente de Canad¨¢. Aunque las autoridades cubanas se ofrecieron a custodiar el veh¨ªculo hasta la llegada de Juan Pablo II, alegando razones de seguridad, el Vaticano declin¨® la oferta y decidi¨® que ¨¦ste permaneciera en el propio garaje de la Nunciatura.
Castro quiso, aparentemente, poner fin a este tira y afloja con el Vaticano. Para rebajar la tensi¨®n, decidi¨® el 14 de diciembre que el d¨ªa de Navidad ser¨ªa jornada festiva en la isla, por primera vez en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.