El refinamiento y la provocaci¨®n marcan la moda masculina en Mil¨¢n
Los dise?adores italianos proponen arrinconar las corbatas
, Los modistas se quejan de la resistencia masculina a aceptar los dictados de la moda, pero no renuncian por ello a revolucionar el conservador gusto masculino. Las ¨²ltimas propuestas de los estilistas presentadas en los desfiles de la semana de la moda inaugurada el domingo en Mil¨¢n combinan el refinamiento exagerado con considerables dosis de provocaci¨®n. En medio del marasmo de estilos, tejidos y colores, una cosa queda clara: la corbata est¨¢ amenazada de muerte, al menos transitoriamente.
"El estilo es como el lecho de un r¨ªo, est¨¢ en la base de todo, pero en superficie discurre siempre agua nueva"; esta frase de Giorgio Armani, el gran maestro de la moda internacional, pronunciada en una reciente entrevista, har¨ªa estragos utilizada como m¨¦todo de an¨¢lisis de la ropa masculina que propone esta ¨²ltima pasarela de Mil¨¢n. A la luz de esas palabras se ver¨ªa que el lecho del r¨ªo es tortuoso en buena parte de los modistas, que proponen las soluciones m¨¢s extravagantes para el timorato cliente masculino, mientras el agua de la superficie estar¨ªa completamente estancada en el caso de otros que pasan por ser ¨¢rbitros de la elegancia m¨¢s indiscutible.El juicio vale no s¨®lo para la moda italiana que se ha visto en Mil¨¢n estos d¨ªas. La brit¨¢nica Vivienne Westwood, con su particular gusto por la provocaci¨®n, caus¨® sensaci¨®n el domingo en la capital lombarda. Algunos de sus modelos, peinados con abundante brillantina, esnifaron algo que pretend¨ªa ser coca¨ªna al atravesar la pasarela. La Westwood insisti¨® en que, dada la inspiraci¨®n de su colecci¨®n -en los a?os 1700-, no pod¨ªa tratarse de otra cosa que tabaco. Un gui?o de osad¨ªa en todo caso que les vali¨® a las propuestas extravagantes de la dise?adora brit¨¢nica algo m¨¢s de atenci¨®n de la que se merec¨ªan.
Las propuestas de Valentino
Pero las estrellas del domingo eran otras. En primer lugar, Valentino, afincado en Par¨ªs desde hace a?os y objeto de gran expectaci¨®n porque acaba de cerrar una ambiciosa operaci¨®n econ¨®mica anunciada en septiembre del a?o pasado: la venta de la sociedad que lleva su nombr¨¦ a la empresa italiana HDP por unos 50.000 millones de pesetas. Con Valentino no suele haber sorpresas. La oferta sobre la pasarela es la de un refinamiento m¨¢s bien amanerado que exuda riqueza, una ropa hecha siempre con tejidos preciosos. El color dominante en la decoraci¨®n de la pasarela y en los propios trajes oto?o-invierno era el violeta.La colecci¨®n masculina presentada por la firma Versace, la primera de Donatella Versace en solitario tras la muerte el verano pasado de su hermano Gianni, no defraud¨®. Cualquiera hubiera reconocido en la l¨ªnea estilo Las Vegas de sus modelos el sello de los Versace. Botas de tac¨®n, chaquetas decoradas con strass, y un desinhibido uso del color y de las formas que saltan a menudo las fronteras entre lo considerado femenino y lo masculino, forman el n¨²cleo de la oferta Versace que fue muy aplaudida.
Con Dolce y Gabanna subi¨® a la pasarela el vagabundo de lujo. La colecci¨®n exhibida por esta firma, basada "en la ropa que vestimos nosotros, la que est¨¢ en nuestro armario", seg¨²n explicaron ambos modistas, mezclaba un poco de todo, pantuflas callejeras de cachemire, cuffias de lana, echarpes exquisitos, pero todos los detalles y tejidos de lujo quedaban camuflados en este falso estilo de pobre de solemnidad. El equilibrio entre osad¨ªa y clasicismo se sigue manteniendo en Mil¨¢n pero se hace cada vez m¨¢s patente la influencia de lo nuevo, que de forma lenta pero segura est¨¢ horadando los conceptos tradicionales de la elegancia masculina.
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