Un editor ejemplar
Cien a?os han separado el nacimiento en Argentina de Arnaldo Orfila Reyna, director de Fondo de Cultura Econ¨®mica desde 1948 a 1965 y fundador de Siglo XXI en 1966, de su fallecimiento en M¨¦xico, donde desarroll¨® una impresionante y ejemplar labor como editor. Carlos Fuentes recordaba ayer en EL PA?S las razones pol¨ªticas e ideol¨®gicas por las que Orfila fue expulsado de la direcci¨®n de Fondo de Cultura Econ¨®mica en 1965: yo tuve el honor de trabajar a sus ¨®rdenes entre 1962 y 1965 como director de la sucursal espa?ola de Fondo de Cultura Econ¨®mica, y de ayudarle a montar desde fuera la rama espa?ola de Siglo XXI, gestionada por Javier Ab¨¢solo, Pablo Garc¨ªa Arenal, Daniel Zarza y Faustino Lastra. Si Carlos Fuentes da un testimonio personal de la sensibilidad de Orfila para descubrir el talento de un autor novel y animarle a seguir su carrera literaria, la generosidad de aquel exigente y a la vez amistoso maestro para ayudar a los editores vocacionales no le fue a la zaga: en M¨¦xico, Joaqu¨ªn D¨ªez Canedo, fundador de la editorial Joaqu¨ªn Mortiz, y Neus Espresate, creadora de Ediciones Era, son dos ejemplos que me saltan a la memoria. Orfila pertenec¨ªa a un estilo de editor desgraciadamente en v¨ªas de extinci¨®n: alguien que llega al mundo de los libros por razones intelectuales y culturales, pero que es luego capaz de aprender un oficio cuyos aspectos financieros, industriales y comerciales resultan decisivos para la supervivencia y crecimiento de la empresa. Yo tuve la fortuna de trabajar con gente de esa tribu: Gabriel Tortella Oteo en Tecnos, Jos¨¦ Ortega Spottorno y Jaime Salinas en Alianza, Orfila en Fondo de Cultura Econ¨®mica. Por importante que lleguen a ser las dimensiones propiamente empresariales de la compa?¨ªa, ese tipo de editor -como Gas ton Gallimard en Francia y Giulio Einaudi en Italia- nunca olvida los motivos b¨¢sicos que le condujeron a ese oficio. Orfila se ocupaba de todo como director: al despachar con ¨¦l los asuntos en la sucursal espa?ola de Fondo, hab¨ªa que recordar las tarifas de la imprentas, los descuentos especiales de los libreros, el gramaje y el tama?o del papel, el texto de las invitaciones para la presentaci¨®n de un libro o el saldo de los clientes morosos. ?Y de los libros? De los libros publicados o en contrataci¨®n, de los autores y de los proyectos de nuevas colecciones Orfila pod¨ªa hablar horas enteras fuera de la oficina, en los almuerzos, en los viajes, en las tertulias, confirmando que el oficio de editor no es -no debiera ser- una especialidad (culta o al menos alfabeta) dentro del mundo empresarial, sino una especialidad (vinculada a la gesti¨®n empresarial) dentro del mundo de la cultura: una especialidad infinitamente m¨¢s pr¨®xima a los escritores y a los lectores que a los banqueros y a los contables. En verdad, Orfila quem¨® su vida al servicio de unos objetivos muy diferentes a la cifra de negocios. La gente de mi generaci¨®n tiene una impagable deuda de agradecimiento con los libros de color naranja, verde o azul de Fondo de Cultura que llegaban a Espa?a desde M¨¦xico en los a?os cuarenta y cincuenta, buena parte de ellos traducidos por exiliados republicanos; Siglo XXI ha ense?ado a leer a muchos j¨®venes de las generaciones siguientes. La memoria de Orfila, aunque la mayor¨ªa de los lectores lo ignore, estar¨¢ unida para siempre a los miles y miles de t¨ªtulos que contrat¨® y public¨® en su d¨ªa y que se siguen imprimiendo y distribuyendo en Espa?a y en toda Am¨¦rica Latina: es el mausoleo y la pizca de inmortalidad que todos los editores merecedores de ese nombre construyen con su obra.JAVIER PRADERA
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.