Agnieszka Holland: "Henry James es un autor prefeminista"

Disc¨ªpula de Andrzej Wajda y amiga ¨ªntima de Krisztoff Kieslowski, es curioso que Agnieszka Holland haya volcado su carrera hacia la adaptaci¨®n de relatos cl¨¢sicos de estirpe victoriana para los grandes estudios estadounidenses. Tras El jard¨ªn secreto llega ahora Washington Square, una fiel versi¨®n de la novela hom¨®nima de Henry James, que ya llev¨® al cine William Wyler. Con Albert Finney y Jenniffer Jason Leigh al frente del reparto y producci¨®n Disney, la pel¨ªcula disecciona a la alta burgues¨ªa neoyorquina del XIX. Holland, que la semana pasada present¨® el filme en Madrid, dice que ha tratado de resaltar "la radical modernidad de James, que aparte de un prefeminista fue un gran psic¨®logo de las relaciones del hombre y el dinero".

Perdido en las ruinas del muro de Berl¨ªn "el discreto encanto de la oposici¨®n al comunismo", y concluida por causas igual de naturales su colaboraci¨®n con Wajda y Kieslowski, Agnieszka Holland (Varsovia, 1948) parece haberse adaptado felizmente a la vida lejos de su pa¨ªs, que divide entre Estados Unidos y Francia. La autora del pol¨¦mico alegato antinazi Europa, Europa (1991) y de la historia rural Olivier, Olivier (1992) ha girado ¨²ltimamente su mirada a nuevos ¨¢mbitos, seg¨²n demuestran sus dos filmes americanos: Washington Square -que se estrena en febrero- y El Jardin secreto, de 1993."La verdad es que yo nunca pens¨¦ que trabajar¨ªa para los grandes estudios", explica. "Siempre me pareci¨® raro que me eligieran a m¨ª. Tal vez buscaban una sensibilidad distinta... Pero al final resulta que no es tan diferente trabajar para un gran estudio y haberlo hecho en la Polonia sovi¨¦tica. La burocracia es igual de pesada, la libertad es mayor y el dinero tambi¨¦n, aunque yo prefiero ser libre que ser rica".

En Washington Square ha sido libre, dice, "tal vez porque la pel¨ªcula no le interesaba mucho al estudio: no invirtieron gran cosa para lo que suelen (1.950 millones de pesetas), pude trabajar con mi equipo polaco (fotograf¨ªa, m¨²sica, dise?o de producci¨®n ... ), los productores nunca me presionaron y cont¨¦ con un equipo de rodaje muy entusiasta".

Para narrar la historia de Catherine Sloper (Jennifer Jason Leigh), una joven t¨ªmida y generosa que vive un amor imposible y es sojuzgada por su padre (Albert Finney), un m¨¦dico de esencias victorianas entre cruel y ultraprotector, Holland parti¨® del gui¨®n de la debutante irlandesa Carol Doyle, que beb¨ªa directamente en el original de James (Nueva York, 1843-Londres, 1916). La versi¨®n que film¨® Wyler en 1949, La heredera, le vali¨® un Oscar a Olivia de Havilland y se inspiraba en la pieza teatral de Ruth y Augustus Goetz. Holland no quiso verla antes de rodar la suya, y cuando lo hizo la encontr¨® "maravillosa, pero muy diferente de la novela, no s¨®lo en filosof¨ªa sino en sentimientos. Era muy hollywoodiense".

La directora hab¨ªa le¨ªdo al autor de Otra vuelta de tuerca en los a?os sesenta, y aunque entonces lo encontr¨® anticuado -"En la Polonia comunista no interesaba mucho la vida victoriana"- ahora se ha sentido fascinada por la creaci¨®n del personaje femenino, "que partiendo de la no existencia, y a trav¨¦s de la traici¨®n, la pasi¨®n y el amor, llega a ser persona".

Holland quiso resaltar la ambig¨¹edad y lucidez" de James al retratar una sociedad que cree en el dinero como valor supremo. "Este fin de siglo tan conservador y mercantilista ha acabado convirtiendo a James' en un escritor totalmente contempor¨¢neo".

La elecci¨®n de Jason Leigh surgi¨® de un casting realizado entre 50 actrices (algunas muy famosas, pero Holland no da nombres). "Parec¨ªa encajar mal en el papel, porque estaba muy apegada a esos roles modernos de mujer agresiva, y Catherine es justo lo contrario: muy naif y buena persona. Al final, creo que su trabajo se parece mucho a ella misma".