Una bendici¨®n de altura

Una r¨¦plica del papa Juan Pablo II en materiales nobles, ya sean bronce o m¨¢rmol de Carrara, mirar¨¢ el a?o que viene a cuantos laicos o feligreses se acerquen por la catedral de la Almudena desde la calle de Bail¨¦n. Los mirar¨¢, o mejor ser¨ªa decir que los otear¨¢, porque el metaf¨®rico ejercicio ocular tendr¨¢ lugar desde una altura considerable. El concurso promovido por el arzobispado de la capital para elegir el mejor dise?o establece que la estatua del Pont¨ªfice "deber¨¢ ser de tama?o mayor del natural, en torno a los tres metros de altura", seg¨²n se recalca en las bases. Y si a ello se le suma la aportaci¨®n del pedestal, que corre por cuenta del arquitecto catedralicio, puede extraerse una conclusi¨®n incontestable: Madrid contar¨¢ en breve con un Papa de altos vuelos.

Las m¨¢ximas autoridades religiosas de la ciudad ya han deciddo que la talla la sufraguen los fieles con sus aportaciones. La ocasi¨®n bien lo merece, desde luego. El Papa bendijo la catedral y ha honrado a la ciudad con sus multitudinarias visitas", recalcan. Desde 1982, el a?o del Totus tuus, han pasado muchas cosas; entre otras, el despegue de una Almudena por entonces empantanada.

La expectaci¨®n por el concurso de la figura papal, "en actitud de bendecir o en la que el artista estime oportuno", es enorme entre los practicantes del arte sacro. Una obra de tres metros en pleno coraz¨®n de Madrid bien merece el esfuerzo del boceto previo en barro, de 60 cent¨ªmetros. Y alg¨²n que otro desvelo m¨¢s si es preciso. "Por aqu¨ª no deja de venir gente preguntando por las bases", confiesa un trabajador de la Junta T¨¦cnica de Obras. Tanto pretendiente hay que el arzobispo, Antonio Mar¨ªa Rouco Varela (que ayer fue nombrado cardenal por el Papa), ha optado por ampliar el plazo de entrega en un mes, hasta el pr¨®ximo 31 de marzo.

Rouco ser¨¢ uno de los hombres justos que elijan el modelo definitivo de Pont¨ªfice, en actitud de bendecir o no. Le han de acompa?ar en la sublime decisi¨®n personajes ilustres: un miembro de la Real Academia de Bellas Artes, el alcalde Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del, Manzano y el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Una mayor¨ªa simple bastar¨¢ para que haya fumata blanca en el dictamen.

No ser¨¢ el ¨²nico debate que diriman estos prohombres. La Iglesia tambi¨¦n ha convocado un concurso para ejecutar las vidrieras, 29 ventanales por los que habr¨¢n de desfilar, "con colorido indeleble y de primera calidad", la Anunciaci¨®n, Jes¨²s entre los Doctores, las Bodas de Can¨¢, la Madonna de Madrid o la Virgen de Atocha, entre otras escenas. Y para la fachada principal, cinco estatuas m¨¢s: la propia Almudena, en el centro, y, flanque¨¢ndola, los santos Isidro y su esposa, santa Mar¨ªa de la Cabeza, santa Teresa de Jes¨²s y san Fernando. El arzobispado tambi¨¦n exige que tengan generosa envergadura: 3,30 metros de altura "incluido un peque?o plinto", y habr¨¢n de ser de piedra blanca de Colmenar. A Juan Pablo II, definitivamente, no le va a faltar compa?¨ªa.