"La recepci¨®n ha sido muy v¨¢lida por lo espont¨¢nea"
La Iglesia cat¨®lica cubana, poco amiga de los encontronazos con la revoluci¨®n cubana, se manifiesta dichosa, convencida de que los nuevos espacios abiertos al culto y a la evangelizaci¨®n ser¨¢n irreversibles. Les complace especialmente la contemplaci¨®n de las nuevas caras, los nuevos creyentes, la asistencia a los actos del Papa de personas interesadas en la religiosidad. Emilio Aranguren, secretario de la Conferencia Episcopal Cubana, no quiere hablar mucho. Apenas unas positivas reflexiones sobre la visita del Papa y la presencia en las calles de cubanos antes ausentes. "La visita est¨¢ resultando tal como estaba planeado", dice." Verdaderamente la celebraci¨®n de la llegada, y todo el recorrido desde el aeropuerto hasta la Nunciatura Apost¨®lico, y las concentraciones han sido muy significativas", agrega. Y estima significativa la afluencia no por el respeto a la figura del Santo Padre de la militancia comunista. "El respeto puede que sea una disciplina, una orientaci¨®n. Lo otro es algo espont¨¢neo, es algo animoso, es algo entusiasmante". El secretario del episcopado subraya que acudieron "no s¨®lo aquellos que uno sabe que responden y que son miembros de las comunidades cristianas, que se notan de una manera manifiesta, sino muchas personas que tal vez no conocen bien qui¨¦n es el Papa pero tienen una expectativa y una esperanza".
La retransmisi¨®n en directo de las misas le satisface. "Lo consideramos positivo. Hab¨ªa sido nuestra petici¨®n, nuestra solicitud desde un primer momento, y a ¨²ltima hora se aprob¨®". La ¨²nica misa cuya retransmisi¨®n en directo hab¨ªa sido asegurada es la que el Papa oficiar¨¢ en La Habana el pr¨®ximo domingo. Aranguren no quiere extenderse sobre el contenido del descarnado discurso de Castro en el aeropuerto, en el que denunci¨® la conquista y el colonialismo europeo en Am¨¦rica, las atrocidades de la Inquisici¨®n y las complicidades de la Iglesia.
?No fue un poco duro?, es la pregunta que se le plantea. "Yo no lo he visto en ese sentido. Pero despu¨¦s, uno analizar¨¢ todos esos elementos para efectuar una s¨ªntesis", responde. En cuanto al acceso de la iglesia a la prensa oficial, a la educaci¨®n, asuntos muy sensibles desde la ¨®ptica revolucionaria a los que se refiri¨® el Pont¨ªfice, el religioso precisa: "Tambi¨¦n eso es doctrina de la Iglesia, y no s¨®lo eso. Es tambi¨¦n comportamiento natural de la Iglesia en todas partes. Son los espacios l¨®gicos, son los espacios que la Iglesia tiene en todas las partes donde quiere cumplir con su misi¨®n entre el pueblo". No parece probable, sin embargo, que la penuria del Episcopado en medios de comunicaci¨®n, o su escasa influencia en la educaci¨®n de los j¨®venes cubanos, educados en el ate¨ªsmo, vaya a cambiar significativamente. "Quiz¨¢s nos den una peque?a emisora", apuesta un laico. Entretanto, proseguir¨¢ la pr¨¦dica. casa por casa, y las modestas publicaciones parroquiales.
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