El Valencia maravilla ante el Racing

Un fest¨ªn. Ranieri encontr¨® lo que andaba buscando. Un equipo vigoroso, presionante, veloz: que llega con mucha gente arriba, que llega con mucha gente abajo, signo inequ¨ªvoco de que esto funciona. Es decir, un grupo rocoso y alegre, con el plus de calidad tan necesario que le ha reportado la llegada de Ilie. Todo eso se puso de manifiesto ayer ante un Racing que pas¨® in¨¦dito por Mestalla, literalmente aplastado por el Valencia. Ni siquiera Correa, precedido de gran fama, se atrevi¨® a abrir la boca ante la superioridad valenciana.Farin¨®s, Milla y Mendieta. Tres hombres menudos y vigorosos, b¨¢sicamente din¨¢micos. Con fama de jugadores de poca monta. Ayer, sin embargo, realizaron una primera media hora excepcional. Con un control absoluto sobre el centro del campo que sirvi¨® para que los dos punteros, llie y Claudio L¨®pez, vivieran en la abundancia. Farin¨®s incluso se permiti¨® emular a Mijatovic y destap¨® una de esas vaselinas desde 35 metros que s¨®lo los m¨¢s atrevidos se atreven a ensayar.

La descomunal potencia del Piojo L¨®pez hizo estragos en la defensa racinguista, que no hall¨® f¨®rmula capaz de parar al argentino. Al Piojo L¨®pez s¨®lo lo par¨® el Piojo L¨®pez y su innata incapacidad para relacionarse bien con el gol. Con todo, su fuerza bruta es una bendici¨®n para su acompa?ante, llie, un futbolista de clase: elegante, listo y, ayer, eficaz. El rumano va en constante progresi¨®n desde su llegada a Valencia, hace apenas un mes, y parece haber pagado ya el peaje del paso de la tibia liga turca a la supercompetitiva Liga espa?ola.

El Valencia jug¨® en la primera parte como la seda. Armonioso, veloz e incluso est¨¦tico en el irregular c¨¦sped de Mestalla. Bajo el influjo positivo de su triple enfrentamiento con el Bar?a, el equipo de Ranieri pas¨® por encima del Racing, que achicaba agua como pod¨ªa.

As¨ª hasta que Marcos Alonso reaccion¨®. No pod¨ªa esperar m¨¢s e introdujo antes del descanso a Arp¨®n para reforzar el desvalido centro del campo racinguista. Se equilibr¨® entonces el partido. Afloj¨® un tanto la maquinaria de Mendieta y el Racing comenz¨® a asomarse por la guarida de Zubizarreta.

El atrevimiento del Racing dur¨® poco, no obstante. Hasta que Angloma, ese jugador an¨¢rquico e imprevisible, que saca los goles de los lugares m¨¢s insospechados, aument¨® la diferencia de los locales. Un gol vital para el Valencia, que ya perd¨ªa gas de tantos esfuerzos acumulados. Se iba apagando el Valencia, aunque resurg¨ªa por medio de llie, que inventaba de donde no hab¨ªa y regalaba otro gol f¨¢cil a L¨®pez, que se negaba una y otra vez a marcar. No estaba dispuesto. S¨ª lo estaba, en cambio, en d¨¢rselos hechos a llie, que correspondi¨® con su tercer tanto de la tarde.

Esta pareja comienza a dar unos rendimientos estimables, aunque tuvo que salir Fernando para que L¨®pez hallara por fin el deseado camino del gol. Dos pases en profundidad del centrocampista valenciano permitieron que L¨®pez, por fin, se reconciliara con el gol. No pod¨ªa negarse por m¨¢s tiempo.