La dataci¨®n de f¨®siles y los residuos radiactivos
?Qu¨¦ relaci¨®n guardan las conchas de moluscos enterradas hace 500.000 a?os en la cuenca del Guadix-Baza y la futura gesti¨®n de residuos radiactivos? Una muy directa e importante, a la vista de la t¨¦cnica de dataci¨®n paleontol¨®gica aplicada a resolver las incertidumbres planteadas a Enresa, la empresa gestora del combustible usado por las centrales nucleares espa?olas, sobre el emplazamiento subterr¨¢neo de semejantes desechos.
El almacenamiento bajo tierra de una sustancia que emitir¨¢ radiaciones durante las pr¨®ximas decenas de miles de a?os exige a los un conocimiento detallado de la evoluci¨®n del lugar donde se planea el enterramiento y del comportamiento del terreno en el ¨²ltimo mill¨®n de a?os. De all¨ª la necesidad de contar con una cronolog¨ªa precisa del pasado geol¨®gico y clim¨¢tico.
S¨®lo algunas
No sirven todas las t¨¦cnicas dataci¨®n. El m¨¦todo habitual del carbono 14 pierde eficacia por encima de 35.000 a?os de antig¨¹edad. El recurso alternativo del uraniotorio tampoco supera los 350.000 a?os. Y la estratigraf¨ªa, si bien posee un alcance superior, no garantiza precisi¨®n. Hace falta una t¨¦cnica capaz de efectuar dataciones de un mill¨®n y medio de a?os con exactitud. ?se es precisamente el perfil de una metodolog¨ªa puesta a punto en esta d¨¦cada, el an¨¢lisis de racemizaci¨®n de amino¨¢cidos.Los amino¨¢cidos son mol¨¦culas org¨¢nicas presentes en todos los seres vivos, y se encuentran en pr¨¢cticamente todos los terrenos. Por tanto, quien domine la t¨¦cnica de datarlos tendr¨¢ un medio eficaz de elaborar la cronolog¨ªa de los estratos sedimentarios. Dicho as¨ª parece sencillo. Sin embargo, ?c¨®mo datar con precisi¨®n unas mol¨¦culas determinadas?
Los avances en biolog¨ªa molecular nos han descubierto que en todos los seres vivos, con algunas excepciones, s¨®lo existen L-mino¨¢cidos. Tras la muerte se inicia una reacci¨®n qu¨ªmica, la racemizaci¨®n, por la cual los L-amino¨¢cidos se van transformando en D-amino¨¢cidos. A lo largo de este largo proceso va variando la proporci¨®n de unos y otros amino¨¢cidos. Obtenidas en laboratorio las constantes y variables de esta reacci¨®n qu¨ªmica, ya es factible dise?ar las ecuaciones para determinar la edad de f¨®siles de hasta un mill¨®n y medio de a?os.
?Qu¨¦ papel juegan aqu¨ª las mentadas conchas de molusco? La respuesta reside en su peculiar constituci¨®n molecular: "Las conchas contienen una alta proporci¨®n de amino¨¢cidos, muy conveniente en este tipo de an¨¢lisis", explica Trinidad de Torres, paleont¨®logo a cargo del laboratorio de dataci¨®n de la Escuela Superior de Minas, contratado por Enresa para datar dep¨®sitos de sedimentos de la mitad sur de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. "Los moluscos, a su vez, son los restos f¨®siles m¨¢s abundantes en los estratos geol¨®gicos, vestigios de mares, r¨ªos y lagunas desaparecidas". Basta una ojeada con el microscopio a tina muestra de terreno de la cuenca Guadiz-Baza para ver los diminutos granos de sedimentos salpicados de conchas y caparazones de crust¨¢ceos de menos de un mil¨ªmetro de tama?o. Pasada la muestra por el tamiz, queda una cucharada de f¨®siles ¨ªnfimos lista para el an¨¢lisis.
Mezclados con ¨¢cido clorh¨ªdrico en una probeta, los f¨®siles, enteros o pulverizados, se disuelven en un caldo de amino¨¢cidos. Despu¨¦s se introduce el l¨ªquido resultante en el aparato clave del proceso: un cromat¨®grafo de gases. Su cometido es ionizar las mol¨¦culas y de ese modo obtener su espectro (su huella digital qu¨ªmica). Obtenido ¨¦ste, basta una consulta con la nutrida biblioteca de espectros disponible en su memoria para identificar las mol¨¦culas correspondientes a los L-amino¨¢cidos y a los D-amino¨¢cidos. El cromat¨®grafo mide tambi¨¦n la proporci¨®n de unos y otros, a la cual el analista aplicar¨¢ las ecuaciones que le permitir¨¢n deducir la edad de la muestra. Despu¨¦s, el experto coteja los datos de las muestras analizadas con el fin de asegurarse resultados estad¨ªsticamente fiables
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