"Los m¨²sicos son los ¨²nicos culpables de la prostituci¨®n de la m¨²sica"
Naci¨® en Hungr¨ªa, pero se siente profundamente vien¨¦s. Venera a Bach, Mozart y Schubert, pero soporta mal la m¨²sica de su compatriota Franz Liszt, del que asegura que nunca tocar¨¢ una sola nota. Andr¨¢s Schiff (Budapest, 1953), uno de los grandes pianistas de la actualidad, es un m¨²sico sereno y tranquilo que se declara espiritualmente ligado al pasado y denuncia, con crudeza envuelta en exquisitos modales, el mercadeo que rodea la vida musical actual. "Son los m¨²sicos los que prostituyen la m¨²sica para ganar mucho dinero. Los tres tenores son un buen ejemplo, pero no el ¨²nico", afirma con voz suave. Schiff ofreci¨® el jueves un recital con sonatas de Domenico Scarlatti, Haydn y Schumann en Barcelona, programa que interpretar¨¢ ma?ana en Las Palmas, el d¨ªa 3 en Tenerife, el 5 en Oviedo y el 7 en Madrid, en el Auditorio Nacional.La tristeza se refleja en la cara de Schiff cuando habla del actual panorama musical. "Cada vez quedan menos m¨²sicos honestos y capaces de negarse a manipulaciones comerciales", se lamenta. "No me imagino al violonchelista Pau Casals o al director de orquesta Wilhelm Furtw?ngler haciendo cosas como las que montan los tres tenores. Admiro a Pl¨¢cido Domingo, al que considero un gran artista, Pero me ofende cuando se embarca en proyectos de poca categor¨ªa musical. Luciano Pavarotti me ofende menos, porque no es un gran artista", a?ade sin ambages .
A Schiff nunca le ha interesado hacer una carrera de virtuoso del teclado, prefiere repertorios intimistas, que exigen reflexi¨®n,y huye de los fuegos artificialesque inundan las partituras de autores como Liszt y Rachmaninov, que no quiere interpretar."No digo que su m¨²sica sea mala, les respeto como compositores y pianistas, pero sus obras no me dicen nada. Prefiero consagrarme a los m¨²sicos que adoro, como Mozart, Schubert,Schumann, Bart¨®k o Bach, el m¨¢s genial de todos los compositores".
El pianista h¨²ngaro, que fue muy cr¨ªtico con la conmemoraci¨®n en 1991 del a?o Mozart, efect¨²a en cambio un balance positivo del bicentenario del nacimiento de Schubert, conmemorado el pasado a?o. "Creo que no hacen falta excusas para tocar su m¨²sica, pero el bicentenario ha servido para que el p¨²blico conozca mejor sus obras. Afortunadamente no se ha repetido el circo comercial que se mont¨® en torno a Mozart, aunque he vuelto a ver a colegas que nunca tocan Schubert aprovechando las ocasiones para dar m¨¢s conciertos", concluye.
Su obsesi¨®n por la claridad y la pureza del sonido le permite recrear con enorme belleza la m¨²sica de Bach en un piano moderno. "Rameau y Couperin no suenan bien en un piano moderno, pero Bach es un caso aparte, es la figura central de la m¨²sica occidental y su obra, tan profunda, espiritual y hermosa, suena maravillosamente si se toca con el cuidado adecuado", comenta.
Su pasi¨®n bachiana le lleva incluso a empu?ar la batuta. "S¨®lo he dirigido orquestas mientras toco conciertos de Mozart o Beethoven, pero con Bach har¨¦ una excepci¨®n y dirigir¨¦ su Pasi¨®n seg¨²n san Mateo en el a?o 2001 por varias ciudades europeas".
Schiff ha incorporado obras de Chopin a su repertorio y ha grabado recientemente p¨¢ginas de Schumann, Haydn y Smetana, pero sigue sin querer tocar y grabar las sonatas de Beethoven. "No pienso hacerlo hasta dentro de bastantes a?os, cuando tenga algo que decir sobre Beethoven que no fuera dicho hace 60 a?os por un genio como Artur Schnabel".
Tampoco quiere repetir obras ya grabadas, aunque har¨¢ una excepci¨®n con su obra predilecta, las Variaciones Goldberg. "Es una m¨²sica que amo profundamente y quiero grabarla de nuevo, pero ahora lo har¨¦ en v¨ªdeo". Por cierto, Schiff tampoco parece muy entusiasmado con el mito de Glenn Gould. "No soporto la mitificaci¨®n est¨²pida, con esa legi¨®n de imitadores que quieren tocar las Variaciones Golberg sin detenerse a pensar que son obras del genio bachiano, no una creaci¨®n de Gould".
Babelia
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