El largo brazo de Udai Husein
La policia jordana vincula al hijo mayor de Sadam, con el asesinato de 6 iraquies
El brazo armado de Udai ha vuelto a actuar. Esta vez fue en la capital jordana, donde seis ciudadanos iraqu¨ªes y dos empleados egipcios fueron degollados el 18 de enero. Las conjeturas de la oposici¨®n democr¨¢tica iraqu¨ª y las primeras investigaciones policiales responsabilizan al primog¨¦nito del dictador de Bagdad, Sadam Husein, de estos hechos, sobre todo tras analizar la trayectoria profesional y vital de tres de las v¨ªctimas, dos hombres de negocios y un diplom¨¢tico, todos ellos colaboradores de Barzan al Takriti, el hermanastro del presidente, en conflicto permanente con el iracundo Udai. Un comando de cuatro asesinos profesionales surgido de la noche fr¨ªa del Ramad¨¢n de Amm¨¢n interrumpi¨® en la medianoche del s¨¢bado 17 la velada que Sami Thomas George, de 62 a?os, estaba ofreciendo en su casa a un viejo amigo, Namir Shaker Ouji, de 47 a?os, otro emprendedor y acaudalado hombre de negocios iraqu¨ª. Los dos compart¨ªan desde hac¨ªa a?os la pr¨¢ctica religiosa de la minoritaria Iglesia Cristiana Asiria y la delicada aventura de administrar la fortuna de la familia de Sadam Husein, siguiendo las indicaciones que desde Ginebra les impart¨ªa Barzan al Takriti, el hermanastro del dictador. Los cuatro miembros del comando se enzarzaron con sus dos primeras v¨ªctimas, Sami Thomas George y Namir Shaker Ouji, en una larga discusi¨®n sobre deudas y dinero que degener¨® en una org¨ªa de violencia. Los sicarios decidieron atarles las piernas y los brazos en sus sillones y empezaron a torturarles, practicando con ellos un brutal ritual, como si hubiera sido estudiado y decidido de antemano: primero les efectuaron ligeros cortes en los brazos; despu¨¦s, en la zona del h¨ªgado; m¨¢s tarde, en las ¨¢reas pr¨®ximas del coraz¨®n, para acabar finalmente con el tajo brutal y sangriento en el cuello. La misma violencia, minuciosamente estudiada, fue utilizada tambi¨¦n con una tercera v¨ªctima clave: el diplom¨¢tico iraqu¨ª, encargado de negocios en la Embajada de Amm¨¢n, Hikmet al Hajo, quien hab¨ªa llegado a la casa del crimen inesperadamente, cuando los asesinos hab¨ªan iniciado ya su trabajo. Hikmet Abdul Razaq al Hajo, de 45 a?os de edad, n¨²mero dos de la delegaci¨®n iraqu¨ª en Amm¨¢n, compart¨ªa, con las otras v¨ªctimas intereses tambi¨¦n comunes, como los relacionados con las operaciones comerciales vinculadas con Irak y con la fortuna del clan de Sadam Husein. Pero sobre todo Al Hajo participaba con sus otros dos amigos en esa f¨¦rrea lealtad hacia el hermanastro del dictador de Bagdad, Barzan al Takriti. No en vano, una docena de a?os atr¨¢s, ¨¦ste le hab¨ªa rescatado del Ministerio de Asuntos Exteriores para convertirlo en uno de sus m¨¢s fieles colaboradores de los servicios secretos de Irak, en aquella ¨¦poca bajo su mando. Pocas horas despu¨¦s del asesinato, cuatro ciudadanos iraqu¨ªes con pasaporte diplom¨¢tico que trataban de regresar a su pa¨ªs de origen por el paso fronterizo de Karameh, la ¨²nica v¨ªa de entrada y salida de Irak, eran interceptados por la polic¨ªa jordana. La polic¨ªa de Jordania ha empezado a interrogar a estos detenidos y a bucear tambi¨¦n en los archivos que el millonario Sami Thomas George -la primera victima- pose¨ªa en su casa. La b¨²squeda tiene como objeto tratar de confirmar informaciones confidenciales seg¨²n las cuales ¨¦l y su amigo Namir Ochi -segunda v¨ªctima- se hab¨ªan especializado en operaciones de alto riesgo destinadas a facilitar a Irak armas modernas sometidas al embargo de las Naciones Unidas. Los detalles de las operaciones financieras han empezado a quedar al descubierto, poniendo en evidencia un entramado de empresas e intereses que configuran una sutil l¨ªnea que va desde los palacios de Bagdad hasta las oficinas que en Ginebra mantiene abiertas Barzan al Takriti, el hermanastro de Sadam. Barzan al Takriti vive desde hace algunos a?os en Ginebra la amargura de un ostracismo impuesto por el propio Sadam Husein y su hijo Udai, tras haberse responsabilizado durante a?os de los servicios de espionaje en Irak. Las rivalidades y los conflictos familiares le obligaron a salir del n¨²cleo central del poder en Bagdad y aceptar un exilio c¨®modo, primero en la Embajada ante la ONU, en Nueva York y despu¨¦s en la de Ginebra, donde recibi¨® adem¨¢s el encargo de administrar la fortuna de Sadam. El nombre de Barzan apareci¨® ya en marzo de 1991 vinculado a las finanzas personales de Sadam Husein, cuando en nombre de la Montana Corporation, una empresa registrada en Panam¨¢, adquiri¨® una participaci¨®n de Ia multinacional francesa Hachette, considerada como la sexta compa?¨ªa del mundo especializada en servicios y medios de comunicaci¨®n. Esta compra de acciones formaba parte de una gran operaci¨®n, encomendada por la familia de Sadam Husein a testaferros, destinada a escamotear dentro de empresas occidentales cerca de 1.000 millones de d¨®lares (150.000 millones de pesetas) y de escapar a las sanciones impuestas a Irak. La guerra abierta que desde hace a?os se mantiene en el seno de la familia Sadam enfrenta permanentemente, y con toda ferocidad, al primog¨¦nito del dictador, Udai, con Barzan, el hermanastro de su padre. El asesinato m¨²ltiple de Amm¨¢n podr¨ªa ser el pen¨²ltimo cap¨ªtulo de una lucha sin cuartel por el control del clan del presidente de Irak, una contienda que se ha saldado en los ¨²ltimos a?os con el asesinatos al menos de tres familiares. En los tres casos, las muertes fueron imputadas directa o indirectamente, al brazo armado de Udai.
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