Un buen titular incorrecto

La necesidad que tiene el periodista, incluso el m¨¢s riguroso, de llamar la atenci¨®n del lector sobre lo que escribe le induce a veces a bordear los l¨ªmites de la noticia. Esa actitud es ilustrada en el seno de la profesi¨®n con dichos tan ingeniosos como el que afirma que nunca hay que dejar que la realidad estropee un buen reportaje. Que podr¨ªa desdoblarse en otro que dijera que no hay que permitir que una informaci¨®n impida un buen titular. ?Sucedi¨® algo de esto en la redacci¨®n del titular que dio cuenta, en la primera p¨¢gina de EL PA?S del 12 de enero, de la importante noticia del descubrimiento de un fraude en la venta de gasolina en la Comunidad de Madrid? El titular de la noticia que mereci¨® la portada del peri¨®dico dec¨ªa as¨ª: Tres de cada 10 gasolineras de la Comunidad de Madrid enga?an a sus clientes, seg¨²n un estudio de la OCU. Mikel Buesa, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, manifiesta que ese titular tiene "un contenido claramente enga?oso", de acuerdo con las reglas estad¨ªsticas. Y lo razona: "La muestra analizada por la OCU es demasiado peque?a (21 puntos muestrales) en relaci¨®n con las gasolineras existentes en Madrid. De acuerdo con la noticia, deduzco que son 262; por tanto, una muestra aleatoria de 21 unidades permitir¨ªa obtener datos con un margen de error del ¡À 21, 1%, con un nivel de confianza del 95,5%. Esto significa que, si la OCU ha encontrado seis casos en los que se suministra menos combustible del que marca el surtidor, el titular correcto de la noticia ser¨ªa: Entre 8 y 50 de cada 100 gasolineras de Madrid enga?an a sus clientes. Claro que eso es como no decir nada, dado su margen de incertidumbre". El lector detalla la operaci¨®n estad¨ªstica que lleva a esa conclusi¨®n, si bien no parece necesario reproducirla aqu¨ª. Lo importante es resaltar que, a su juicio, para que el estudio hubiera tenido validez en t¨¦rminos generales (estad¨ªsticos) con un margen de error normalmente aceptable entre los estudiosos de las ciencias sociales (un ¡À 5% con un nivel de confianza del 95,5%), la muestra la tendr¨ªan que haber formado 159 gasolineras; es decir, casi ocho veces m¨¢s de las realmente analizadas". El Defensor del Lector ha contrastado esta opini¨®n con la de otro experto en estad¨ªstica, como lo es, sin duda, el presidente de Demoscopia, Jos¨¦ Ignacio Wert. Para Wert, lo que dice el lector es "incuestionable desde el punto de vista estad¨ªstico". Pero, a su juicio, lo m¨¢s importante que plantea "est¨¢ m¨¢s all¨¢ de las technicalities, y tambi¨¦n en eso creo que su an¨¢lisis es correcto". Es decir, subraya Wert, "en el fondo, el trabajo de la OCU viene presentado (probablemente la propia presentaci¨®n de la OCU induce al equ¨ªvoco, pero no me consta) como lo que no es, a saber, un muestreo representativo. Eso no quita valor informativo ni importancia a las revelaciones. Simplemente, obligar¨ªa a presentarlas de otra manera no inferencial. Un titular -sobrio y descriptivo (Seis de las 21 gasolineras inspeccionadas por la OCU enga?an a sus clientes, por ejemplo) no hubiera sido menos fuerte ni menos impactante, y, en cambio, ser¨ªa irreprochable, al no establecer inferencias estad¨ªsticas indebidas". Hay que darle, pues, la raz¨®n al lector en su an¨¢lisis. Se realiz¨® en el titular una extrapolaci¨®n indebida de los datos obtenidos en la investigaci¨®n de la OCU que no empa?a, desde luego, la gravedad del fraude denunciado. Incluso es posible que el titular, vistas las irregularidades descubiertas, resulte premonitor, pero entretanto es inexacto. Miguel Gonz¨¢lez, autor de la informaci¨®n, aunque no del titular cuestionado, cree conveniente subrayar la importancia, en cuanto a facturaci¨®n y n¨²mero de surtidores, de las gasolineras investigadas por la OCU. La observaci¨®n tiene un indudable inter¨¦s informativo, pero no cambia el car¨¢cter de la muestra. Todo ello pone una vez m¨¢s de relieve que la estad¨ªstica, es decir, su tratamiento editorial e informativo, sigue siendo una asignatura pendiente en las redacciones. Como afirma Wert, es un problema que muchos medios se plantean y cuya soluci¨®n "creo que es un elemento de diferenciaci¨®n cualitativa que EL PA?S podr¨ªa considerar".

Ej¨¦rcito y Pa¨ªs Vasco

Un lector de Alicante, Daniel Climent, reprocha al Defensor del Lector su silencio ante el aserto de Vicente Verd¨², contenido en su columna titulada M¨¢s del 10 de enero, de que, "en cualquier pa¨ªs civilizado de los que conozco, el Ej¨¦rcito, en lugar de conservarse oculto en los cuarteles, habr¨ªa acudido a proteger las vidas de su sociedad" (Verd¨² se refer¨ªa a la situaci¨®n en el Pa¨ªs Vasco tras el asesinato por ETA del concejal del Partido Popular Jos¨¦ Ignacio Iruretagoyena). El lector muestra su preocupaci¨®n por que "el arrebato justiciero de alguno de los colaboradores del peri¨®dico ponga en entredicho su trayectoria tantas veces demostrada en defensa de la legalidad vigente (que, entre otras cosas, impide que el Ej¨¦rcito 'salga' de los cuarteles, seg¨²n se ped¨ªa en el mencionado art¨ªculo) y de los logros de la sociedad civil, civilizada y democr¨¢tica". El Defensor del Lector consider¨® -err¨®neamente, por lo que se ve- que la inequ¨ªvoca l¨ªnea editorial de EL PA?S sobre el tema, as¨ª como las tres cartas publicadas el d¨ªa 16 en contra de lo manifestado por Verd¨², hac¨ªa innecesaria cualquier otra manifestaci¨®n al respecto. EL PA?S se ha pronunciado incluso en contra de la intervenci¨®n del Gobierno en el Pa¨ªs Vasco para garantizar la seguridad- como sugiri¨® Manuel Fraga eI mismo d¨ªa del asesinato del concejal del PP. Al d¨ªa siguiente, en un editorial titulado Pol¨¦mica inoportuna, se dec¨ªa: "A estos efectos, no parece muy oportuna la apelaci¨®n de Fraga a las situaciones de excepcionalidad que contempla la Constituci¨®n. M¨¢s adecuado podr¨ªa ser, si llega el caso, invocar el art¨ªculo del Estatuto de Gernika que plantea la posibilidad de que el propio Ejecutivo vasco pida el apoyo del Gobierno central". De otro lado, los lectores firmantes de las cartas publicadas el d¨ªa 16 -buenos conocedores de la trayectoria de EL PA?S- han interpretado con acierto el sentir y la doctrina del peri¨®dico sobre la cuesti¨®n. Pero lo alarmante, a tenor de lo apuntado por el lector de Alicante es que del aserto de Verd¨² pueda deducirse una posici¨®n favorable a la actuaci¨®n aut¨®noma a la antigua usanza del Ej¨¦rcito en los asuntos del Estado, en contra de la letra y el esp¨ªritu del art¨ªculo 8? de la Constituci¨®n. Verd¨² rechaza tal interpretaci¨®n. "Al parecer", dice, "alg¨²n lector de experiencias franquistas ha interpretado que en mi columna M¨¢s del 10 de enero propugnaba yo que el Ej¨¦rcito tomara la iniciativa de intervenir en el Pa¨ªs Vasco. Contra esa tergiversaci¨®n, el texto constataba llanamente que, en pa¨ªses civilizados y tan pr¨®ximos como Francia, el Estado no ha tenido prejuicios, como los que sufren algunos 'superdem¨®cratas' espa?oles, en poner el Ej¨¦rcito al servicio de la sociedad cuando el acoso terrorista lo ha demandado. Estados Unidos, al que otros hiperdem¨®cratas citan a menudo, no habr¨ªa dudado tampoco en hacer lo mismo. Hasta ah¨ª llegaba mi consideraci¨®n, a?adiendo que 'acaso no convenga hacerlo aqu¨ª', pensando en las connotaciones que a¨²n pesan sobre el Ej¨¦rcito".Bien venida sea la aclaraci¨®n de un texto que pudo plantear dudas en su literalidad.

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