Greene vuelve a volar

El estadounidense Maurice Greene volvi¨® a volar. Su t¨ªtulo mundial al aire libre de 100 metros en Atenas fue ya espl¨¦ndido, pero le falt¨® la guinda del r¨¦cord. Derrot¨® al canadiense Donovan Bailey, pero qued¨® a dos cent¨¦simas de sus 9.84 segundos. Ayer confirm¨® que es el rey de la velocidad y bati¨® el de 60 con 6.39, justamente dos cent¨¦simas menos que la marca anterior. Las que le faltaron en agosto en Grecia para mayor gloria.Greene es un atleta compensado y tocado con el aura de las fibras explosivas. Sus 1,75 metros, una estatura inferior a las de los ¨²ltimos monarcas, se han impuesto en el hect¨®metro con la enorme potencia que atesora. Y tras amenazar el domingo en la reuni¨®n de Stuttgart, donde igual¨® el r¨¦cord mundial que pose¨ªa su compatriota Andre Cason desde 1992 en 6.41 segundos, lo ha vuelto a hacer l¨®gicamente en los m¨¢s cortos 60, la distancia ya cl¨¢sica de la velocidad bajo techo. Anoche, en la r¨¢pida pista del Palacio de Deportes de Madrid, donde ya se hab¨ªan superado seis r¨¦cords mundiales -e igualado otro- encontr¨® el escenario ideal.

A Greene le perjudic¨® una salida nula de su compatriota Jon Drummond. Fue por tan poco, y tan explosiva de ambos, que eso siempre molesta a los atletas. Todos quedan pensando en lo que habr¨ªan podido hacer y adem¨¢s les obliga a repetir el duro ritual de la concentraci¨®n. Pero la disposici¨®n de Greene era tan buena, que recondujo el l¨®gico enfado hacia el. r¨¦cord. Sali¨® bien, mejor que en la serie semifinal, donde no se arriesg¨® y termin¨® en 6.47. Y volvi¨® a correr seg¨²n su costumbre: sin levantar la cabeza en los primeros 30 metros, como pose¨ªdo a¨²n de la cercan¨ªa de la pista tras salir de rodillas de los tacos. Volando bajo. Y apenas tres segundos despu¨¦s, como en otro ritual, casi mec¨¢nico, fue drigiendo la mirada al frente a partir de los 35 metros. Y vol¨® m¨¢s alto. No necesit¨® llegar a las 30 zancadas para ser el m¨¢s r¨¢pido. Incluso borr¨® tambi¨¦n los anulados 6.41 de Ben Johnson en 1987.

Sus 6.39 suponen una velocidad media de 33,8 kil¨®metros por hora, pero con una punta final superior a los 40 en la meta, donde en esta distancia -como sucede en los 100- los atletas alcanzan la m¨¢xima velocidad.

Greene, que ha demostrado estar en una gran forma, a¨²n puede recortar esquirlas al r¨¦cord en pr¨®ximas reuniones, como en Birmingham (Reino Unido) el d¨ªa 15. Antes ir¨¢ a los Millrose Games de Nueva York este fin de semana. Su meta, ha dicho, est¨¢ en los 6.311 pero de momento ya ha cumplido uno de sus objetivos. El otro, lo volvi¨® a recordar ayer: "Ahora ir¨¦ por el r¨¦cord de 100 al aire libre". Y pronto, en Australia, a fin de mes.

La reuni¨®n, que s¨®lo ten¨ªa como gran atracci¨®n el intento de r¨¦cord de Greene, depar¨® tambi¨¦n varias marcas mundiales del a?o de ilustres medallistas ol¨ªmpicos y mundiales: en 60 vallas, Allen Johnson (EE UU), 7.44 segundos -a 15 cent¨¦simas del r¨¦cord- y Michelle Freeman (Jamaica), 7.74 -a s¨®lo cinco-, y en longitud, James Beckford (Jamaica), 8,21 metros.

En las pruebas espa?olas, Isaac Viciosa domin¨® a Manuel Pancorbo y Anacleto Jim¨¦nez en los 3.000, y Alberto D¨ªaz confirm¨® su gran momento en los 1.000, donde desapareci¨® un Roberto Parra a¨²n muy lejos de sus buenos d¨ªas.