Sism¨®logos espa?oles vinculan el origen de Albor¨¢n al foco de terremotos en Granada
La zona sur de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica plantea al menos dos serios problemas a geof¨ªsicos de todo el mundo. Uno es la cuenca del Mar de Albor¨¢n, que va desde el estrecho de Gibraltar hasta Almer¨ªa. El otro, un Foco de terremotos situado a la inusual profundidad de 650 kil¨®metros bajo la localidad granadina de D¨²rcal. Ahora sism¨®logos espa?oles del Instituto Geogr¨¢fico Nacional proponen en la prestigiosa revista Geophysical Journal International que ambos fen¨®menos est¨¢n relacionados. Sugieren que un gran pedazo de la litosfera terrestre ha viajado a cientos de kil¨®metros de profundidad por el interior del manto terrestre desde el mar de Albor¨¢n hasta debajo de Granada.
Las placas
Hasta ahora estos dos misterios en la zona Sur de la Pen¨ªnsula hab¨ªan sido abordados siempre por separado. En Albor¨¢n el enunciado del problema es el siguiente. Las placas africana y euroasi¨¢tica se est¨¢n acercando lentamente, a un ritmo de unos cuatro mil¨ªmetros, al a?o, lo que significa que en la l¨ªnea de choque, por la presi¨®n, deber¨ªa formarse una cordillera de monta?as; en cambio, lo que se observa en el Mar de Albor¨¢n es una depresi¨®n, con todas las caracter¨ªsticas de las zonas en que las costuras de la corteza de la Tierra se est¨¢n abriendo para dejar salir material caliente del manto. ?C¨®mo resolver el entuerto?Varias teor¨ªas compiten por conseguirlo, ninguna de ellas mayoritariamente aceptada. La ¨²ltima, propuesta por primera vez en 1995, sugiere que debido a la propia, fuerza de compresi¨®n entre ?frica y Europa un pedazo de la litosfera debi¨® romperse y hundirse gradualmente en el manto, a cientos de kil¨®metros de profundidad, mientras que material nuevo iba ocupando su lugar. Es un proceso llamado de delaminaci¨®n.
El trabajo de Julio Mezcua y Juan Rueda apoya este modelo. Su trabajo ha consistido en analizar todos los terremotos registrados en la zona entre 1950 y 1995, unos 300 en total, de los cuales menos del 5% fueron de magnitud suficiente para ser sentidos. "Hemos relocalizado toda la sismicidad del ¨¢rea y tambi¨¦n hemos estudiado el mecanismo de los terremotos", indica Mezcua. Un terremoto ocurre cuando la litosfera se fractura y los fragmentos resultantes se mueven; los sism¨®logos resuelven el mecanismo de un terremoto cuando logran describir el desplazamiento de estos pedazos y c¨®mo son las fuerzas que han ejercido el uno sobre el otro.
Este tipo de an¨¢lisis de los terremotos -su relocalizaci¨®n exacta y el estudio de sus mecanismos- da informaci¨®n sobre lo que pasa en la litosfera a profundidades concretas, un dato que no proporcionan otras t¨¦cnicas geof¨ªsicas. Por ejemplo, por los terremotos ocurridos entre 60 y 120 kil¨®metros de profundidad los sism¨®logos deducen que hoy en la cuenca de Albor¨¢n debe haber material que, asciende poco a poco, "a golpes", lo que corresponder¨ªa al material m¨¢s caliente del manto que ocupa el espacio dejado por el fragmento supuestamente delaminado.
Pero, ?d¨®nde est¨¢ ahora ese fragmento, que debe medir 200 por 400 kil¨®metros de lado y unos 80 kil¨®metros de grosor? La teor¨ªa que defienden Mezcua y Rueda es que se ha pasado los ¨²ltimos 10.000 a?os, aproximadamente, viajando por el interior del manto terrestre hasta colocarse bajo la provincia de Granada. Su presencia all¨ª ser¨ªa la causa de los al menos seis terremotos registrados desde 1954 originados a m¨¢s de 600 kil¨®metros de profundidad. "Esto se da en muy pocos lugares en el mundo. Al primero registrado, en 1954, se refieren los libros como "El terremoto espa?ol de gran profundidad"; fue muy intenso, de m¨¢s de siete grados de magnitud, pero por su profundidad apenas se sinti¨®. De haber sido superficial se habr¨ªa notado hasta en Barcelona", explica Mezcua.
Zona fr¨ªa
Seg¨²n Mezcua: "De lo que no hay duda es de que ah¨ª debe haber una zona fr¨ªa, menos el¨¢stica que el resto del material m¨¢s caliente del manto, porque de lo contrario no se podr¨ªa romper y producir terremotos". La existencia de esta zona fr¨ªa -un t¨¦rmino relativo, porque las temperaturas en el manto son del orden del millar de grados- a m¨¢s de 600 kil¨®metros de profundidad bajo Granada se ha determinado recientemente mediante tomograf¨ªa, una t¨¦cnica que a partir del an¨¢lisis de las ondas s¨ªsmicas proporciona una imagen tridimensional de la estructura de la corteza terrestre -como un esc¨¢ner en medicina-. "Lo que falta por aclarar es c¨®mo ha llegado ese trozo ah¨ª. Nosotros proponemos que es el que se ha desprendido de Albor¨¢n, que se ha hundido, ha girado y se ha ido desplazando hacia el sur. De vez en cuando se rompe y produce esos terremotos. No podemos asegurar que sea as¨ª, pero creemos que es una hip¨®tesis que explica todos los datos disponibles", dice Mezcua. Su teor¨ªa se considera novedosa, aunque demostrarla no resulte f¨¢cil.
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