El Zaragoza sentencia en La Romareda

La convicci¨®n es fundamental en el f¨²tbol y los jugadores del Zaragoza han hecho de la Copa una cuesti¨®n de fe. Han desechado la Liga, aun a costa de sufrir duras cr¨ªticas, pero, a menos por lo visto ayer la apuesta no era equivocada. Desbordaron con claridad y contundencia a un Betis desdibujado, que tuvo que emplearse en medio campo en una tarea de contenci¨®n para la que no est¨¢ preparado; mientras, los defensas descubr¨ªan al brasile?o Jamelli, un reci¨¦n llegado que ayer se bast¨® para romper la habitual seguridad defensiva del equipo b¨¦tico.El partido se movi¨® siempre al ritmo que m¨¢s interes¨® al Zaragoza. Con velocidad y verticalidad en el primer periodo, controlando el juego y sobando el bal¨®n tras el descanso. Y todo ello con una alineaci¨®n sorpresa. Luis Costa revolucion¨® a su equipo incorporando a Solana en ella, ofreciendo a Radimov toda la responsabilidad en el centro y recuperando, dos a?os despu¨¦s, un esquema con dos delanteros. El objetivo con este sistema netamente ofensivo no era otro que impedir la progresi¨®n del Betis por las bandas, el aut¨¦ntico temor de Costa. La teor¨ªa result¨® esta vez sobre el c¨¦sped, y Jarni, Nadj y Jaime se encontraron sin posibilidades de progresi¨®n. Incluso Alfonso, desasistido de balones, se ve¨ªa obligado a acercarse a la zona de medios para iniciar el contragolpe.

El Zaragoza ofrec¨ªa la imagen contraria. Con Jamelli erigido en referencia y Radimov y Kily lanzando al equipo, las ocasiones se suced¨ªan en las inmediaciones de Prats. Como ya sucediera en la Liga, una falta fue aprovechada por Acu?a para abrir el marcador cuando el encuentro entraba en una fase de igualdad. A partir de ah¨ª, el Zaragoza se solt¨® sus complejos, se crey¨® superior al Betis y se volc¨® como se hace en el torneo copero.

Luis Aragon¨¦s no ocult¨® el temor que le produc¨ªa el juego del Zaragoza y tuvo que sentar a Alexis, dando entrada a Merino para ganar en fuerza y adelantar a Nadj en un intento de que junto a Jarni pudieran desbordar a Acu?a, que partido a partido hace honor a su apodo de Toro. Pero enfrente ten¨ªa a un equipo muy centrado.

El Betis apenas mostr¨® durante 10 minutos sus posibilidades. Porque el Zaragoza, pasados los minutos de tanteo, volvi¨® a mirar al ¨¢rea de Prat. No lo hac¨ªa con la insistencia del primer periodo, pero s¨ª con el mismo peligro, hasta que Garitano consigui¨® un hito, marcar por primera vez en su carrera deportiva un gol con la cabeza, un gol que pone la Copa muy cuesta arriba al equipo sevillano.