39 a?os de c¨¢rcel para los asesinos de Anabel Segura y s¨®lo seis meses para la mujer que simulo su voz
La Audiencia de Toledo no se ha andado con pa?os calientes con los dos asesinos de Anabel Segura, de 22 a?os, secuestrada y estrangulada el 12 de abril de 1993. El transportista Emilio Mu?oz Guadix y el fontanero C¨¢ndido Ortiz A?¨®n, El Candi, han sido condenados cada uno de ellos a un total de 39 a?os y dos meses de c¨¢rcel -la m¨¢xima pena posible y casi 13 a?os m¨¢s para cada uno de los que reclamaba el fiscal jefe de Toledo, Miguel Gonz¨¢lez Blanco-. En cambio, la condena de Felisa Garc¨ªa, esposa de Emilio, acusada de encubrimiento y de imitar en una cinta la voz de Anabel, es de s¨®lo seis meses de c¨¢rcel, tres a?os menos de los que le reclamaba el fiscal. El cad¨¢ver de Anabel fue localizado el 29 de septiembre de 1995.
Los 39 a?os de prisi¨®n impuestos por la Secci¨®n Primera de la Audiencia de Toledo a Emilio y El Candi (28 a?os y 10 meses por asesinato con alevos¨ªa, 10 a?os por detenci¨®n ilegal y 4 meses por estafa) dejan en entredicho al fiscal jefe de Toledo. ?ste asegur¨® al final del juicio que el nuevo C¨®digo Penal, aprobado en 1996, le imped¨ªa solicitar m¨¢s de 26 a?os y 6 meses de prisi¨®n para los dos principales implicados. El tribunal, en cambio, ha aplicado en este caso el antiguo C¨®digo Penal, aprobado en 1973, y lo hace porque entiende que las penas que ¨¦ste establece "son m¨¢s favorables" a los condenados y conllevan mayores beneficios penitenciarios. Entre ellos, la redenci¨®n de penas por trabajo.La sentencia coincide pr¨¢cticamente, en lo que respecta a Emilio y El Candi, con el relato de los hechos que expuso en el juicio el abogado de la familia Segura, el ex presidente de la Junta de Andaluc¨ªa Rafael Escuredo. No as¨ª en las penas, pues el tribunal impone a ambos acusados casi tres a?os de c¨¢rcel m¨¢s que los que le reclamaba Escuredo, si bien ¨¦ste, al igual que el fiscal, se basaba en la nueva legislaci¨®n penal, que implicar¨ªa para los acusados pasar m¨¢s a?os en la c¨¢rcel. Escuredo demandaba 25 a?os por asesinato, 10 por secuestro y 1 por estafa.
La gran duda
El tribunal, en cambio, se distancia de la pretensi¨®n de la familia Segura en lo que constituy¨® la gran duda del juicio: el grado de participaci¨®n en los hechos de Felisa Garc¨ªa, esposa de Emilio. Escuredo sostuvo que Felisa fue el aut¨¦ntico cerebro del crimen de Anabel -"plane¨® el secuestro, dio la orden de ejecutarla, grab¨® la cinta voluntariamente y sin coacci¨®n alguna de su marido"-. Por todo ello, demandaba que fuese condenada por id¨¦nticos delitos y penas que los otros dos acusados. El tribunal s¨®lo le ha impuesto seis meses de c¨¢rcel: tres por callar durante dos a?os el secuestro y asesinato y otros tres por estafa en grado de tentativa; esto es, por imitar la voz de Anabel en una cinta que su marido envi¨® dos meses despu¨¦s a la familia Segura para hacerle creer que Anabel viv¨ªa y exigir un rescate de 150 millones.Esa cinta era en realidad un camelo. Una farsa, ya que Emilio y el Candi mataron a Anabel, seg¨²n indica la sentencia, en la noche del mismo 12 de abril de 1993, unas seis horas despu¨¦s de secuestrarla en La Moraleja, una lujosa urbanizaci¨®n al norte de Madrid. El tribunal, bas¨¢ndose en los informes de los forenses, certifica que Anabel muri¨® "por ahorcamiento", pero no hace alusi¨®n a la versi¨®n de los forenses que dictaminaron que el cad¨¢ver de Anabel fue inhumado dos veces.
Otra de las dudas que despeja la sentencia es qui¨¦n ejecut¨® el crimen. Emilio mantuvo que la muerte de Anabel fue ideada y materializada por ¨¦l y su compinche. ?ste lo neg¨®. La versi¨®n de El Candi es que sali¨® del habit¨¢culo de la vieja f¨¢brica para dar una vuelta y que al volver se top¨® con que Emilio la hab¨ªa ahorcado. El tribunal lo tiene claro: "fueron los dos y de mutuo acuerdo; ambos discutieron sobre el destino de Anabel (...); tras el crimen, El Candi ayud¨® a Emilio a enterrar el cad¨¢ver (...)". Adem¨¢s razona su convencimiento en la tranquilidad y frialdad con que dos d¨ªas despu¨¦s del crimen telefone¨® el Candi a la familia Segura para exigirle un rescate de 150 millones de pesetas.
El tribunal declara probado en su relato de hechos que Emilio y El Candi tramaron capturar "a una persona adinerada para obtener r¨¢pidos y cuantiosos beneficios" y exigir por su liberaci¨®n un "determinado precio". El 12 de abril de 1993 fueron a La Moraleja, en una furgoneta blanca propiedad del suegro de Emilio, con ese objetivo. Y secuestraron a Anabel, que en ese momento hac¨ªa footing, al azar. Detuvieron el veh¨ªculo a su altura y Emilio la introdujo dentro tras amenazarla con una navaja. El Candi se qued¨® al volante. Como no sab¨ªan qu¨¦ hacer con ella, vagaron con la chica durante unas seis horas "por carreteras de la sierra de Madrid, Segovia y ?vila". Cuenta el tribunal que ambos se quedaron sin gasolina cerca de ?vila, y que, mientras Emilio se qued¨® custodiando a Anabel y "pregunt¨¢ndole por su familia" en la parte trasera del furg¨®n, El Candi fue a pie hasta la gasolinera y volvi¨® con una garrafa de combustible. Finalmente, decidieron llevarla hasta las ruinas de una antigua f¨¢brica de ladrillos situada en el t¨¦rmino municipal de Numancia de la Sagra, en Toledo. Emilio conoc¨ªa bien el lugar porque todos los d¨ªas pasaba cerca de ¨¦l; de hecho, est¨¢ a un kil¨®metro de su domicilio de Pantoja.
Una vez en la f¨¢brica, y temerosos de que alguien les hubiese visto capturar a Anabel, decidieron "ahorcarla". Antes de bajarla del furg¨®n la ataron de pies y manos y le taparon la boca con una cinta adhesiva, lo que dej¨® a Anabel en una situaci¨®n de "absoluta indefensi¨®n (alevos¨ªa)". En contra del criterio de Escuredo, el tribunal entiende que s¨®lo cabe tipificar los hechos como detenci¨®n ilegal -no secuestro-, pues est¨¢ probado que Anabel llevaba dos d¨ªas muerta" cuando pidieron el rescate.
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