"La televisi¨®n impone hoy las nuevas palabras"
Cuando ma?ana entre en la Real Academia Espa?ola, acompa?ado de Ana Mar¨ªa Matute y de Ignacio Bosque, y cuando le responda V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, se emocionar¨¢, dice. Lo mismo que se emocion¨® cuando, en 1997, dej¨® la direcci¨®n de Abc, en la que trabaj¨® desde 1982. Habla con nervio de su trabajo, la televisi¨®n, y se muestra volcado en este medio. "Llevaba 15 a?os en el peri¨®dico, pero surgi¨® la oportunidad de asomarme al periodismo del siglo XXI en esta etapa final de mi vida profesional y me pareci¨® tener una suerte enorme"
"La televisi¨®n digital es la total libertad de expresi¨®n. La ventaja que tiene es que no degradar¨¢ la vida espa?ola. Cuando tienes un canal haces lo que quieres, pero cuando hay tres o cuatro se entra en esa peque?a competencia, buscas audiencia y deterioras el producto. Cuando tienes 200 canales cada uno ve lo que quiere, puedes tener perfectamente un canal intelectual como puede ser la Revista de Occidente. ?sa es la enorme ventaja que tiene, habr¨¢ gente que ver¨¢ programas malos como ocurre cuando compras un peri¨®dico sensacionalista, pero quien quiera podr¨¢ tener un canal hist¨®rico o uno universitario".
La televisi¨®n ha contribuido poderosamente a la unidad del espa?ol, explica Anson. "El idioma corri¨® el riesgo de fracturarse hace 40 a?os en ocho o 10 lenguas, como sucedi¨® con el lat¨ªn. La gran preocupaci¨®n de D¨¢maso Alonso fue que se desperdigara. En la agencia Efe [de la que fue director y presidente] creamos un departamento de espa?ol urgente, que daba respuesta inmediata a todo lo que pod¨ªa ser colonizaci¨®n del idioma o diversificaci¨®n. Todas las cadenas de radio y televisi¨®n, y todos los peri¨®dicos de Iberoam¨¦rica, le brindaron una acogida extraordinaria. La intercomunicaci¨®n en los medios audiovisuales ha hecho que la gente que en Espa?a ve los culebrones argentinos, mexicanos o venezolanos aprende los diferentes giros de estos pa¨ªses. Gracias a eso, a la potencia de la televisi¨®n, y de la agencia Efe, se ha salvado la unidad del idioma y se ha enriquecido".
Anson es rotundo ante el futuro. "El lenguaje period¨ªstico del siglo XXI ser¨¢ el de la televisi¨®n digital. Y ya es hoy la televisi¨®n quien impone las nuevas palabras". Otra cosa es que la Academia se muestre prudente en la admisi¨®n de los nuevos vocablos. En realidad, dice el presidente de Televisa Espa?a, "el siglo XXI tendr¨¢ tres idiomas, y el que no los conozca ser¨¢ no analfabeto pero casi: el ingl¨¦s, el espa?ol y la inform¨¢tica". Aunque totalmente sumergido en el mundo de la televisi¨®n, contin¨²a vinculado al periodismo impreso. "Estoy en el consejo de direcci¨®n de ABC y hago el suplemento cultural". Est¨¢ convencido de la supervivencia del papel. "No hay el menor riesgo para el peri¨®dico impreso. Seguir¨¢ siendo el veh¨ªculo de mayor influencia al margen de la repercusi¨®n popular que pueda tener la televisi¨®n. Los sectores dirigentes de la sociedad nunca dejar¨¢n de leer los peri¨®dicos, porque ¨¦stos permiten lo que no se logra en el audiovisual, la reflexi¨®n".
Se muestra comprensivo con los errores ortogr¨¢ficos o sint¨¢cticos que se producen en los medios. "Respeto profundamente pero no comparto la opini¨®n de algunos acad¨¦micos actuales sobre el da?o que los periodistas hacen al idioma. No es lo mismo escribir un art¨ªculo en tu mesa de trabajo, con diccionarios, gram¨¢ticas y libros de consulta, que la cr¨®nica del periodista sentado en un barril de dinamita oyendo tiros en Bosnia. Y no es lo mismo el trabajo del escritor en su biblioteca o en su despacho que cuando a las dos y media de la madrugada te encarga el director que hagas un editorial, y que pasa pr¨¢cticamente del ordenador a la rotativa sin haber tenido apenas tiempo para releerlo. Es evidente que tiene que haber errores pero en su conjunto hoy los periodistas, ese periodista universitario que es el que prevalece, tienen un gran sentido del idioma, un gran cuidado y se esfuerzan por corregir sus defectos, por expresarse bien. A veces, cuando escucho una retransmisi¨®n deportiva, con la velocidad que implica un partido de futbol o de baloncesto, me asombra la capacidad que tienen algunos de nuestros compa?eros para expresarse sin cometer errores sint¨¢cticos o gramaticales. Los que vivimos esta profesi¨®n sabemos hasta qu¨¦ punto es injusto que se haga esa cr¨ªtica. Hoy los periodistas en Espa?a sirven eficazmente a la causa del idioma".
La indulgencia de Anson para con las erratas incluye a la propia Academia. Por eso acoge con media sonrisa la que aparece en la tarjeta de invitaci¨®n a su ingreso: Lu¨ªs, escrito tal que as¨ª, con acento. "Ya ves, hasta la Academia comete errores".
Luis Mar¨ªa Anson comparte la pasi¨®n y el entusiasmo que casi todos los acad¨¦micos sienten por la docta casa. "No queda una sola instituci¨®n espa?ola del siglo XX que sea hoy obedecida en Iberoam¨¦rica como la Academia. Eso significa que los acad¨¦micos y la Academia lo han hecho razonablemente bien pues si no no ser¨ªa obedecida. Act¨²a con prudencia, con moderaci¨®n, con buen sentido, con rigor cient¨ªfico, de manera que hoy los pueblos de cualquier pa¨ªs iberoamericano, desde Nicaragua hasta M¨¦xico, acatan lo que dice la Academia. Las Academias iberoamericanas est¨¢n en contacto y en penetraci¨®n con la Espa?ola porque el trabajo se ha hecho con mucha seriedad. Ha tenido defectos y los tendr¨¢, pero en su conjunto el balance es altamente positivo. Es un organismo creado en el siglo XVIII y que est¨¢ vivo en 22 naciones. Este es el atractivo enorme que tiene la Academia". No regatea los elogios a la labor de su actual director, Fernando L¨¢zaro Carreter. "Lo ha hecho espl¨¦ndidamente bien. La ha modernizado y hoy es una empresa con una gesti¨®n organizada a la ¨²ltima, con un sistema inform¨¢tico en punta, de vanguardia, como la empresa m¨¢s desarrollada que puede haber en Espa?a".
In¨¦ditos de Juan Ram¨®n
Anson cuenta que ha trabajado mucho en su discurso de ingreso, Palabras de amor de los poetas. Recorre toda la poes¨ªa del amor, " y por lo tanto es un oc¨¦ano. He procurado buscar, en cada uno de los territorios de la poes¨ªa, los nombres que, desde mi punto de vista, han sido m¨¢s destacados, de la poes¨ªa de la negritud, de la ¨¢rabe, de la extremo oriental, de la iberoamericana, la espa?ola o la oriental. He buscado a los poetas cumbre y sobre ellos he construido ese tejido de palabras de amor. Ha sido un ejercicio muy complicado que me ha costado mucho".Su discurso incorpora tres poemas in¨¦ditos de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez. Parte del esfuerzo estuvo en localizarlos. "Yo soy un periodista y cuando hago el discurso para la Academia sale el periodista". Desea que su ingreso en la Academia sea un acto period¨ªstico y literario. "Yo no tengo nada que ver con el poder pol¨ªtico. Desde hace 46 a?os vivo de la profesi¨®n, nunca he tenido ni querido un cargo p¨²blico. Soy un se?or de clase media con muy pocos recursos econ¨®micos y por lo tanto he vivido siempre de la pluma, al principio muy mal y ahora mejor".
Ocupar¨¢ el sill¨®n ?, una letra peleona que le gusta mucho. "Es entra?able. Es la letra de Espa?a, tambi¨¦n la de ni?a o la de cari?o. No tenemos que defenderla en el uso del espa?ol, sino en los sistemas inform¨¢ticos universales. Ya la tenemos incorporada en Europa, como la ce cedilla. Es una batalla bonita y f¨¢cil".
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