Bolonia presenta en 77 obras Ias 'Luces del Siglo de Oro espa?ol'

La belleza de formas y colores, la perfecci¨®n t¨¦cnica y un fervor religioso que desterr¨® de los lienzos cualquier referencia a la mitolog¨ªa o a la vida cotidiana definen la pintura del Siglo de Oro espa?ol. Una pintura que logr¨® un reconocimiento internacional algo tard¨ªo y que en Italia no ha merecido a¨²n la atenci¨®n adecuada. La Uni¨®n Latina, una organizaci¨®n gubernamental en la que participan 34 pa¨ªses unidos por el legado de la cultura romana, se ha propuesto remediar este problema organizando una exposici¨®n con 77 obras sobre el Siglo de Oro espa?ol en la Pinacoteca Nacional de Bolonia. La muestra ser¨¢ inaugurada hoy por el primer ministro italiano, Romano Prodi, y el vicepresidente espa?ol Francisco ?lvarez-Cascos.

Las Luces del Siglo de Oro espa?ol le resultar¨¢n extremadamente sombr¨ªas al italiano de a pie que se acerque a la Via delle Belle Arti, donde hasta el 13 de abril se exhibe la muestra. La espiritualidad torturada de El Greco, el tenebrismo de los santos de Ribalta, la maestr¨ªa cruel de los -escasos- retratos de Diego Vel¨¢zquez, el sobrecogedor aspecto de los Cristos clavados a la cruz, las Dolorosas y Magdalenas destrozadas por el dolor dan fe de que la otrora gran potencia cat¨®lica del mundo estaba decidida a dar la batalla a la Reforma con todas las armas que el dominio sublime del arte pon¨ªa a su disposici¨®n.Los pintores de esta personal¨ªsima escuela espa?ola del Siglo de Oro, desde finales del siglo XVI hasta bien entrado el siglo XVII, ten¨ªan una idea clara de la misi¨®n hist¨®rica que les correspond¨ªa: la defensa a ultranza de la fe en su versi¨®n ortodoxa. Desgraciadamente para las 77 obras que componen esta muestra, procedentes en su mayor¨ªa de Espa?a -49, frente a las 28 que aportan los museos franceses-, la sala de la pinacoteca de Bolonia dista mucho de ser la ideal. Los lienzos magn¨ªficos, transidos por- un fervor casi vehemente en el que brillan aqu¨ª y all¨¢ los signos de la crudeza m¨¢s absoluta, cuelgan de las paredes de la moderna sala api?ados, sin espacio para desplegar toda su fascinaci¨®n y misterio.

Pintura religiosa

Pese a ello y gracias a este esfuerzo que ha movilizado desde el Museo del Prado -que presta 17 cuadros- hasta el Louvre -que cede un par de cuadros, entre ellos La infanta Margarita, de Vel¨¢zquez-, Bolonia ofrece una visi¨®n unitaria y fascinante de la pintura eminentemente religiosa que produc¨ªan los grandes y no tan grandes talentos de las artes pl¨¢sticas espa?olas en un siglo clave.Para el responsable de la muestra, Edouard Tommier, asesor de Bellas Artes de la Uni¨®n Latina, "uno de los aspectos excepcionales de la exposici¨®n es que funde obras de los museos espa?oles y de los franceses", ya que en Italia no existen obras espa?olas de este periodo. El orden que se ha seguido, un tanto aleatorio, es el de colocar los retratos religiosos seguidos de las escenas religiosas para terminar con los escasos retratos civiles a los que se ha a?adido un grupo de bodegones que ya figuraron en la exposici¨®n Naturalezas muertas espa?olas realizada -hace un par de a?os por la National Gallery de Londres. No le faltan patrocinadores ni nombres de prestigio a una exposici¨®n que cuenta adem¨¢s con el respaldo pol¨ªtico al m¨¢ximo nivel. Junto a Prodi y a ?lvarez Cascos, hoy estar¨¢n presentes en Bolonia, por parte espa?ola, la ministra de Educaci¨®n y Cultura, Esperanza Aguirre, el director del Prado, Fernando Checa, y el presidente del patronato del museo, Jos¨¦ Antonio Fern¨¢ndez Ord¨®?ez.

La exposici¨®n ha sido concebida en Francia, de cuyos museos proceden obras de autores menos conocidos en Espa?a, como Pedro Atanasio Bocanegra o Pedro de Orrente y tambi¨¦n lienzos de algunas grandes firmas, como -Vel¨¢zquez y El Greco aparte- Juan de Vald¨¦s Leal y Francisco de Herrera El Viejo

La exposici¨®n permite a los espa?oles disfrutar del Santo Tom¨¢s de Vel¨¢zquez, de 1620, en el museo de Bellas Artes de Orleans y algunos grecos dispersos en museos espan?oles. Por lo dem¨¢s, en la sala de la pinacoteca de Bolonia resplandece la belleza de los lienzos de Jos¨¦ Ribera y Francisco de Zurbar¨¢n, entre los fondos negros y tenebrosos de una pintura que pretend¨ªa dar una visi¨®n de lo divino con trazos crudamente humanos.