Pobreza ling¨¹¨ªstica
La libertad de expresi¨®n, a pesar de sus amplias fronteras, puede ser inalcanzable para muchos si tenemos en cuenta la pobreza ling¨¹¨ªstica que padecemos y que nos impide comunicar eso que pensamos con la deseada precisi¨®n. Cuando decimos que alguien est¨¢ cabreado, puede que no acertemos, ni de lejos, a definir realmente su situaci¨®n. Desde una posici¨®n de levedad (molesto, disgustado, apesadumbrado) podemos ir subiendo de tono (irritado, enojado, despechado), pasando luego a un grado superior (indignado, airado, sulfurado), para culminar en el m¨¢ximo cabreo (enfurecido, encorajinado, encolerizado). La indigencia de vocabulario, que proviene de no leer, es la que nos impide la definici¨®n de lo que queremos o de lo que sentimos, que nuestro riqu¨ªsimo idioma nos har¨ªa posible y que los maestros del lenguaje (pocos) utilizan en sus escritos.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.