El Madrid se toma un respiro
Una amplia victoria ante el Benetton aparca moment¨¢neamente la crisis blanca
En medio de la mayor tempestad de su historia, el Real Madrid se tom¨® un respiro y aplaz¨® la decisi¨®n de su futuro europeo para la semana que viene en Grecia. Por aplazar, dej¨® pendiente casi todo. El encuentro ni fue la tumba definitiva ni supuso un revulsivo emocional destacable, salvo que alguno tome en cuenta la supuesta exhibici¨®n final, en la que los jugadores italianos pusieron mucho de su parte. Todo fue m¨¢s bien de tono neutro.La expectaci¨®n por el encuentro era obvia. Pocas veces se hab¨ªa hablado tanto (y tan mal) del Madrid. En plena guerra de todos contra todos, con la directiva metiendo la pata con sus maniobras, el entrenador desautorizado y el vestuario fracturado, llegaba el Benetton, l¨ªder del grupo y clasificado hace semanas. Al frente, el que faltaba, Obradovic. Puede que por antiguas amistades (tampoco es que dejase muchas) o seguramente porque a los italianos no les iba nada en la fiesta, su presencia fue meramente testimonial y permiti¨® una noche tranquila. Esto ya es noticiable en los tiempos que corren.
A los jugadores del Madrid no se les not¨® nada los ¨²ltimos acontecimientos. Ni para bien ni para mal. No jug¨® peor que de costumbre, ni tampoco salieron a comerse al rival. En la cancha todo era como casi siempre. Miguel Angel Mart¨ªn volvi¨® a confiar en Santos como director y secante de Williams, un buen base anotador del Benetton. Herreros era como el del ¨²ltimo partido frente al Pamesa, Rodgers pon¨ªa toda la voluntad del mundo y bastante poco acierto y Mijailov gastaba el 99% de su esfuerzo en anotar y un 1% en rebotear defensivamente. Lo dicho, nada noticiable o que no hayamos visto repetidas veces. El que peor lo pasaba era Bodiroga, al que Obradovic, que le conoce bien, le prepar¨® un dos contra uno cuando el madridista se met¨ªa cerca de canasta. Dos tiros forzados en esa situaci¨®n fueron aprovechados por Rebraka para mandar el bal¨®n a la grada.
En un ambiente fr¨ªo, el primer. tiempo fue un correcto y as¨¦ptico cambio de impresiones. El Benetton apuntaba las razones de su pl¨¢cida andadura en esta competici¨®n. A pesar de no jugarse ni la cena, se vio un equipo bien armado, s¨®lido por abajo con Marconato y Rebraka, provisto de tiradores y bien guiado en la direcci¨®n. Pero les falt¨® intensidad.
Pese a sus enormes carencias actuales, el Madrid se aplic¨® como pudo, o como suele hacerlo. La diferencia con otros alas es que el Benetton no le coloc¨® en situaci¨®n comprometida, ah¨ª donde el equipo se descose. Es m¨¢s, en el habitual momento cr¨ªtico, en los diez primeros minutos del segundo tiempo, cuando los partidos suelen tomar su rumbo definitivo, el que sac¨® la bandera blanca fue el Benetton. As¨ª, se pas¨® de un 41-37 en el descanso a un 59-48 en 8 minutos y a un definitivo 65-50 en 5 minutos m¨¢s.
Herreros comentaba despu¨¦s del partido que le gustar¨ªa que a partir de ahora se hablase solamente de lo que ocurre en la cancha, dejando a un lado temas m¨¢s escabrosos. Loable intenci¨®n que necesita una poco mas de prudencia por parte de todos. La semana que viene en Grecia, tienen una gran oportunidad de apuntar hacia esta direcci¨®n.
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