Rusia sube el tono contra Estados Unidos y advierte que considera a Irak de "inter¨¦s vital"
Bonn no es Mosc¨², y menos a la candente temperatura que est¨¢ adquiriendo la crisis de Irak. El secretario de Defensa norteamericano, William Cohen, tuvo ocasi¨®n de comprobarlo ayer cuando su hom¨®logo ruso, Igor Sergu¨¦yev, le sac¨® los colores y le avis¨® que un ataque masivo a Irak perjudicar¨ªa gravemente a las relaciones entre las dos superpotencias nucleares. El ambiente estaba especialmente tenso tras publicar The Washington Post que Mosc¨² acord¨® en 1995 la venta a Bagdad de material necesario para fabricar armas biol¨®gicas. El Gobierno ruso rechaz¨®, indignado, la acusaci¨®n.
Cohen ten¨ªa en Mosc¨² la m¨¢s peliaguda de sus escalas en la gira con la que pretende recabar apoyos para castigar a Irak. Habida cuenta de los denodados esfuerzos rusos por evitar lo inevitable, no esperaba la comprensi¨®n hallada en Alemania, que no dud¨® en ofrecer el uso de sus bases para la operaci¨®n Trueno del Desierto. Pero tampoco deb¨ªa de contar con que Sergu¨¦yev, en p¨²blico, citase a Abraham Lincoln: "La fuerza puede conquistar cualquier cosa, pero sus victorias siempre son ef¨ªmeras"."La crisis toca, por desgracia, los intereses vitales de Rusia y de otros pa¨ªses de la regi¨®n", dijo Sergu¨¦yev a Cohen ante la prensa. "Quisiera expresar nuestra profunda inquietud en cuanto al coste posible para las relaciones rusonorteamericanas en el terreno militar". "?Se encuentra preparado EE UU", pregunt¨® Sergu¨¦yev a un imp¨¢vido Cohen que tomaba notas para preparar su respuesta, "para hacer frente a todas las posibles consecuencias? ?Acaso ayuda la dura e intransigente posici¨®n norteamericana a la estabilidad y la seguridad en el mundo?". Ante un ataque tan frontal, Cohen opt¨® por la moderaci¨®n, consciente de que las palabras son lo de menos cuando la m¨¢quina de guerra sigue su marcha. "El presidente Clinton act¨²a sin prisa, con cautela y con gran prudencia", afirm¨®. Y, sin entrar en el fondo de la disputa, record¨® que "Rusia es una superpotencia [al menos en el terreno nuclear], EE UU tambi¨¦n, y va a favor del mutuo inter¨¦s que seamos capaces de sentarnos a dialogar".
Nerviosismo ruso
A medida que el D¨ªa D para el ataque estadounidense se acerca, es m¨¢s visible el nerviosismo de Rusia, que, pese a sus incesantes esfuerzos, se ve incapaz de lograr una soluci¨®n negociada que no s¨®lo salvar¨ªa al r¨¦gimen de Sadam Husein, su aliado potencial en Oriente Pr¨®ximo, sino que rehabilitar¨ªa a su diplomacia, que, desde la desaparici¨®n de la URSS, no ha estado a la altura esperable de un pa¨ªs que no ha abandonado su vocaci¨®n de superpotencia. Pero la guerra fr¨ªa hace tiempo que termin¨® y Mosc¨² no tiene nada con lo que disuadir a Washington de seguir adelante, por mucho que d¨¦ a entender que podr¨ªa retrasarse indefinidamente la ratificaci¨®n por la Duma del tratado START II sobre limitaci¨®n de armas nucleares estrat¨¦gicas.Sergu¨¦yev deb¨ªa de estar adem¨¢s especialmente molesto por lo publicado en The Washington Post, aunque fue el portavoz de Exteriores, Guennadi Tarasov, el encargado de efectuar el solemne e indignado desmentido oficial. "Rusia", declar¨® el alto funcionario, "nunca ha llegado a ning¨²n trato con Irak que viole el r¨¦gimen de sanciones, y no ha enviado nunca a Irak ning¨²n equipo o material que pueda ser utilizado con fines prohibidos, ya sea en el campo biol¨®gico o en cualquier otro".
El art¨ªculo no aclara por qu¨¦ -si el acuerdo se descubri¨® el pasado oto?o- se ha esperado hasta ahora para filtrarlo. La explicaci¨®n m¨¢s l¨®gica es que se trata de debilitar la posici¨®n rusa, que, junto a la francesa es la m¨¢s activa en su rechazo a un ataque.
Acusaciones absurdas
En principio, las acusaciones de que Rusia espi¨® a los miembros de los equipos de inspecci¨®n de la ONU resultan un tanto absurdas no porque sean necesariamente falsas, sino porque algunos de ellos son rusos, aunque no tantos como norteamericanos. Las pruebas de que los rusos boicotearon las inspecciones y facilitaron informaci¨®n ultrasecreta a Sadam Husein tampoco parecen muy consistentes y son circunstanciales, m¨¢s cercanas a una razonada sospecha que a una realidad incuestionable.Adem¨¢s, las revelaciones del Post proceden de inspectores de la ONU. Y si estas fuentes han violado el secreto al que est¨¢n obligadas, ?c¨®mo puede usarse lo que dicen para criticar que los rusos hayan hecho otro tanto? Sobre estos puntos reflexion¨® ayer en voz alta Tarasov, que exigi¨® a la ONU que rechace la informaci¨®n.
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