Sinval destroza al Atl¨¦tico
Vieri adelanta a los rojiblancos pero el M¨¦rida gana en el ¨²ltimo minuto
Sinval destroz¨® al Atl¨¦tico. El brasile?o, un jugador de una clase exquisita, extendi¨® su sombra como una pesadilla sobre el grupo de Antic. Y lo hizo de una forma constante a lo largo de toda la tarde ante la ceguera de su rival. Sinval se limit¨® a interpretar su particular lectura del f¨²tbol: control, toque, velocidad y definici¨®n. Ara?¨® un gol de preciosa ejecuci¨®n, que adem¨¢s dio la victoria a su equipo. Pero antes hab¨ªa agrietado la banda del Atl¨¦tico, y es que Antic alude al esp¨ªritu de grupo como previsible talism¨¢n para su equipo, pero el protagonismo se lo lleva Vieri, y ayer tambi¨¦n un poco Kiko. De la bondad o la enfermedad de tal situaci¨®n el tiempo dir¨¢, incluso para el propio Vieri, que volvi¨® a marcar, siendo pr¨¢cticamente la ¨²nica referencia ofensiva de su equipo. Su voz no le sirvi¨® a los rojiblancos, que perdieron ante un rival diezmado. Marcuse lo advirti¨®: "La forma m¨¢s pura de servidumbre es existir como instrumento". Y Vieri est¨¢ siendo un instrumento hasta ahora ¨²til para el Atl¨¦tico, pero puede que tambi¨¦n peligroso.Era un partido para clarificar posiciones. Atl¨¦tico de Madrid y M¨¦rida juegan ya su proyecci¨®n inmediata, arriba y abajo. O sea, bastante dramatismo por ambas partes, por m¨¢s que Antic y D'Alessandro dieran a su discurso aire de bolero y no de tango. As¨ª que para, evitar un gol temprano el t¨¦cnico argentino reclam¨® tranquilidad a los suyos e impuso un ritmo cadencioso, de aguantar el bal¨®n con apoyos cortos, acercando l¨ªneas. La reducci¨®n de espacio favoreci¨® al Atl¨¦tico. Kiko y Vieri presionaron en origen y Bejbl, Pantic y Vizca¨ªno en segunda fila. Los signos preve¨ªan un control descarado de los rojiblancos y el M¨¦rida pareci¨® aceptarlo.
La reaparici¨®n de Kiko presupon¨ªa un peligro a?adido para los de D'Alessandro. El jerezano favoreci¨® los movimientos del italiano. Pero los de Antic no aprovecharon la flexibilidad del d¨²o. Tocaron y movieron el bal¨®n, pero sin definir. Vizca¨ªno y Pantic se ahogaron m¨¢s all¨¢ de la mediana, y por el centro nadie aprovech¨® huecos. El M¨¦rida hizo una lectura realista de la situaci¨®n, se atrincher¨® sin agobios, cuid¨® el esf¨¦rico y busc¨® el contragolpe. Sinval se aprovech¨® de la debilidad de la banda izquierda, superando claramente a Nimny.
Por su parte, en el ¨¢rea local, Sierra se las ve¨ªa con Vieri, y De los Santos, en otro derroche de fuerza, con Kiko. La experiencia del palentino le permiti¨® controlar la situaci¨®n por el centro del ¨¢rea. El italiano se desplaz¨® y ah¨ª le super¨®, haciendo da?o. De los Santos obstaculizaba los movimientos de Kiko y daba seguridad al centro del campo local.
Este juego de desgaste benefici¨® al M¨¦rida, que aprovech¨® la autolimitaci¨®n del rival. Sinval sigui¨® agrietando la banda izquierda y Gabrich fue incapaz de finalizar dos magn¨ªficos sombrerazos sobre Andrei y Santi. Respondi¨® Vieri con una magn¨ªfica acci¨®n y el partido pareci¨® revolucionarse en dos minutos.
Fue un aviso para el M¨¦rida incapaz de materializar sus oportunidades. Una genialidad compartida de Kiko y Vieri destroz¨® moment¨¢neamente a los romanos. Los de D'Alessandro calleron en su propia trampa. Adelantaron la defensa en l¨ªnea al borde de su campo, apareci¨® Kiko y desnud¨® a sus contrarios con un pase largo. Vieri corri¨® como una exhalaci¨®n y encar¨® puerta. Montoya, al borde del ¨¢rea, dud¨® y el italiano le super¨®.
El M¨¦rida no se descompuso ante el mazazo y sigui¨® trabajando con orden, frente a un dominio m¨¢s acusado del Atl¨¦tico, pero con demasiada dependencia de Vieri. Alcanzado el empate, el M¨¦rida lo interpret¨® como mal menor tras la expulsi¨®n de Alfaro. As¨ª que reforz¨® su defensa con Momparlet y David Pirri. Antic coloc¨® a Futre por Kiko y el portugu¨¦s busc¨® huecos por el centro. Si el gol de Vieri fue un ejemplo de poder¨ªo, el de Sinval fue la r¨¦plica del M¨¦rida, desde una posici¨®n similar, esta vez con un tanto de calidad y sangre fr¨ªa.
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