Dos jefes policiales de Chiapas van a la c¨¢rcel por la matanza de Acteal
Dos jefes policiales de Chiapas ingresaron ayer en prisi¨®n acusados de complicidad con la brutal matanza de 45 ind¨ªgenas, perpetrada el 22 de diciembre en el poblado de Acteal. El n¨²mero de detenidos se eleva a 53, y contin¨²an la investigaci¨®n. Roberto Garc¨ªa Rivas y Roberto Mart¨ªn M¨¦ndez Gonz¨¢lez fueron encarcelados con cargos de haber facilitado las armas empleadas en el masivo asesinato.
Tambi¨¦n se les acusa de no impedir la ejecuci¨®n pese a escuchar disparos y conocer el momento y lugar en que los campesinos eran acribillados a tiros, o derribados a golpe de estaca o machete.La crisis de Chiapas contin¨²a estancada al registrarse discrepancias de fondo en torno a los acuerdos de San Andr¨¦s sobre derechos ind¨ªgenas, suscritos por el Gobiemo y el Ejercito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN) en 1996. El presidente, Ernesto Zedillo, insiste en que no utilizar¨¢ la fuerza y acus¨® a quienes pretender satisfacer- "su perverso prop¨®sito de alimentar el conflicto, la divisi¨®n". "Nuestras Fuerzas Armadas no caer¨¢n en las provocaciones de quienes quisieran ver a nuestro Ej¨¦rcito reprimir brutalmente a nuestros hermanos ind¨ªgenas", advirti¨® en una ceremonia por el 85? aniversario de la instituci¨®n castrense.
En sus conclusiones sobre la matanza de ind¨ªgenas, la Procuradur¨ªa (Fiscal¨ªa) General de la Rep¨²blica (PGR) imputa a los dos responsables de la seguridad p¨²blica de aquel Estado los delitos de complicidad con asesinato y lesiones, y la protecci¨®n dispensada de las acciones de un grupo de civiles armados, a quienes se identific¨® como simpatizantes del oficial Partido Revolucionario Institucional (PRI). Desde el pasado 21 de enero, los dos oficiales inculpados esperaban una decisi¨®n sobre su suerte confinados en una habitaci¨®n de un hotel de San Crist¨®bal de las Casas.
Las averiguaciones previas al encarcelamiento de los mandos policiales recluidos en la prisi¨®n de Cerro Hueco parecen demostrar su reiterada participaci¨®n en la venta de armas del Ej¨¦rcito a civiles de varias localidades de Chenalh¨®, municipio donde se cometi¨® la carnicer¨ªa de Navidad. Pese a las evidencias en su contra, se declararon inocentes, "chivos expiatorios" de la procuradur¨ªa, a la que acusan de no haber sabido encontrar a los verdaderos responsables bien por negligencia o incapacidad. Invocando irregularidades jur¨ªdicas, Garc¨ªa Rivas y M¨¦ndez Gonz¨¢lez reclaman ahora la intervenci¨®n de la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos.
"S¨®lo exigimos que se proceda conforme a la ley y no se prefabriquen culpables. Somos ajenos a la masacre y por el contrario proporcionamos ayuda a los heridos", afirm¨® el primero poco antes de cruzar la puerta de la prisi¨®n.
De acuerdo con su versi¨®n, el gobernador de Chiapas en esas fechas, Julio C¨¦sar Ruiz Ferro, destituido poco despu¨¦s, y su secretario de Gobernaci¨®n (ministro de Interior) pudieron haber evitado la degollina impartiendo ¨®rdenes de intervenci¨®n a los cuerpos de seguridad cuando recibieron datos sobre la inminencia del ataque. Rivas se exculp¨® con un argumento surrealista: "Nunca recibimos llamada alguna de realizar operativo ni de informar sobre qu¨¦ pasaba en el ¨¢rea, pues en nuestro destacamento en la comunidad de Majomut no existe l¨ªnea telef¨®nica".
Los datos de la procuradur¨ªa, m¨¢s fiables, apuntan hacia la participaci¨®n de los dos funcionarios en un delito que devolvi¨® el conflicto de Chiapas al escenario internacional: "Los inculpados reportaron a sus superiores que no hab¨ªa novedades cuando fueron requeridos para que verificaran la situaci¨®n de Acteal y otras comunidades, no obstante que reconocieron haber escuchado disparos". Durante el ataque a la comunidad ind¨ªgena, que rezaba agrupada en el recinto exterior de una Iglesia, los detenidos se encontraban en las orillas de una carretera pr¨®xima, acompa?ados por otros 40 polic¨ªas, sin amago de entrar en acci¨®n.
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