Robert de Niro niega que 'Cortina de humo' se base en los esc¨¢ndalos sexuales de Clinton
El actor Robert de Niro, que ayer fue el due?o absoluto del Festival tras intervenir en tres pel¨ªculas, de la que una, Cortina de humo, es adem¨¢s productor, neg¨® que la promoci¨®n de esta pel¨ªcula se base en sus coincidencias, por un lado con las aventuras de alcoba de Bill Clinton, y por otro, en el hecho de que el filme insin¨²e que un posible ataque de EE UU a Irak ser¨ªa una maniobra de distracci¨®n del aparato de fontaner¨ªa pol¨ªtica de la Casa Blanca. Excelente int¨¦rprete de tipos c¨ªnicos, De Niro di¨® la impresi¨®n de creer lo que dec¨ªa.
ENVIADO ESPECIAL, Cortina de humo maneja una trama en la que un fontanero de la Casa Blanca prepara la patra?a de que un comando terrorista de Albania va a golpear en EE UU y el ej¨¦rcito m¨¢s poderoso del mundo se dispone a repeler esta agresi¨®n.Esta met¨¢fora, para Robert de Niro, "nada tiene que ver con lo que est¨¢ pasando en Washington. Las coincidencias, si las hay, son casuales. Yo me interes¨¦ en el libro de donde procede la pel¨ªcula antes de que se produjera esa situaci¨®n". Ironiz¨®: "Quiz¨¢s es la situaci¨®n la que se ha inspirado en el libro". Otro periodista volvi¨® a la carga, arguyendo que el gui¨®n del filme modifica mucho la novela y da la impresi¨®n de estar al d¨ªa cuando asocia el hipot¨¦tico ataque militar a Albania (es decir, a Irak) con conveniencias electorales del presidente. "Repito que se trata de una casualidad". Tras desviar la conversaci¨®n a otros asuntos, un nuevo periodista volvi¨® a hurgar en el mismo asunto y De Niro afin¨®: "Yo no busco pel¨ªculas que armen esc¨¢ndalos". Alguien contraatac¨®: "En ese caso, ?busca esc¨¢ndalos para montar pel¨ªculas?". Sin inmutarse, el actor respondi¨®: "Tampoco".
Este coloquio entre sordos se cerr¨® con una pregunta del preguntado a los preguntadores: "No creen ustedes que hay asuntos m¨¢s serios de que hablar?". Alguien terci¨®: "?Le parece a usted poco seria la posibilidad, aunque s¨®lo sea una hip¨®tesis novelesca, de bombardear un pa¨ªs por motivos electorales?". El actor dej¨® de sonre¨ªr y respondi¨® con una maniobra de distracci¨®n digna del fontanero que interpreta en Cortina de humo: "Me encanta hacer personajes secundarios cuando el director y el gui¨®n son tan buenos como Tarantino y su Jackie Brown o como Alfonso Cuar¨®n y sus Grandes esperanzas.
Y acentu¨® la sonrisa cuando alguien le puso a De Niro en bandeja que aclarase otro esc¨¢ndalo surgido de otras alcobas, la acusaci¨®n que pesa sobre ¨¦l en Francia de estar involucrado en un negocio de prostituci¨®n: "He recibido una solicitud de excusas por parte de la polic¨ªa francesa. Ignoro de d¨®nde proviene esta insidia, pero no pienso quedarme ante ella de brazos cruzados. Si sigue esa absurda acusaci¨®n, estoy dispuesto a acudir a Amnist¨ªa Internacional". Con el mech¨®n gris de su cabellera admirablemente bien despeinado, vestido con calculada sencillez y un toque de desali?o, conteniendo con gesto de cemento su incurable hostilidad contra la luz y los taqu¨ªgrafos, este inteligente italiano de Nueva York, antiguo poblador y ahora poeta de las malas calles del Bronx, tiene toda la pinta de aburrirse como una ostra en estos ritos de defensa de pel¨ªculas que ¨¦l no ha escrito ni dirigido.
"Tengo muchos proyectos que me bailan en la cabeza desde hace a?os, y me propongo hacerlos.Cada d¨ªa me interesa m¨¢s producir y dirigir, sobre todo dirigir pel¨ªculas. Me gustar¨ªa estar ahora discutiendo con ustedes una hecha por m¨ª". Alguien le recuerda: "Pero usted ha dicho que no le gusta venir a los festivales". Responde De Niro: "Y no me gusta, salvo cuando son tan formidables como ¨¦ste". Alguien se carga de veneno: "?Tiene relaci¨®n que a usted este festival le parezca formidable con el hecho de que ha seleccionado tres pel¨ªculas suyas?". Y De Niro, risa en risa: "No". Lo ha dicho casi sin abrir la boca, moviendo el mechoncito gris de un lado a otro para que se encrespe un poco m¨¢s.
Fuera, en la gran sala de la Berlinale, se proyectan las ¨²ltimas pel¨ªculas del concurso. Una es The commissioner, un flojo thriller pol¨ªtico-europeo en el que la actriz Rosana Pastor y John Hurt hacen buenos trabajos. El otro es Sada, la vida de Sada Ab¨¦, aquella prostituta convertida en santa laica por el pueblo japon¨¦s cuando, en mayo de 1936, llev¨® hasta sus ¨²ltimas consecuencias el juramento de amor y muerte que le hizo su amante, al que estrangul¨® y luego castr¨® mientras hac¨ªan el amor. Fue la mujer que inspir¨® El imperio de los sentidos, que sec¨® el cerebro de uno de los m¨¢s grandes cineastas contempor¨¢nos, Nagisa Oshima.
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