Orgullo contra relajaci¨®n

A impulsos. Tras el 1 -0, el Madrid jug¨® a impulsos. Domin¨®, aunque sin claridad. Savio, que apenas hab¨ªa aparecido hasta ese momento, tuvo mayor presencia. Roberto Carlos se incorpor¨® m¨¢s al ataque. Y Mijatovic, m¨¢s din¨¢mico y participativo, demostr¨® muchas ganas.Atenazados. Los nervios atenazaron al Tenerife en los primeros compases. Recuper¨® la confianza de forma ocasional. Utiliz¨® los lanzamientos en largo buscando a Juanele, pero s¨®lo cuando combin¨® tuvo presencia.

Cambio de dibujo. Tras el descanso, Heynckes cambi¨® el dibujo. Volvi¨® al sistema que m¨¢s le gusta: coloc¨® a Guti en la media punta y a Morientes en la punta, dejando a Redondo como pivote. Di¨® m¨¢s ritmo al partido y m¨¢s criterio a su juego.

Orgullo. El Tenerife se sobrepuso a sus propios errores ; incluso a la inferioridad. En una reacci¨®n de orgullo y aprovechando la relajaci¨®n del Madrid, di¨® la vuelta al partido. Jug¨® mejor con 10 que con 11.Fundamentales los cambios.

Guti. Guti dio m¨¢s claridad y profundidad al juego del Madrid. Fue el responsable de que su equipo se adue?ara del partido. Como enganche conect¨® bien con todos: para crear, sobre, todo, con Redondo, y para profundizar, con V¨ªctor, Savio, Mijatovic y Morientes.

Incomprensible. Con todo a su favor, el Madrid incomprensiblemente no apuntill¨® al rival. Se confi¨® en exceso; dej¨® de tocar; cedi¨® terreno, y permiti¨® que el Tenerife llegara con demasiada facilidad. El desorden y los errores en los ¨²ltimos minutos le costaron el partido.