EE UU desconf¨ªa y pone estrictas condiciones
Estados Unidos sigui¨® ayer esgrimiendo el bast¨®n, incluso despu¨¦s de que llegaran noticias de Bagdad anunciando el acuerdo entre Kofi Annan y Sadam Husein. William Cohen, secretario de Defensa, y Sandy Berger, consejero nacional de Seguridad, reiteraron horas antes en sendas entrevistas a cadenas de televisi¨®n las estrictas condiciones puestas por Bill Clinton para renunciar a la Operaci¨®n Trueno del Desierto. Mientras, la secretaria de Estado, Madeleine Albright, subray¨® que su pa¨ªs defender¨¢ sus propios intereses si no le complace el acuerdo alcanzado en Bagdad.
A Clinton se le acerc¨® ayer la hora de la verdad en la din¨¢mica de uso de la fuerza contra Irak en la que ha implicado a su pa¨ªs y sus aliados m¨¢s incondicionales. Una din¨¢mica que est¨¢ generando creciente inquietud en EE UU y que, como se?al¨® ayer en su primera p¨¢gina The Washington Post, resulta en ocasiones dif¨ªcil de separar del estallido y desarrollo del caso Lewinsky.Mientras Albright subrayaba, tajante, que EE UU defender¨¢ sus propios intereses frente a Irak si no le complace el acuerdo alcanzado por Kofi Annan en Bagdad, Cohen y Berger adelantaron que Clinton lo analizar¨¢ con lupa para confirmar si se atiene al esp¨ªritu y la letra de las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre las inspecciones del arsenal iraqu¨ª. Y a poco que no sea as¨ª, presentar¨¢ sus objecciones.
El acuerdo, insisti¨® Cohen, debe suponer "libre e ilimitado" acceso de los inspectores de Unscom a todos los lugares, incluidos recintos presidenciales, donde sospechan que Irak almacena o fabrica productos qu¨ªmicos y biol¨®gicos. Pero el presidente norteamericano, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas extranjeras en Washington, se encontrar¨¢ metido en un l¨ªo con su propia opini¨®n p¨²blica y con buena parte de la comunidad internacional si rechaza por una cuesti¨®n de matiz una f¨®rmula que a Annan le parece que cumple en lo esencial esas condiciones. Clinton y Tony Blair, su principal apoyo internacional, hablaron ayer por tel¨¦fono y "estuvieron de acuerdo en que no debe haber ninguna concesi¨®n sobre las cuestiones fundamentales y que Sadam Husein debe aceptar un acceso total y sin l¨ªmites a los lugares presidenciales que Unscom desea inspeccionar", seg¨²n un portavoz oficial de Londres.
Incluso en caso de que el acuerdo sea aceptable para los norteamericanos, la mayor¨ªa de los analistas de Washington pensaban ayer que Clinton mantendr¨¢ en pie durante varias semanas m¨¢s la maquinaria de guerra con el argumento de que debe confirmar que Irak est¨¢ cumpliendo todas las exigencias.
Cohen inform¨® que los preparativos para el ataque continuaban y que el Pent¨¢gono pensaba movilizar a varios cientos m¨¢s de reservistas para papeles auxiliares. Tras afirmar que EE UU desea una salida pac¨ªfica, el secretario de Defensa a?adi¨®: "Vamos a estar preparados para la guerra".
El embajador ante la ONU, Bill Richardson, advirti¨® que "no se puede llegar a un acuerdo que sirva s¨®lo para que Sadam Husein salve la cara". Richardson subray¨® que Irak debe permitir el acceso a los lugares de inspecci¨®n y no debe politizar la tarea de Unscom.
El Congreso de EE UU, inform¨® el l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en el Senado, Trent Lott, no planea discutir y votar una resoluci¨®n de apoyo a la Trueno del Desierto hasta el jueves. Lott dijo que hab¨ªa informado de ello a la Casa Blanca, "que pareci¨® satisfecha". Aunque la Casa Blanca ha dicho que no necesita la aprobaci¨®n del Congreso, el comentario de Lott fue interpretado en Washington como una confirmaci¨®n de que el ataque no se producir¨ªa en ning¨²n caso antes del jueves.
Operaci¨®n confusa
La mayor¨ªa republicana del Congreso, como muchos militares retirados, cree que la Trueno del Desierto es una operaci¨®n confusa. En su lugar, propone una campa?a para derrocar al dictador iraqu¨ª. El mismo Pent¨¢gono, seg¨²n inform¨® el s¨¢bado The New York Times, ha adelantado a Clinton algunas de las debilidades de la campa?a planeada. Una es que el bombardeo reducir¨ªa o eliminar¨ªa la capacidad de la ONU de proseguir sus inspecciones del arsenal iraqu¨ª. Otra, que da?ar¨ªa la infraestructura civil y militar de Irak, pero no sus armas de destrucci¨®n masiva, por la sencilla raz¨®n de que los esp¨ªas norteamericanos no saben d¨®nde est¨¢n. Una tercera, que matar¨ªa unos 1.500 iraqu¨ªes.La Casa Blanca, subray¨® ayer la cadena ABC, est¨¢ mostrando una sorprendente falta de informaci¨®n en una crisis que puede provocar serias fisuras en la comunidad internacional. El martes, Clinton dijo que "uno de los palacios presidenciales de Sadam es tan grande como Washington". El informe de los expertos de la ONU que los han visitado pone en rid¨ªculo esa afirmaci¨®n. Son mucho m¨¢s peque?os. Esa contradicci¨®n, seg¨²n ABC, "despierta preguntas interesantes sobre la calidad de la tecnolog¨ªa de sat¨¦lites de Estados Unidos".
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