La clase media mexicana sigue sin ver los beneficios de la recuperaci¨®n
La inversi¨®n extranjera fluye todav¨ªa millonaria a M¨¦xico, atra¨ªda por la remontada macroecon¨®mica y bancaria de la Administraci¨®n de Ernesto Zedillo tras el batacazo financiero de 1994. S¨®lo la crisis larvada de Chiapas se presenta como un obst¨¢culo. El producto interior bruto (PIB) creci¨® un 7%, pero aumentaron las desigualdades entre los ind¨ªgenas y el resto, el empleo es precario, el consumo no alcanza los niveles previos a la recesi¨®n y los altos ¨ªndices de inseguridad mortifican a la sociedad. La clase media se ha proletarizado y sigue a¨²n a la espera de notar los beneficios de la recuperaci¨®n.
Aunque las empresas de vigilancia y seguros de vida prosperan a destajo con el blindaje de coches de lujo y la venta de alarmas o p¨®lizas, otras se quejan del acoso de la criminalidad. El infelizaje, los pobres de siempre, no levantan cabeza. La crisis en Chiapas, los secuestros, robos y asaltos movilizaron al empresariado, que reclama del Estado soluciones y un entorno capaces de impulsar m¨¢s la confianza, el empleo y el ahorro interno.Eduardo Bours Castel¨®, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), destac¨® la preocupaci¨®n por los efectos negativos del Conflicto de Chiapas y la delincuencia, factores que frenan la inversi¨®n nacional y extranjera. En ese sentido se pronunci¨® la direcci¨®n de la Confederaci¨®n Nacional de C¨¢maras de Comercio, Servicio y Turismo. "No vivimos condiciones que hablen de un grave desequilibrio, pero este tipo de acciones pueden incidir negativamente en el flujo de inversiones", declar¨® Armando Ara¨²jo Monta?o.
La delincuencia que encadena y desoreja empresarios para forzar el pago de su rescate no impidi¨®, sin embargo, que M¨¦xico haya recuperado el optimismo, las grandes cifras previas a 1994, los 110.000 millones de d¨®lares (m¨¢s de 16 billones de pesetas) de exportaciones en 1997 frente a los 61.000 millones de 1966, la ca¨ªda de la inflaci¨®n del 52% en 1995 al 15,7% el pasado a?o o la acumulaci¨®n de 25.000 millones de reservas despu¨¦s de haber agotado las existencias durante el tequilazo.
Susana, 45 a?os, empleada en la administraci¨®n del Estado, ingresa unos 500 d¨®lares al mes (unas 75.000 pesetas), y debi¨® prescindir de lujos como ir al cine con cierta frecuencia, salir a cenar o asistir a un espect¨¢culo. "No me da el salario. Gasto lo imprescindible". Mejor no preguntar a los licenciados universitarios al volante de taxis o vendiendo remedios caseros.
El vertiginoso crecimiento demogr¨¢fico de este pa¨ªs de 90 millones de habitantes, con m¨¢s un mill¨®n de nuevos habitantes cada a?o, complica la creaci¨®n de empleo. La pobreza es lacerante, y m¨¢s de la cuarta parte de la poblaci¨®n sufre el paro o sobrevive a trancas y barrancas. Paralelamente, varios multimillonarios mexicanos figuran entre los hombres m¨¢s ricos del planeta.
Entre otras muchas causas, para el analista Benito Sol¨ªs, los problemas de cualificaci¨®n profesional y el c¨²mulo de disposiciones legales fomentan la masiva econom¨ªa informal. "Es tal la cantidad de trabas, impuestos, reglamentos y condicionamientos absurdos, que al que quiere trabajar o crear empleos se le trata como un delincuente".
El escritor Joaqu¨ªn Blanco incide sobre el empobrecimiento de la clase media, el amplio sector social a la espera de que un crecimiento sostenido del PIB por encima de 6% detenga su ca¨ªda en desgracia. Observa Blanco un juego de palabras en tomo al concepto de clase media. En M¨¦xico, al igual que en Europa o EE UU, numerosas familias disfrutan de casa, coche y servicio. "Lo que ha ocurrido es que lo que se conoc¨ªa como clase media se ha lumpenizado. Hoy, los individuos que no pertenecen a las listas de la pobreza extrema parecen ser los miembros de la clase media".
El Tratado de Libre Comercio firmado hace cuatro a?os con EE UU y Canad¨¢ puede de tener ese retroceso, sostienen algunos economistas.
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