Luis Garc¨ªa Montero defiende "la ¨¦tica de la felicidad" como manera de escribir y vivir

"Para ser un poeta no hace falta estar atormentado. La felicidad tambi¨¦n ayuda a ser creativo". Luis Garc¨ªa Montero incluye como ep¨ªgrafe de su libro Completamente viernes (Tusquets) un ep¨ªgrafe del Discurso sobre la feficidad, de Madame du Ch¨¢telet, una ilustrada francesa del XVIII. Es toda una declaraci¨®n de principios porque este poeta se?ala: "Hemos interpretado la Ilustraci¨®n desde el punto de vista rom¨¢ntico y ha llegado la hora de leer el romanticismo con ojos flustrados". Para Garc¨ªa Montero, "la ¨¦tica de la felicidad es una manera de estar en el mundo".

Poeta, ensayista y profesor de Literatura, Luis Garc¨ªa Montero (Granada, 1958) considera un reto aquella poes¨ªa que logra la naturalidad. De ah¨ª que calles, restaurantes, coches o aviones se filtren entre los versos de amor que definen su ¨²ltimo libro de poemas. "Cuando se adquiere un cierto oficio de poeta", comenta, "resulta f¨¢cil construir artefactos y, por el contrario, las cosas sencillas son con frecuencia aquellas que entra?an m¨¢s dificultad. Yo asumo tambi¨¦n la poes¨ªa como un compromiso ideol¨®gico en una ¨¦poca donde el poeta ingenuo ya no existe porque ya no se trata de un desahogo, ya no sirve la espontaneidad".Vitalista y declaradamente de izquierdas, Garc¨ªa Montero, ganador de los premios Adonais, Loewe y Nacional de Poes¨ªa, rechaza de plano lo que llama "cultura de la queja dedicada a romper el lenguaje y renunciar a la sociedad", al tiempo que reclama "una cultura cr¨ªtica pero que invite al optimismo como ¨®ptica de futuro".

En cualquier caso, las p¨¢ginas de Completamente viernes, un t¨ªtulo con aires de gui?o a una novela de su mujer, la escritora Almudena Grandes, rezuman una reivindicaci¨®n de "la felicidad privada como compromiso hist¨®rico". "Uno no puede ser due?o de la Historia, si no es due?o de su propia vida", apostilla el poeta granadino. El libro, que incluye poemas escritos entre los a?os 1994 y 1997, supone todo un homenaje a su mujer a quien est¨¢ dedicado. "Cuando se abre la puerta de la calle/ la nevera adivina lo que supo mi cuerpo / y sugiere otros t¨ªtulos para este poema: / completamente t¨², / ma?ana de regreso, el buen amor, / la buena compa?¨ªa".

Este escritor y profesor, pr¨¢ctico y te¨®rico a la vez, va m¨¢s lejos en su diatriba contra la "cultura de la queja" cuando sostiene: "Este tipo de actitud esconde un fuerte p¨¢lpito reaccionario que deriva en muchas ocasiones en el irracionalismo, en el conformismo..." No ceja Luis Garc¨ªa Montero en su defensa de la felicidad que define como "la primera responsabilidad del ser humano, la obligaci¨®n suprema con uno mismo y con la gente m¨¢s cercana". A modo de estandarte de una actitud ante la vida Luis Garc¨ªa Montero declama una frase de La vida del rey Eduardo II: "A quien del mundo huye, raras veces la vida le perdona".

Adem¨¢s de esa presencia de la cultura de la Ilustraci¨®n, el poeta reconoce la influencia en su libro de las voces de Pedro Salinas y Luis Cernuda, escritores admirados al igual que Rafael Alberti, Antonio Machado o Federico Garc¨ªa Lorca. Pero, por encima de todo, Luis Garc¨ªa Montero se reconoce enamorado al admitir: "El libro est¨¢ marcado por una presencia biogr¨¢fica clar¨ªsima. Estoy absolutamente enamorado y se me hac¨ªa necesario escribir Completamente viernes".

G¨¦neros literarios

Profesor en la Universidad de Granada, Garc¨ªa Montero ha hecho tambi¨¦n incursiones en el ensayo siempre a partir de una reflexi¨®n sobre la sociedad a trav¨¦s de la literatura. Autor asimismo de ediciones cr¨ªticas sobre la obra de Alberti y Garc¨ªa Lorca, Garc¨ªa Montero define la poes¨ªa como g¨¦nero de ficci¨®n: "El poeta no puede limitarse a su propia biograf¨ªa, eso ser¨ªa cosa de notarios".De todos modos, la narrativa no ha tentado todav¨ªa a Luis Garc¨ªa Montero y lo explica as¨ª: "La literatura tiene mucho de oficio y no es lo mismo el oficio de poeta que el de narrador. S¨®lo escribir¨¦ una novela si, para contar aquello que necesito contar, la convenci¨®n de la narrativa me sirve m¨¢s que la poes¨ªa. La novela no se reduce, como creen algunos, a escribir bien sino que precisa de la construcci¨®n de personajes, del pulso narrativo, de la creaci¨®n de una historia..."

Tras calificar de estupendos los ¨²ltimos a?os de la narrativa espa?ola cuando "muchos escritores han sabido conectar con el p¨²blico sin abandonar el rigor literario", Garc¨ªa Montero apunta a las escuelas e institutos como los deseables impulsores de la afici¨®n literaria. "La primera tarea de un profesor de literatura pasa por hacer olvidar a los alumnos que se trata de una asignatura. Los chavales han de descubrir el placer por la lectura".