La clave Milosevic
Un vez m¨¢s, la clave de la crisis en los Balcanes la tiene Slodoban Milosevic, actualmente presidente de lo que queda de la antigua Yugoslavia. La crisis en Kosovo se est¨¢ agravando. La intransigencia y la represi¨®n serbias no contribuyen a perfilar una soluci¨®n, que, para ser duradera, pasa en cualquier caso por iniciar una transici¨®n hacia la democracia y la descentralizaci¨®n en el conjunto de lo que hoy es Serbia y Montenegro, e incluso m¨¢s all¨¢. Finalizada la guerra fr¨ªa, son muchos los analistas que consideran que la estabilidad en Europa, que repos¨® en el pasado sobre el enfrentamiento entre Este y Oeste, s¨®lo puede asentarse ahora sobre la democracia y mayores m¨¢rgenes de autonom¨ªa, para las minor¨ªas.Esta ser¨ªa la esencia de la nueva misi¨®n internacional de Felipe Gonz¨¢lez en la zona. Mas ya no se trata de que el ex presidente del Gobierno espa?ol acepte o no esta misi¨®n -dif¨ªcilmente podr¨ªa rechazarla-, sino de que se creen las condiciones para hacerla viable. Por ello, cualquier hip¨®tesis pasa ahora por que Milosevic la acepte. Y se resiste, pues equivale a una total injerencia en los asuntos internos de la nueva Yugoslavia para avanzar en la democracia, en los derechos humanos individuales y de las minor¨ªas ¨¦tnicas.
La situaci¨®n actual no favorece este tipo de misi¨®n. Ante la crisis de Kosovo, los europeos de la UE vuelven a reaccionar de forma nacional y no a trav¨¦s de la pol¨ªtica exterior com¨²n. Cada uno con sus temores e intereses. Urge reconducir esta cacofon¨ªa hacia formas de expresi¨®n e influencia m¨¢s efectivas. Sobre todo, cuando EE UU mantiene la cabeza fr¨ªa. Todos estos actores, con Espa?a y otros pa¨ªses, coinciden, sin embargo, en que tienen tropas en Bosnia que se podr¨ªan convertir en rehenes de un estallido en Kosovo. Milosevic debe percatarse de ello, como se sabe tambi¨¦n indispensable para asegurar la pervivencia de los acuerdos de Dayton para la paz en Bosnia.
Sin embargo, Estados Unidos y los europeos tienen medios de presi¨®n econ¨®mica sobre Milosevic y su arruinado Estado, aunque previsiblemente Milosevic y los suyos har¨¢n todo lo posible para presentar una apertura econ¨®mica sin reforma pol¨ªtica. No hay que dejarle. Tambi¨¦n se le puede presionar con el se?uelo de la eventual participaci¨®n de la Rep¨²blica de Yugoslavia en la OSCE (Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa).
S¨®lo si se ejerce esta presi¨®n y tiene ¨¦xito, Milosevic y los suyos acceder¨¢n a una misi¨®n como la que podr¨ªa llevar a cabo Gonz¨¢lez que fuera a plazo fijo, y que llevara a un avance en la democratizaci¨®n y a la descentralizaci¨®n de esta rep¨²blica. La combinaci¨®n de ambos elementos es absolutamente necesaria no s¨®lo para el futuro de la rep¨²blica, sino para su econom¨ªa y, desde luego, para asegurar una suficiente autonom¨ªa a Kosovo, poblado por dos millones de habitantes en un 90% de cultura albanesa. De otro modo, todo puede arder.
La misi¨®n de Gonz¨¢lez en noviembre se limit¨® a constatar hechos sobre los resultados electorales en Serbia y a presentar recomendaciones generales. Tambi¨¦n esta vez el resultado podr¨ªa venir en forma de recomendaciones, pero para llegar a ellas es necesario husmear en el interior de la vida pol¨ªtica de esta nueva Yugoslavia. Y eso no se puede hacer si las propias autoridades de Belgrado se niegan. Especialmente cuando la base jur¨ªdica para tal injerencia es,endeble, salvo lo que permite la Carta de Par¨ªs de la OSCE. Milosevic es la clave de Kosovo, que a su vez se puede convertir en la clave de la nueva Yusgolavia, de Bosnia y, en general, de todos los Balcanes. Es decir, muchas claves a la vez. Nos guste o no.
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