Clinton, entrampado

( ... ) Si hubiera que retener una sola imagen del escenario interior de Estados Unidos en la crisis de Irak ser¨ªa la de un Gobierno poco preparado, una pol¨ªtica mal entendida y explicada y una opini¨®n p¨²blica desconcertada. As¨ª se ve desde este lado del Atl¨¢ntico el resultado de la interminable gesticulaci¨®n diplom¨¢tico-militar de Washington en su conflicto con Bagdad. De vuelta a la paz, Clinton corre el riesgo de pagar caras sus dudas y sus cambios repentinos. ( ... ) A principios de a?o, los miembros de su entorno que lo empujan hacia una demostraci¨®n de fuerza est¨¢n convencidos de que la operaci¨®n ser¨ªa grata a la opini¨®n p¨²blica. Sadam, m¨¢s impopular que nunca; Clinton, en la cima de su popularidad, y con un Gobierno que siente la necesidad de dar nuevo lustre a su pol¨ªtica exterior. Los principales consejeros del presidente, Madeleine Albright, Bill Richardson o Richard Holbrooke, no se imaginan ni por un momento la trampa en la que se va a meter la Casa Blanca. ( ... )Fiel a sus h¨¢bitos, el presidente se ha mostrado m¨¢s reactivo que activo, dej¨¢ndose arrastrar a una escalada verbal peligrosa. ( ... ) Como resultado, el Gobierno de Clinton tiene muchas posibilidades de encontrarse cada d¨ªa un poco m¨¢s en el aire. El ¨²ltimo episodio de crisis muestra que es hora de redefinir la estrategia de EE UU y de plantearse que siete a?os de embargo no han sido capaces de derribar a Sadam.

8 de marzo