La regulaci¨®n espa?ola del tabaco no ha logrado disminuir el consumo
Se cumplen diez a?os de restricciones
Hace 10 a?os Espa?a unific¨® sus criterios con los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea sobre la regulaci¨®n del tabaco. El BOE public¨® entonces el Real Decreto n¨²mero 192/1988, del Ministerio de Sanidad y Consumo. En ¨¦ste se establec¨ªan las nuevas limitaciones en la venta y uso para protecci¨®n de la salud de la poblaci¨®n en el consumo del tabaco. Estas limitaciones son hoy cotidianas, como la advertencia de que "fumar perjudica seriamente su salud", que figura en el exterior de los paquetas de tabaco. Sin embargo, la reducci¨®n del n¨²mero de fumadores ha sido nula: un 34% de la poblaci¨®n mayor de 18 a?os es fumadora activa, el mismo porcentaje que en 1988. Adem¨¢s, un 26,7% de j¨®venes de entre 15 y 17 a?os consumen tabaco regularmente.Espa?a recibi¨® 1988, A?o Internacional, contra el Tabaquismo, con la adopci¨®n de las medidas que dict¨® la Organizaci¨®n Mundial de la Salud para disminuir dicho h¨¢bito, "considerado uno de los agentes causales de morbilidad y mortalidad en la poblaci¨®n adulta".
Entonces se empez¨® a hablar desde el Gobierno de los efectos del humo del tabaco en fumadores pasivos. En base a esto, el Gobierno dispuso que en caso de conflicto siempre prevalecer¨ªa el derecho a la salud de los no fumadores sobre el derecho de los fumadores a consumir labores del tabaco en un sitio p¨²blico.
Adem¨¢s, se exigi¨® que figurara en cada paquete y de forma bien visible el contenido de nicotina y alquitr¨¢n y se prohibi¨® la venta de tabaco en centros sanitarios y escuelas. Se vet¨® la venta de tabaco a menores de edad y fumar en el transporte p¨²blico. En los medios de transporte comunitarios en los se admitan viajeros con reserva de asientos se acotar¨ªa siempre para los fumadores una zona de un m¨¢ximo del 50% de las plazas.
Tambi¨¦n se fijaron las multas, todav¨ªa vigentes, que van desde las 500.000 pesetas hasta, la m¨¢s grave, de 10 millones.
Tambi¨¦n en 1988 se prohibi¨® fumar en lugares cerrados, como los ascensores, una pr¨¢ctica habitual en Espa?a. Desde que entraron en vigor esas medidas, en Espa?a se defienden ¨¢reas libres de humo en lugares de trabajo donde haya mujeres embarazadas, en locales comerciales cerrados con frecuente congregaci¨®n de personas, salas de teatro y cines, entre otros.
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