El Tau, un l¨ªder proletario

Vino un entrenador italiano a la Liga espa?ola, se rode¨® de varios extranjeros -a algunos luego sustituir¨ªa-, les prohibi¨® ser estrellas y coloc¨® al equipo l¨ªder en silencio el 14 de diciembre. Desde entonces no se ha bajado del pedestal. Once jornadas en lo m¨¢s alto, y todav¨ªa no le ha ganado ninguno de sus cinco perseguidores. El Tau domina ahora la ACB gracias a una serie de coincidencias, pero no por casualidad.Ha coincidido que, tras a?os y a?os buscando en el mercado del baloncesto, el club de Vitoria ha reunido una serie de jugadores que encajan entre s¨ª como un puzzle. Que su entrenador, Sergio Scariolo, ha introducido en el equipo m¨¦todos at¨ªpicos en Espa?a pero v¨¢lidos. Y, c¨®mo no, que los dos barrios ricos de la ACB -Madrid y Barcelona- est¨¢n en crisis galopantes. Y el Tau se ha aprovechado. El Baskonia, el l¨ªder, s¨®lo cree en la clasificaci¨®n y el baloncesto de proletarios.

?Qui¨¦n es la estrella del Tau? Mirando al r¨¢nking de la ACB habr¨ªa que hablar de Brent Scott, 24? mejor jugador de la Liga, p¨ªvot, tosco, cuya virtud es la colocaci¨®n, pero no destaca ni por anotar, ni por rebotear, ni por intimidar. Representa el paradigma del jugador de equipo y del estilo de su equipo. En el grupo de Scariolo no caben las figuras, aunque el ¨¦xito del Tau es inseparable a dos hombres: Bennett y Beric. El primero dirige y corre, el segundo pone la frialdad yugoslava. Ambos llegaron con la temporada comenzada.

El Tau ha fichado mucho y, a menudo, bien. En ello influye la experiencia de Josean Querejeta, el presidente, perfecto conocedor del mercado por su condici¨®n de ex jugador y, claro est¨¢, la disponibilidad econ¨®mica -el tercer presupuesto m¨¢s alto de la Liga

El quinteto titular lo forman un base y un p¨ªvot estadounidenses -Bennett y Scott-, un escolta argentino -Espil-, un alero yugoslavo -Beric-, un ala-p¨ªvot irland¨¦s -Burke-. Excepto Espil, todos se han estrenado este a?o. Incluso Scariolo es novato. En su diccionario predominan palabras como defensa o colectivo en vez de alegr¨ªa e individualidad. Fiel a ese esquema, ha convertido al Tau en un equipo dominador, machac¨®n y sin muecas, donde todos juegan m¨¢s de diez minutos y nadie se salta el gui¨®n. Es un baloncesto que siempre mira al marcador, aunque a veces parezca desesperadamente plano. De momento, el Tau no apunta a ganar la Liga. Se conforma con jugar por primera vez la Euroliga.