Seis mujeres del presidente

La maniobra de los abogados de Paula Jones, poniendo el viernes por la noche en manos de la prensa 700 p¨¢ginas de transcripciones sobre la azarosa vida sexual de Bill Clinton, ha reavivado el esc¨¢ndalo que amenaza al presidente de EE UU. El frente femenino se ha ampliado a seis mujeres. He aqu¨ª sus perfiles y los escabrosos detalles que los nuevos documentos revelan.

Paula Jones. La publicaci¨®n de los documentos a?ade nuevos detalles al relato que hace esta mujer de un encuentro con Clinton en mayo de 1991, cuando el presidente era todav¨ªa gobernador de Arkansas. En su declaraci¨®n jurada en noviembre, Jones narra de esta forma el encuentro con CIinton en una habitaci¨®n de hotel: "Se sent¨® junto a la ventana, apoyando su espalda contra la pared. Est¨¢bamos hablando de algo sin trascendencia, pero ¨¦l parec¨ªa tener algo m¨¢s en su cabeza. Yo estaba de pie, cerca, hasta que ¨¦l cogi¨® mi mano y me acerc¨® a la ventana en que estaba. Intent¨® besarme como si eso fuera algo habitual, pero yo retroced¨ª. Me toc¨® el pelo, y luego sus manos bajaron por la espalda hasta debajo de la cintura, y me dec¨ªa lo mucho que le gustaba mi forma de vestir. Intent¨® besarme, buscaba mis labios, y yo le dije: 'Para, no soy de ese tipo de chicas'. ?l segu¨ªa como si no pasara nada, se baj¨® los pantalones, se volvi¨® a sentar, y mostr¨¢ndome su pene me dijo: '?Me lo besar¨ªas?'. Me puse muy nerviosa y le dije que me marchaba". Jones tard¨® meses en a?adir a la historia la parte que m¨¢s da?o puede hacer a Clinton: "Cuando trat¨¦ de marcharme, se cruz¨® en mi camino y me bloque¨® la puerta, me mir¨® fijamente y me dijo: 'Eres una chica lista. Que esto quede entre nosotros'". Los abogados de Jones consideran que esa frase es una amenaza y basan en ella buena parte de las acusaciones; saben que una acusaci¨®n de acoso sexual es dif¨ªcil de sostener ante un juez si no existe un m¨ªnimo episodio de violencia. Clinton niega rotundamente que todo esto pasara y asegura que s¨®lo conoce a Jones de haberse cruzado con ella en alguna ocasi¨®n.

Monica Lewinsky. Bajo juramento, Clinton fue insistentemente preguntado por su relaci¨®n con esta joven becaria que visit¨® 37 veces la Casa Blanca cuando ya no trabajaba all¨ª. "?Mantuvo usted relaciones sexuales con Monica Lewinsky?" "No", respondi¨® el presidente, "eso no es verdad. Ciertamente, no es la verdad". Los documentos desvelados incluyen tambi¨¦n la declaraci¨®n jurada de Lewinsky en la que niega haber mantenido relaciones con Clinton, antes de que la joven supiera que hab¨ªa sido grabada diciendo lo contrario a su supuesta amiga Linda Tripp.

Gennifer Flowers. La publicaci¨®n de la declaraci¨®n jurada de Clinton confirma que el presidente admiti¨® haber mantenido relaciones sexuales con Gennifer Flowers, una acusaci¨®n que a punto estuvo de hacerle perder las elecciones de 1992. Preguntado por esa posibilidad, los abogados de Clinton trataron de bloquear la pregunta con protestas legales, pero finalmente la pregunta se formul¨®: "?Mantuvo usted relaciones sexuales con Gennifer Flowers?". "S¨ª, una vez", responde Clinton. "?En qu¨¦ a?o?", le preguntan. "En 1977" (ya estaba casado con Hillary en esa fecha). Clinton niega despu¨¦s haber tratado de mantener relaciones con ella en m¨¢s ocasiones, y afirma que fue ella la que lo intent¨® de nuevo despu¨¦s de aquel encuentro sexual. En otro de los documentos publicados, los abogados de Paula Jones recopilan testimonios que avalar¨ªan una supuesta presi¨®n sobre Flowers para obligarla a mentir.

Kathleen E. Willey. La publicaci¨®n del testimonio de Kathleen E. Willey, antigua empleada de la Casa Blanca, constituye el mayor rev¨¦s sufrido por la defensa de Clinton desde la aparici¨®n del caso Lewinsky. En su declaraci¨®n ante el Gran Jurado el 10 de enero, Willey narra un encuentro con Clinton en noviembre de 1993 justo al lado del despacho presidencial. "No me lo esperaba", cuenta esta mujer de 51 a?os, "y me resist¨ª". Los hechos ocurrieron el mismo d¨ªa en el que el marido de Willey -generoso contribuyente a las campa?as del Partido Dem¨®crata- se hab¨ªa suicidado; ella hab¨ªa ido al despacho de Clinton a petici¨®n del presidente. La versi¨®n de Clinton, seg¨²n su declaraci¨®n jurada, es ¨¦sta: "La abrac¨¦. La rode¨¦ con mis brazos, puede que quiz¨¢ la besara en la frente. No hab¨ªa nada sexual en ello". Pero la versi¨®n de Willey, que hasta ahora hab¨ªa guardado silencio, es muy diferente: "Tuvimos una conversaci¨®n sobre la muerte de mi marido. En un momento dado, me abraz¨®. Intent¨® besarme". "?En los labios?", preguntan los abogados de Jones. "S¨ª", responde Willey. "Mi reacci¨®n fue de sorpresa. Era un abrazo que iba m¨¢s all¨¢ de lo plat¨®nico". Siguen los abogados: "?Intent¨® Clinton tomar su mano y ponerla en alguna parte de su cuerpo?". "S¨ª", dice Willey. "?En qu¨¦ parte de su cuerpo?", sigue el interrogatorio. En ese momento Willey parece muy afectada y el juez decide interrumpir la declaraci¨®n durante cinco minutos. Cuando contin¨²a, Willey dice: "Puso mi mano sobre sus genitales. Me resist¨ª y me march¨¦ enseguida". A la pregunta de "?estaba erecto?", Willey replica: "Si". Fue entonces, cuando sal¨ªa del Despacho Oval, cuando se cruz¨® con Linda Tripp, que posteriormente cont¨® la historia al semanario Newsweek. Clinton escuch¨® esta declaraci¨®n cuando testific¨® bajo juramento y se limit¨® a decir: "Eso no ocurri¨®". Los abogados de Jones tratan de demostrar que Clinton, nuevamente, intercedi¨® para conseguir un trabajo para Willey a cambio de su silencio.

Dolly Kyle Browning y Elizabeth Ward. Los documentos incluyen datos y testimonios sobre otras dos mujeres que tambi¨¦n han narrado encuentros con Clinton. Dolly Kyle Browning, amiga del presidente desde que ambos se conocieron en el instituto, ha declarado bajo juramento que mantuvo "durante largo tiempo una relaci¨®n con el presidente que inclu¨ªa encuentros sexuales". Dolly Kyle Browning tambi¨¦n ha declarado que el asistente personal de Clinton, Bruce Lindsey, contact¨® con ella y la amenaz¨® con "destruirla" si dec¨ªa la verdad. Clinton niega bajo juramento haber mantenido relaciones sexuales con ella. En los informes se facilitan tambi¨¦n m¨¢s datos sobre Elizabeth Ward, una mujer de Russellville (Arkansas) que lleg¨® a ser miss Am¨¦rica. De acuerdo con los abogados de Paula Jones, Ward cont¨® a una amiga que fue acosada sexualmente por Clinton.