Noticias de interer¨¦s
Todas las noticias son por definici¨®n interesantes, pero algunas lo son en el sentido m¨¢s estricto: tocan de lleno intereses muy concretos y conflictivos. Son noticias que exigen al periodista el mayor esfuerzo profesional de que sea capaz para que ning¨²n cabo informativo quede suelto, ning¨²n hecho falto de verificaci¨®n, ninguna fuente sin identificar y ning¨²n punto de vista sin contrastar. Aun as¨ª, es probable que la informaci¨®n resultante no sea del agrado de quien se vea menos favorecido por los hechos.Dos noticias de este tipo, cada una en su ¨¢mbito, han sido cuestionadas ¨²ltimamente ante el Defensor del Lector. Una de ellas est¨¢ vinculada a la destituci¨®n de Gloria Moure como directora del Centro Galego de Arte Contempor¨¢neo (CGAC), dependiente de la Xunta de Galicia, uno de los hechos pol¨ªtico-culturales m¨¢s relevantes y discutidos de las ¨²ltimas semanas. La otra se refiere al conflicto accionarial que afecta a la Universidad Europea de Madrid, un centro acad¨¦mico privado, con m¨¢s de 7.000 alumnos y 700 empleados.
La primera de ellas, dada su dimensi¨®n pol¨ªtica y las diversas lecturas a que se prestaba, ha tenido una amplia cobertura informativa tanto en la prensa gallega como en la de ¨¢mbito nacional. EL PA?S inform¨® ampliamente sobre el tema a trav¨¦s de sus corresponsales en Santiago de Compostela y A Coru?a, Xos¨¦ Hermida y Xos¨¦ Manuel Pereiro, respectivamente. Tambi¨¦n se pronunci¨® editorialmente en contra de la destituci¨®n de Moure, juzg¨¢ndola "una buena prueba de c¨®mo entiende el Partido Popular la pol¨ªtica cultural: rechazo de la innovaci¨®n y apuesta, por el retroceso, los caminos seguros y las experiencias trilladas". Tambi¨¦n El Correo Gallego, como el resto de la prensa gallega, inform¨® ampliamente sobre el tema y tom¨® partido editorial. En su caso, a favor de la destituci¨®n de Moure "por el sectarismo con el que ven¨ªa actuando contra aquellos creadores gallegos que no eran de su agrado".
El director de este peri¨®dico gallego, Jos¨¦ Manuel Rey N¨®voa, cuestiona algunos extremos del art¨ªculo titulado El arquitecto golpeado por la polic¨ªa en Santiago sufre un infarto, firmado por X. Manuel Pereiro (EL PA?S del 10 de febrero). Adem¨¢s del t¨ªtulo, objeta el dato de que su peri¨®dico reciba "ayudas de la Xunta equivalentes a la mitad del precio de cada ejemplar", as¨ª como de haber acusado a Pedro de Llano -el arquitecto golpeado y v¨ªctima de un infarto- "de haberse beneficiado sustancialmente de la gesti¨®n de Gloria Moure".
Pregunta el director de El Correo Gallego al Defensor del Lector si le parece que el titular de la informaci¨®n cuestionada "es informativo o esconde la intenci¨®n de vincular el fallo cardiaco a la acci¨®n policial". Intenciones aparte, lo constatable es que ni en el titular ni en la informaci¨®n se observa dato alguno que establezca un nexo de causalidad entre uno y otro hecho. Es evidente, en cambio, cierta contig¨¹idad temporal entre los golpes policiales producidos un jueves y el infarto sufrido el lunes siguiente. El titular rese?a eso y nada m¨¢s que eso. Pregunta tambi¨¦n el director de El Correo Gallego si EL PA?S activ¨® alg¨²n mecanismo de control sobre la veracidad de las afirmaciones relativas a su peri¨®dico. Como sin duda sabe el director de El Correo Gallego, la primera y principal responsabilidad es la del periodista. Establecer un sistema preventivo de control sobre el contenido de las informaciones podr¨ªa traducirse en una forma de censura impropia de un periodismo libre y responsable. Ello es coherente con el derecho de veto que tiene el director sobre la publicaci¨®n de cualquier original, incluso publicitario, como ocurre en EL PA?S. Tambi¨¦n con la diligencia que deben mostrar las instancias del peri¨®dico en subsanar errores y equivocaciones. Una de estas instancias es el Defensor del Lector, y esta columna es prueba de ello.
Sobre el tema de las subvenciones a El Correo Gallego, el Defensor del Lector estima que el redactor debi¨® contrastar sus fuentes -la revista Tempos, n¨²mero de julio-agosto de 1997con las propias del citado peri¨®dico. X. Manuel Pereiro est¨¢ de acuerdo con este extremo: "Admito", afirma, "que si hubiese seguido fielmente las normas del Libro de estilo y confrontado con El Correo ese dato, podr¨ªa haber contribuido quiz¨¢s a aclarar esa mara?a de ayudas que la oposici¨®n parlamentaria, equipos de investigaci¨®n period¨ªstica (y las empresas editoras que se consideran agraviadas por el reparto), llevan tiempo tratando de desvelar". Pereiro aporta una informaci¨®n exhaustiva sobre esas ayudas publicada en La Voz de Galicia del 7 de julio de 1997, seg¨²n la cual El Correo Gallego habr¨ªa percibido en 1996 algo m¨¢s de 258 millones de pesetas, es decir, 41,78 pesetas por ejemplar. Pero incluso de haber citado en su art¨ªculo una fuente tan conocida y solvente como La Voz de Galicia, no quedar¨ªa exonerado de contrastarla con El Correo Gallego. Seg¨²n su director, esas subvenciones fueron algo m¨¢s de 32 millones de pesetas en 1996.
Finalmente queda el punto de la acusaci¨®n al arquitecto Pedro de Llano de "haberse beneficiado sustancialmente de la gesti¨®n de Gloria Moure". El Correo Gallego s¨®lo acus¨® de tal "beneficio" -cobrar tres millones de pesetas por traducir textos al gallego- a la mujer del arquitecto, Margarita Neira, pero cuidando de resaltar ese parentesco con la coletilla "es la mujer de Pedro de Llano" o "da la casualidad de que es la mujer de Pedro de Llano". ?Hubiera tenido ese dato inter¨¦s informativo de no tratarse, efectivamente, de la mujer de Pedro de Llano? No le falta raz¨®n a Pereiro cuando declara al Defensor del Lector que entre las informaciones de El Correo Gallego y la suya existe al menos una identidad de esp¨ªritu.
Tan compleja como la anterior es la informaci¨®n que viene ofreciendo EL PA?S (la ¨²ltima rese?a, el pasado d¨ªa 10) sobre la disputa accionarial de la Universidad Europea de Madrid y sus secuelas: conflictos judiciales, laborales e incluso pol¨ªticos, al merecer el tema la atenci¨®n de la Asamblea de Madrid. El director de relaciones institucionales de la dicha universidad, Graciano Palomo, juzga distorsionadas y perjudiciales para esta universidad privada las informaciones de EL PA?S. Este punto de vista ya tuvo ocasi¨®n de manifestarlo en una carta al director publicada el pasado 27 de noviembre. El Defensor del Lector ha analizado las diversas informaciones de EL PA?S y observa que han sido contrastadas con las diversas fuentes interesadas. Tampoco se han silenciado las que aseguran que el conflicto no afecta en absoluto a la calidad de la ense?anza de la Universidad Europea. Gabriela Ca?as, autora del art¨ªculo Guerra por una universidad, quiz¨¢s el m¨¢s relevante sobre el conflicto, explica: "Para poder contar las vicisitudes de esta universidad privada se cumpli¨® ampliamente el requisito de consulta con las partes implicadas. Obtuve la versi¨®n directa sobre los hechos del presidente defenestrado, del administrador ¨²nico y su equipo, del comit¨¦ de empresa y de algunos de los despedidos. No obstante, el trabajo se bas¨® fundamentalmente en las pruebas documentales que obtuve, como sentencias judiciales, actas notariales o datos del Registro Mercantil...". Es el procedimiento obligado en toda informaci¨®n sobre conflictos de intereses en los que las opiniones, y a veces hasta los datos, son dispares.
Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector por carta o correo electr¨®nico (defensor@elpais.es), o telefonearle al n¨²mero (91) 337 78 36.
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