Ram¨®n Buenaventura escribe una novela experimental centrada en un coleccionista er¨®tico
'El a?o que viene en T¨¢nger' recrea el ambiente de la ciudad en los a?os cincuenta
Le¨®n Aulaga anhelaba dos cosas en la vida: ser un hombre importante y acumular mujeres en el curr¨ªculo. Sus logros er¨®ticos quedaron recogidos en 2.000 fichas de trabajo, pero no es ¨¦se el ¨²nico aspecto de la biograf¨ªa que Ram¨®n Buenaventura T¨¢nger, 1940) reconstruye en El a?o que viene en T¨¢nger (Debate): "Es la historia de un triunfador que pierde donde m¨¢s le importa, un hombre que nunca regresar¨¢ del destierro al T¨¢nger de los a?os 50, porque ya no existe". Para el autor, el otro T¨¢nger, de Bowles y Capote, nada tiene que ver con su ciudad.
A Ram¨®n Buenaventura, asesor editorial de Alfaguara y Taurus, lo que m¨¢s le emociona de esta obra es que est¨¢ hecha con sus manos. No se trata de un libro corriente en su aspecto tipogr¨¢fico; en la composici¨®n de cada p¨¢gina combina familias tipogr¨¢ficas con signos y di¨¢logos en ingl¨¦s o franc¨¦s que van acompa?ados de la traducci¨®n al espa?ol. "Es el resultado del trabajo de artesan¨ªa que permiten las nuevas t¨¦cnicas", asegura el escritor, orgulloso de haber penetrado, con la ayuda de su ordenador, en un oficio como la fotocomposici¨®n. No le produce excesivo orgullo, sin embargo, "lo de dentro". Para Buenaventura, su libro, como casi todos, est¨¢ escrito con el deseo de conseguir la plena comunicaci¨®n. "He hecho casi todo lo que sab¨ªa hacer".El a?o que viene en T¨¢nger es la historia de dos personas que nacieron "en un territorio de leyenda y que quedaron marcados por ese tiempo m¨ªtico". "Le¨®n y yo nacimos en esa ciudad y a los 18 a?os nos echaron de all¨ª, lo que nos dej¨® perplejos. Hemos pasado parte de nuestra vida tratando de descubrir si en realidad existi¨®. Creo que la soluci¨®n se encuentra en las palabras de Le¨®n al final del libro cuando dice: 'Toda mi vida es mentira y adem¨¢s no la recuerdo".
El libro de Buenaventura, el m¨¢s ambicioso de los escritos hasta ahora, no s¨®lo por el n¨²mero de p¨¢ginas (613), se ocupa en gran medida del amor: "Creo en el amor, cuando llevo veinte a?os vi¨¦ndolo sin el menor s¨ªntoma de decaimiento". ?El amor es posible en este tiempo? "S¨ª", pero tambi¨¦n es posible "el retratado en este libro", uno de los grandes publicistas del mundo que en un momento de aburrimiento, en un chat (punto de charla) de Internet se reencuentra con un amor de treinta a?os atr¨¢s y ambos acaban viviendo juntos.
El papel de Internet en la novela es el de mera herramienta. Los personajes de El a?o que viene en T¨¢nger "lo utilizan como usan el tel¨¦fono". Como veteraro internetero, Buenaventura sabe que todas las hip¨®tesis son posibles en la red y, en su opini¨®n, alguien deber¨ªa hacer un estudio y analizar seriamente las relaciones personales en Internet, pero "eso no es una novela".
El autor de los poemarios Tres movimientos, El abuelo de las hormigas y Eres integra en su novela la poes¨ªa, el g¨¦nero epistolar y los diarios. Es su manera de reivindicar la libertad de la escritura aunque para ello tenga que remontarse a la Edad Media, "donde todo era posible". "Los campos de la creaci¨®n s¨®lo deben tener el l¨ªmite de la t¨¦cnica", asegura el autor, que hubiera estado encantado de poder ofrecer un CD-ROM con la novela. ?sa fue su idea inicial, pero tuvo que desecharla porque le sal¨ªa tan caro como hacer una pel¨ªcula.
Es consciente el escritor de que El a?o que viene en T¨¢nger puede ser calificada como una obra experimental. "Un libro no tiene por qu¨¦ regalarle nada al lector; abaratamos la literatura y creo que no debemos fomentar la pasividad del lector. Hay que hacer un esfuerzo para leer El a?o que viene en T¨¢nger y tomar decisiones no orientadas", aclara Buenaventura que, para estos casos, sigue el lema, pol¨ªticamente incorrecto naturalmente, de Cort¨¢zar, que ped¨ªa para s¨ª lectores machos.
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