La segunda fase del desarrollo

El m¨¦todo Frente Nacional (FN) de la mano tendida ensayado oportunamente para la ocasi¨®n en unas elecciones en la que muchos notables se jugaban su carrera pol¨ªtica ha colocado al partido de Jean-Marie Le Pen y de su lugarteniente y previsible sucesor Bruno M¨¦gret en lo que este ¨²ltimo ha llamado "la segunda fase de desarrollo". M¨¦gret lleva sosteniendo la teor¨ªa de que el FN no puede por s¨ª mismo conquistar el poder y que precisa un compa?ero de viaje que le abra el camino y le transfiera la "legitimidad" y "la honorabilidad democr¨¢tica". La brecha abierta en la derecha democr¨¢tica, fundamentalmente en la Uni¨®n para la Democracia Francesa (UDF), le ofrece ahora el embri¨®n de esa futura fuerza colaboracionista.De hecho, todo parece indicar que los barones regionales expulsados tras el pacto con Le Pen pretenden organizarse para dar la batalla y hacerse con la mayor parte de unas estructuras deshechas, sin jefes ni l¨ªderes reconocidos. La actitud de Alain Madelin, presidente de Democracia Liberal, partido integrado en la UDF, que ha felicitado a la consejeros rebeldes expulsados, invita a pensar que esa operaci¨®n no ha sido improvisada y requer¨ªa el sacrificio del presidente Fran?ois L¨¦otard.

Tal y como pretend¨ªan aquellos que le arrastraron a competir en la Provenza-Alpes-Costa Azul (PACA), la regi¨®n situada en tomo a Marsella, el feudo del FN, L¨¦otard encama hoy la imagen misma de la derrota. Abandonado por aquellos que pactan con el diablo para conservar su poder, traicionado por sus lugartenientes y los personajes de ocasi¨®n, L¨¦otard ha perdido el control del aparato de su partido y la todas sus bazas en la rehabilitaci¨®n moral, en el empe?o de impedir que sus compa?eros pacten el lunes con Le Pen la presidencia del consejo regional de la PACA.

Los medios de comunicaci¨®n franceses expresaron ayer el esc¨¢ndalo y la alarma general. "El Frente Nacional lleva las riendas de la derecha", titulaba el vespertino Le Monde.