El 'souffl¨¦'
El fascismo (con cualquier nombre) es un recurso grave de la derecha; la de Francia se ha adelantado al acercarse a Le Pen. Lo ha hecho en grandes ocasiones. En Vichy: P¨¦tain era un viejito de la derecha militar patri¨®tica que, admirador de Franco, se sum¨® al fascismo mundial, al que Francia hab¨ªa dado la mejor filosof¨ªa con sus grandes pensadores contrarrevolucionarios. Cuando Argelia: la democracia cristiana de Georges Bidault, de Soustelle, se sum¨® a los militares de la Organizaci¨®n del Ej¨¦rcito Secreto (OAS) que iba a tomar la rep¨²blica.?Y aqu¨ª? El GMN, o Glorioso Movimiento Nacional, con sus mon¨¢rquicos bajo las dos especies, sus republicanos lampi?os, sus se?oritos, sus cat¨®licos, sus burgueses desclasados levemente en la Rep¨²blica, era una derecha cl¨¢sica que se agarr¨® a un fascismo. Pasa que esta segregaci¨®n del fascismo que hace la derecha -a veces mediante el hijo de un marqu¨¦s y general, con hermanos que luego ser¨¢n duques- es como la alergia: un movimiento de defensa que resulta m¨¢s grave que la supuesta agresi¨®n. El HitIer que produjo el ej¨¦rcito alem¨¢n y pag¨® la gran industria del carb¨®n y del acero termin¨® qued¨¢ndose con todo, y llev¨¢ndolo a la muerte el organismo: tuvo que desaparecer para que el gran capital volviese a reinar, y a¨²n lo tiene en la reserva. Las doctrinas de Le Pen son las de la derecha francesa: racistas, nacionalistas, dirigistas, suspicaces con Europa. Lo estaba realizando a su manera la derecha parlamentaria; pero gan¨® lo que se llama "la izquierda plural". Una parte de la derecha francesa se ha asustado; ha comenzado a perder puestos de trabajo pol¨ªtico, prebendas, corruptelas. Y alcald¨ªas, y prefecturas. Se ha aliado a Le Pen. Se ha cre¨ªdo que era hora de llamar a rebato, y que la Francia conservadora iba a responder como en otros momentos. Y han producido la reacci¨®n contraria. La "izquierda plural" ha ganado m¨¢s a la "derecha moderada" que ha dejado asomar sus bordes fascistas: los m¨¢s listos se apresuran a deshacerse del contubernio. Es la hora de los socialismos m¨¢s o menos plurales: en Gran Breta?a, en Francia; y avanza Schroeder en Alemania. Aqu¨ª quedan dos a?os para las elecciones: pueden ser suficientes para que el socialismo se rehaga. Ya dicen (La Vanguardia) que Maragall ganar¨ªa hoy a Pujol, que es una derecha m¨¢s inteligente y m¨¢s s¨®lida que la de Aznar. Claro que Catalu?a es otra cosa. Pero ?podr¨¢ Aznar mantener levantado el souffl¨¦ dos a?os m¨¢s?
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